Locura.
En el ocaso de la tarde, la opacidad del aire no permitía vuelo alguno.
Sólo encontré figuras que, junto a la negrura de su alma, arrastraban en melancólicos pasos la pesadez de su savia.
Quizá ese ser alado nada pudiera reprocharles, todo lo hacían a su perfección!
Y quizá soñar sea de las pocas libertades de aquellos locos que encuentran en la existencia motivo suficiente para colmar una vida entera, exenta de los inconvenientes de una búsqueda decadente en la adoración humana.
Yo también he sentido posados en mi mirada iracundos ojos ígneos; mitad sierpes, mitad hienas. Queriendo dejar en mis iris la viruela de su saña. Y, sin palabras, sin la nada, sentir que su presencia se desintegraba...
¡Esa locura qué tendrá, que la pavura aparta!
FreeWolf
Sólo encontré figuras que, junto a la negrura de su alma, arrastraban en melancólicos pasos la pesadez de su savia.
Quizá ese ser alado nada pudiera reprocharles, todo lo hacían a su perfección!
Y quizá soñar sea de las pocas libertades de aquellos locos que encuentran en la existencia motivo suficiente para colmar una vida entera, exenta de los inconvenientes de una búsqueda decadente en la adoración humana.
Yo también he sentido posados en mi mirada iracundos ojos ígneos; mitad sierpes, mitad hienas. Queriendo dejar en mis iris la viruela de su saña. Y, sin palabras, sin la nada, sentir que su presencia se desintegraba...
¡Esa locura qué tendrá, que la pavura aparta!
FreeWolf
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