9 de marzo
El aire no puede pasar más allá del vestíbulo
y dice el cuadro que el mar está hoy obnibulado,
nadie responde al llamador ni siquiera los pasos
que otras veces se arrastran hasta la mirilla.
No es tarde, pero el cielo presenta un matiz apagado
mientras se llenan las urnas de carnes y de sobres
como un cubo de reciclaje al que le falta la rendija
y la entrada se atiborra de turbas y reproches.
El sonido de la carretera llega lejano con los motores
del eco y de la prisa, ésa que no va a ninguna parte,
sólo hay prisa si nos encontramos con quien no deseamos,
cuando la salida está cortada por el filo de la palabra.
He despejado las dudas con el soplo de las nubes
mientras un niño mira caviloso cómo tiro de la cuerda
hasta la línea del horizonte. He acercado un deseo,
no hay deseo que no suspire ser acostado al aire,
donde un letrero dice salida de emergencia…
© José Luis
y dice el cuadro que el mar está hoy obnibulado,
nadie responde al llamador ni siquiera los pasos
que otras veces se arrastran hasta la mirilla.
No es tarde, pero el cielo presenta un matiz apagado
mientras se llenan las urnas de carnes y de sobres
como un cubo de reciclaje al que le falta la rendija
y la entrada se atiborra de turbas y reproches.
El sonido de la carretera llega lejano con los motores
del eco y de la prisa, ésa que no va a ninguna parte,
sólo hay prisa si nos encontramos con quien no deseamos,
cuando la salida está cortada por el filo de la palabra.
He despejado las dudas con el soplo de las nubes
mientras un niño mira caviloso cómo tiro de la cuerda
hasta la línea del horizonte. He acercado un deseo,
no hay deseo que no suspire ser acostado al aire,
donde un letrero dice salida de emergencia…
© José Luis
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