Minino
Dejaste la mirada absorta en pensamientos,
y esa cara me dice que te has ido
que no llame a tus labios con mis labios
pues seguro que tu alma, tu espíritu
estará vagando profundo en los entresijos
que inmanentes retraen el ayer,
el tiempo que una vez vivido se escapa
para revolver el llamador de los instantes
donde despojamos a los recuerdos de su sentido.
He cruzado sin pretextos el puente de la noche
y al volver la mirada ya no estaba el camino
que me devolviera a la calma, que diera tranquilidad
a los pasos que se pierden sin las migajas puntuales
que llevan al norte de la realidad donde amanece
todo sueño, es una audacia sin comentario ni retorno.
En esta evocación de mi presencia un gato recela
y no me mira, su ignorancia es la pertinente prueba
de que no existe lo que no se quiere para ser visto;
el desconocimiento, el vacío es una forma de olvido
que duele tanto al que lo usa como al que lo asiente.
© José Luis
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