Estancia acuosa
Reverbera entre las verdes ramas
la corriente que calmosa se desliza,
con el azur dispuesto en los reflejos
se adentra sosegado el caminante
tras el deambular de la naturaleza
por el fragor de sus pensamientos.
Caen los murmullos de los pájaros
con las alas humedecidas del viento,
dulcemente el transitar añil del agua
entre los pies refrescados de silencio
rumorea, el ondular de los tornasoles
se aleja con la inmediatez del alba.
Veo en las sombras del olvido la estela,
desmanteladas todas aquellas evocaciones
arrumban en el insoluble fanal del reguero,
se esconden las libélulas en la ambigüedad
matutina de la luz con sus revoloteos,
persisten aún las lágrimas de la noche.
Grato en esta acuosa estancia siento
junto a la ingravidez de los años
perenne del solsticio el centelleo
como un susurro fugaz y templado
pulsan las canciones de la niñez
los acordes afilados de la calandria.
© José Luis
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