Flor de almendro

Pasear por el campo en estas fechas
tiene un atractivo especial:
el verde intenso de los prados,
el azul infinito del cielo...
y el colorido que los almendros
ceden a las panorámicas.
Pasear por el campo en estas fechas
tiene un atractivo especial:
el verde intenso de los prados,
el azul infinito del cielo...
y el colorido que los almendros
ceden a las panorámicas.
A veces
cuando uno se pierde
en la profundidad natural
que entraña la naturaleza
sin querer
encuentra lo inesperado:
la fuga de un pensamiento
en lo alto de una piedra.
Los pasos se llevan al camino
la claridad envuelve la incertidumbre del amanecer
y se encienden desiertas las ramas
con invariables preludios de primavera.
Juega la quietud del aire
con los vapores que sutiles ascienden
desde el silencio de mi labios
en secuencias gélidas y arborescentes.
En el horizonte las nubes otean
cómo notas de color franquean las manos
en la soledad inquietante,
hay veces que siento en mi piel
el cosquilleo del miedo.
Los pájaros ya no claman
solo el quejido de mis botas rasga
el equilibrio del bosque ausente,
fatiga el trance de la pasión
las pendientes palpitantes del invierno.
© José Luis
Salida otoñal por la provincia...