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Rastro de FreeWolf

Diagnóstico cero

Diagnóstico cero Nuestro planeta surge del átomo de una noche
mientras la niebla ocupaba la nada del tiempo
y una roca desvencijó la puerta de la sospecha
por la que se colaron las ávidas aves del paraíso.
  
Las nubes fueron los nidos de algodón y plata
que ahuyentaron las cizañas y sus brotes
tras los que toda maldad se cierne escondida
como cernícalo que asalta su presa incauta.
  
El cielo es un tesoro dorado en la tarde,
un oleaje toronja en el piélago de la creación
cuando Adán y Eva tomaron su posesión
preciada entre sus primitivas carnes.
  
La fusión se desplazó rápida en el espacio,
con la caída de la manzana y la sierpe
se disloca la vergüenza y el mundo
donde sus hijos procrean cofres con Olimpos
y los sueños, Pandoras sin periplos ni dioses.
  
Cabalgan por el aire dos libélulas azules,
dos libélulas fugadas de Noé y del arca,
son dos pupilas que traspasaron el reflejo
de la mirada de Eos y el cabello de Selene
a la insignia conmemorativa del universo.
  
©  José Luis

6 comentarios

José Luis -

Ya sabía yo Clara, que siempre los tuviste muy bien puestos...
;)

clara -

Eso es lo que hace la vida única. Esa creación particular. Esa es la perfección; “lo que me da la gana”, porque es esa la libertad que hace que cada pieza encaje perfectamente.


Hay tanta sabiduría en la vida, que ni siquiera poniendo todo tu corazón y tú verdad, en las palabras, serían entendidas una pizca más de lo que cada uno necesitamos entender.


A veces nos quebramos la cabeza pensando; ¡dije esto!, más, con el tiempo vas descubriendo que no importa lo que dijeras…nadie entendió más de lo que tenía que entender, y resulta todo de una perfección apabullante.


Leo y releo tu maravillosa prosa poética y me digo: ¿Qué es lo mío de aquí?, y a parte de una tonicidad de alma, siempre hay una palabra o una frase que esperaba desde hace algún tiempo. La has dicho tú, pero la podía haber encontrado en un letrero en la calle.


Y todo parte desde esa unicidad del átomo=Dios. Si es único sabe todo lo que necesitan sus distintas creaciones.
Desde algún lugar que sirve de conexión entre el interior y el exterior, te va llevando hasta los lugares donde están las respuestas a una pregunta momentánea y temporal. Luego te aleja a otros sitios, y así…continuamente.


Yo más que nadie soy una hacedora de “lo que me da la gana”, hasta donde mis ganas rozan el anillo invisible que rodea a cada uno y que es como una franja que delimita los espacios de los otros. Son franjas sagradas. A veces las franjas se llenan de cachivaches y materialidad que ocupan espacio. A medida que vas tirando, puedes dejar que los demás tengan más espacio para seguir ejerciendo su libre albedrio. Digamos que se va acortando la separación espiritual.

La respuesta fue correcta.Todas lo hubieran sido.

Bien José Luis. Mi hija está bien. Seguimos todos caminando. Hoy es día de descanso.

Un abrazo.

José Luis -

Son interesantes las cuestiones que te haces o me dices.
Pensar no es un acto fácil... y poner los pensamientos en palabras menos todavía.
Ponerse en lugar de los demás es una difícil habilidad, que hemos practicado en el teléfono...
Sí, me doy cuenta de que en contadas ocasiones vuelve mi eco lanzado a la nada; más el mundo es mío y voy haciendo con él "lo que me da la gana", y tú?
Muchas gracias, Clara...
"Tu pequeña", bien?

Besos

Clara -

Y si te digo que átomo=Dios, ¿cambiaría la lectura de lo escrito y por consiguiente lo entendido?

Es curioso; hay tantos lenguajes como personas.

¿Cuanta gente crees Jose Luis, que entenderemos lo que escribes justo desde el punto en el que lo sientes?. ¿Te has parado a pensarlo?

Hoy estoy de crucigramas.

Un abrazo para ti y para tu familia.

José Luis -

Las sombras y las luces configuran en la vida los contrastes
de muchos momentos en los que los átomos se quedan quietos
y somos nosotros los que movemos los hilos que siempre vuelven
a tensarse y destensarse entre los días perennes que amanecen
y las noches, juegos de escondite y silencio, que no nos dejan tranquilos.

Volverá la primavera y con ella las golondrinas
como se vuelve a casa por Navidad
y por dar ese abrazo a las personas queridas;
también podría uno quedarse en su torre de marfil
y esperar a que vuelva el invierno.

Seguiremos soñando con se burbuja, aire o gaviota
porque así es nuestra naturaleza de cambiante.

Que la luz alegre tus días y la soledad sólo sea un momento de paz mientras miramos crecer en el árbol los membrillos…

Besos, Clara

clara -

Y siguió el átomo en la niebla experimentándose para llenar la tierra.

Quiso ser burbuja; quiso ser aire; quiso ser gaviota y hasta hombre, quiso ser.

Aquí estamos, en el infinito juego de expandirnos y contraernos.
Pasó que, al expandirnos, nos olvidamos de la niebla y ahora, ¡fíjate tú!, vemos la niebla como algo ajeno a nosotros. ¿Era niebla o era luz?. Era átomo.

Tan cercanos todos y tan separados…pero es que no nos acordamos de ese átomo de luz.


¿Serán estas crisis infernales de soledad que vive el mundo, razones para acercarnos al átomo?
Es dislocante creerte separado y alejado. Quizá en la locura, el hombre retorne a la cordura de saber que el alejamiento es solo ficticio; otro juego de la mente; otro “generoso” acto egoíco.


Retornar al átomo de luz es ser todos. Ya no hay separación. Pudiera ser carne de membrillo…y los membrillos se creían diferentes cuando estaban en el árbol. ¡Pobres membrillos!.


Decía Bécquer que volverían las oscuras golondrinas. Seguro que todo vuelve, hasta la memoria del retorno a casa.


Besos.