Transcursos de tiempo
Desciende el día las escalinatas en la inconsciencia y de cada escalón una ola de incienso entreteje aromatizados los hilos que de humo suben como una oración por entre las nubes del silencio y deja suspendidas en el cielo las palabras silenciosas que de los labios manan en un manantial tumultuoso y límpido del monte volcánico del Ararat.
Chirría el viento en el valle de la vida cuando entre las hojas de parra que revolotea las vergüenzas del desnudo y del mundo, donde la verdad se exponía en marcos de argentas túnicas y la mentira era una ijada en la frente del íntimo acallado.
No hay tiempo más allá del tiempo cuando la tierra cubre la carne y un cristal separa el secreto del polvo y de la mano que lo escritura en la memoria.
Los ojos miran la luna en su cuarto y se llena dorada de ecos que se desmoronan entre las cataratas inmovilizadas de las postales que se envían como recuerdo y en una mirada el cielo entretiene azur los labios en un último beso.
Lívido un suspiro arremolina entre los poros de la piel el sabor del misterio… la vida o la muerte son audacias obvias del tiempo.
© José Luis
Chirría el viento en el valle de la vida cuando entre las hojas de parra que revolotea las vergüenzas del desnudo y del mundo, donde la verdad se exponía en marcos de argentas túnicas y la mentira era una ijada en la frente del íntimo acallado.
No hay tiempo más allá del tiempo cuando la tierra cubre la carne y un cristal separa el secreto del polvo y de la mano que lo escritura en la memoria.
Los ojos miran la luna en su cuarto y se llena dorada de ecos que se desmoronan entre las cataratas inmovilizadas de las postales que se envían como recuerdo y en una mirada el cielo entretiene azur los labios en un último beso.
Lívido un suspiro arremolina entre los poros de la piel el sabor del misterio… la vida o la muerte son audacias obvias del tiempo.
© José Luis
1 comentario
gobina -