Paseo tras la suerte
Una casona
entre sus paseos
cierra las distancias de la tarde
y dos bolas blancas charlan
de las cosas menudas de la vida.
Es un momento de descanso
y me sosiego a los pies de los árboles
como una hoja madura
que intuye ceder su piel
a las entrañas de la tierra
tras el viento y los atardeceres.
El aire
trae los ecos
que han recogido las ramas
en las cumbres del cielo
y me encamino hacia la profundidad
frondosa del jardín
y del silencio.
Las manos notan en el frío
la proximidad del invierno
y recuerdan la calidez
de la arena del mar
en los pies y el paseo
solazado de la vista
y la mente…
© José Luis
1 comentario
gobina -
en qué piensas?...jejeje¡¡ qué paz ,mas auténtica respiras cuando vas solo,con la naturaleza...
un besito