El oscurecer de los patos
La corriente discurre fría por la oscuridad
mientras el cielo mantiene celeste su azul
y los árboles arquean sus ramas y sombras
en el espejo reflectante de la noche.
La línea del río es el ondular del agua
cuando los patos bracean sin rumbo
y las ondas de sus alas olvidan la pesadez
propia del cuerpo que se interna en la espesura.
La luna erupciona su cara en la oquedad
impenetrable e irreductible de los sueños
donde nada es de color y todo se impregna
de hálitos sutiles e incorpóreos.
Oscurece en las marismas de los ánades
donde transita el ulular de los dioses
que brindan con los icores de los mortales.
© José Luis
0 comentarios