Destellos azules
Emana albores de neón desde la oscuridad
en la que los ojos se ciegan sin saberlo
cuando amanece un reloj sin su tic tac
y las nubes son islas medusas que flotan
en un mar de niebla denso y opaco.
El ratón del ordenador disimula en mi mano
los difíciles barrancos de la escritura
que se esconden tras las teclas abisales
y musgosas de una azarosa noche de invierno.
La música en las pleuras deja resbalar las notas
que en cascada de suspiros e insinuaciones
atraviesa el corazón y las arterias que áureas
en un pájaro bordean el abismo de una risa.
Desnudas las ramas de la inconsciencia
sujetan el cielo a mis labios como una rosa
cuyas espinas sangran por los ojos de las lágrimas
cuando que de una ópera se desprenden…
© José Luis
0 comentarios