Perspectivas de curiosidad
Desde lo alto de la azotea
el mundo se divisa pequeño,
quizá sólo un poco más pequeño
que lo que es en realidad.
La perspectiva de la distancia
como la de la profundidad
son dos precisos cánones
con los que arqueamos los hechos
a nuestra propia medida.
Quizá la extrañada mirada
de un perro me sorprendiera
fisgoneando en el desconocimiento
de ver lo que desfila abajo,
de saber lo que acontece arriba.
¿Quién no ha usado sus ojos
para satisfacer la inquietud
que produce la curiosidad
cuando la situación es privilegiada?
© José Luis
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