Al borde de la mirada
La arboleda del río
se asoma como tú al pretil
para ver pasar el agua
entre los caminos que son de plata
y de rayos de creación y luna.
Entretiénense tus ojos
con el fluir de la tarde
entre los vanos del puente
y los brazos de tu padre.
Algún día
cuando devuelvas otra vez la mirada
a las profundidades de la corriente
quizá veas el reflejo
de la niña que hoy eres.
© José Luis
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