Co coro co
En los laberintos de la tierra hurgo
entre los huesos y las ausencias de la carne
y busco aquellas memorias desterradas
donde aún quedan inexplorados paraísos,
retazos de futuro con anticipo enterrados,
veredas entrelazadas con los pasos penetrantes
de siglos de pesquisas y evocaciones
en los que se celan amores y resentimientos,
cartas no escritas ni enviadas
pero muchas veces vivaces en la memoria;
nada se pierde en las arcas de esta heredad
bajo la llave de la recompensa y la costumbre.
El pico de la incertidumbre escarba las llagas
y exhuma los desiertos y los libros inéditos
de los extintos, anónimas muchedumbres
de sentimientos y deseos, en los que me reflejo,
azules tratados de defunciones desconcertantes
embebidas en las copas de las pitanzas efímeras
y los irracionales suspiros de la muerte, millones
de ideas que no sabemos qué hacer con ellas.
Desde las arrugas de las piedras, las baladas
y los labios del deseo, husmean moléculas de vida,
lugares donde invertir los réditos del tránsito
una vez que el cuerpo en olvidos se desmenuza.
© José Luis
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