El despertar en el agua
Mis brazos aletean en el agua
la inmensidad húmeda del cielo
donde los peces perduran en las aletas
las péndolas de los oníricos momentos.
Parece el mar el enlosado de los sueños,
el equilibrio desconcertante de la aurora
sostiene la ingravidez de mi cuerpo
y resisten exhaustos los pulmones el vacío
cuando se despoja la rosa de los vientos.
Los ojos saben del salitre escondido
en el recodo pétreo de la sombra,
la opacidad de la luna se abre farragosa
desde el fondo de la inconsciencia
y la temporalidad que yacía en la playa
se escarcha en el graznido de las gaviotas.
El neón de los edificios en el mar se refleja
desde el interior quebrado de un naufragio,
el coraje de los muertos ondula la justicia,
nadie nace sin la carne pútrida del desconcierto.
Perduro eternamente incorpóreo en mi paraíso
con la cúpula de las olas arqueada en el deseo,
quiero despertar desde las profundas aguas de la vida
al mundo que subyace en la memoria de los tiempos.
© José Luis
4 de Julio 2009
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