El arquero sin rey
Templado está el arco, la flecha dispuesta
donde atina implacable el ojo, bajo el cielo
una extraña ave es la puerta al misterio,
el brazo del arquero estira la mirada
más allá de su propia sombra, clavada la muerte
en el vendaval de la sangre que se esparce.
Ponderado va a ser el camino sin retorno
pues ha roto el aura protector del sueño
y en sus manos el rojo del delito abrasa
la salida que en la cueva le acorrala,
el aire se tensa y la quietud se enrarece,
sólo el hombre innombrable le cubre
como un manto que constriñe su halo,
respirar tan sólo desasosegado el tiempo.
Aturdimiento, desazón, necesidad de algo
que devuelva el trazado de la misión iniciática,
no se llega a crecer sin el dolor o la duda,
¡qué piensa la razón cuando no hay esperanza!,
y tensa la cuerda del destino la tormenta
se despereza en la negrura con el arco
irisado de las saetas que al rey protegen
de la corona incierta, perfidia en la conjura,
puede más el corazón que la coraza.
© José Luis
5 Julio 2009
0 comentarios