Las horas en las grietas
Se vencen las horas en las grietas,
la tierra abierta espuma la carne
de los brazos indistintos del viento,
azures atraviesan los rayos el iris
en el umbral de los helechos quebrantados
donde asciende la fragilidad y el desarraigo
de los paraísos accidentales sobrecoge.
Despoblado el corazón del bosque
sangra las penumbras de la tarde,
hojas verdes el estío abandonan
en la otra parte de la reminiscencia,
y la claridad, del alma fuga transitoria,
se espesa en la oblicuidad de la mirada.
Tiemblan las ramas cuando pasa el aire
con el sonido de la armónica en los labios
mientras las ondas de la piel se escaman
acorchadas de silencio en las cortezas,
¿dónde se expandió el silbo del alma?,
¿dónde crece el verdor en la guadaña?
Se horadan las grietas en las horas,
en las grietas las horas se quiebran…
© José Luis
1 comentario
Chus -
se aroma la tarde de clorofila y barro húmedo,
el bosque se estremece pletórico en su temblor
de vida, de tiempo, de armonia, ¡bendito estertor!