Ante la puertacerradauna cara fieraofrece la llamada. Ha soportado la pinturainclemencias y trancazos,piel de entrada a la intimidad(ah, de la casa)que ofrece todo hogarcuando el amigo o forastero(ah, de la casa)en sus pasos avanzapor eso,el llamador o aldabavigilanteavisa a la entrada. El tiempola edadarrasa la pielen acumuladas capas,ese aspecto antiguo, bronco,desgastado y ranciova dejando su pasoal silencio y la ausencia(ah, de la casa)sus moradores yala visita no aguardan(aunque se oye un arrastrar de pies)porque las vivencias de recuerdosensimismados en un mar de fondoesconde los sonidosque se abandonan en la aldaba(ah, de la casa). Casas de abuelosescaleras de maderahogares de infanciaalcobas de muñecas(ah, de la casa)y ahoracon la aldaba en su llamarel pasado se rasga. © José Luis
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