Noche de San Juan.
Milenarias noches ciñen tu hermosura
entre los vehementes abanicos del anhelo
al ígneo paso tras tus perfiles
entre las chinescas siluetas del extravío
y la ausencia,
tornada la cabeza hacia Selene,
de los mortales áurea oteadora.
El rito se consuma
como se satisface el deseo del niño
al suave tacto de los torsos maternos.
Palpitante la carne
cede su brío al impulso
que expele la extática reciedumbre
entre los remolinos de polvo y vahos.
Mi vello erizado
a tu paso
proclamó tu nombre.
FreeWolf
entre los vehementes abanicos del anhelo
al ígneo paso tras tus perfiles
entre las chinescas siluetas del extravío
y la ausencia,
tornada la cabeza hacia Selene,
de los mortales áurea oteadora.
El rito se consuma
como se satisface el deseo del niño
al suave tacto de los torsos maternos.
Palpitante la carne
cede su brío al impulso
que expele la extática reciedumbre
entre los remolinos de polvo y vahos.
Mi vello erizado
a tu paso
proclamó tu nombre.
FreeWolf
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