Muchos son los caminos
Muchos son los caminos
que no llevan a ninguna parte
y que sin embargo se andan
entre el desvarío y la desesperanza,
lejanos caminos errantes
de la ciega reflexión y la consciencia,
que atraviesan el ánima
con sus cuitas y sus penas.
Y son esos caminos
los que enloquecen el alma
y envenenan los besos
de sangre no cárdena
sino cruel y endémica,
sangre fría,
sangre amarga.
Mas también hay ángeles
que labran la tierra
en su dureza y hambre,
ángeles sin alas,
ángeles que sostienen en su cara
la sonrisa de la mañana,
y entre sus versos sin letras
caminan la esperanza y tu mirada
y el cielo despejado,
sin negra escarcha.
Caminos que son transitados
por estelas de nubes blancas,
por firmes manos y bellas
entre los arrimos de la inmanencia
y tu frente inmarcesible y serena.
Ven,
ven muy cerca,
y andemos
por las aldeas y las veredas
de las introspecciones y los sueños
entre apetecibles quimeras...
y zarzamoras.
© FreeWolf
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