Frente a la muerte violenta y el dolor
Alzo ponzoñosa la copa del olvido y la exclusión, copa que al cuerpo tortura y lacera el alma de aquel que malgasta su inmortalidad. Ahora el sendero es oscuro y el tenue pabilo de la cáustica muerte nos arrastra…
Ironías de vivir la mortalidad… reboses de dualidades: cuerpo-alma, unir-desunir, amar-prohibir, mío-tuyo, castigo-sino, desear-olvidar…¿Morir en la vida o vivir en la muerte?
Es reveladora la figura del árbol, que emergiendo de la tierra y sus raíces, asciende hacia el cielo diseminando hojas y ramas que transcienden lo impalpable de la libertad porque quizá soñar sea de esas pocas libertades de los locos que encuentran en la existencia motivo suficientepara colmar una vida entera
... imposible, indefectiblemente, pretender renunciar al destino acarreado por la rareza intrínseca del ser humano…
La sombra ciñó al talle de la víctima la hoz estrangulada entre imperceptibles estertores y apagadas losas que blandían los espectrales dedos de la muerte… y aunque alcanzara de mi piel arrancarla ni lo imaginaría… sus mentiras son las verdades que me transfieren la drupa de sus labios, y el sabor marfil de la decadencia que me inviste es el sutil sacrificio.
Evoco el primer beso… sí porque todo beso siempre es el primero pues los labios, en esencia, evolucionan en cada momento y se enriquecen con las palabras… y con lo que no se pronuncia…
Los trigales de tus sueños mordisqueo, oh noble espíritu y acentúo la “locura” de los azarosos tiempos, hasta ti acerco el llaga carmesí de mi estremecimiento para ser en uno risa y sufrimiento
Tú y yo somos de la misma sangre
Hoy contigo, y por ti descorcharé mi mejor humor para afianzar el ciclo del pasado, que las cicatrices que con nosotros nacen y crecen hallen la posibilidad de una deleitable memoria en un encaje expectante de hilos, sentimientos y esperanzas.
A ti sufriente, que te dicen resignación, te he de decir que no es verdad. Tú siempre serás combatiente... en mi mirar. Percibimos las inquietudes y ya no nos podemos serenar al sentir cómo se desborda nuestro ser en humanidad, porque ni el dolor ni la infelicidad han de ser cadenas para toda la eternidad...
Porque mientras siga existiendo gallardas palabras que al terror acobardan, mientras mane el agua franca por la tierra labrada y expelida, mientras la luna acoja en su noche las almas amadas, mientras no callen poetas y sabios y hombres honestos y las guerras sean letras en papel manifiesto, y la ciencia, maceta donde arraiguen las flores del suave céfiro… la VIDA se nos seguirá ofreciendo…
Pero si a pesar de todo, fuéramos “nisiquiera” o “nipoquito”… seguro que brotaríamos de alguna parábola.
© FreeWolf
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Rosa -