Una vista lejana
Los quinqués,
en penumbra,
registran carmesí el aire
de la noche entre las crestas
que fraguan naturaleza y hombre
en el pliego de la memoria.
Las ramas sin sus hojas se ocultan en la sombra misma del árbol
que inmortal se yergue entre recuerdos y primavera.
Altiva la torre empuja inmóvil al crepuscular firmamento
y anota con pausadas letras las invocaciones y rumores
que recoge la tarde en la barahúnda de tránsitos y calles.
La ciudad se refugia en solitarias arquillas
de diáfanos luces, de rutilantes estrellas...
mientras mis ojos en el espejo recuerdan
lejana la noche de un viaje
a otra existencia.
© FreeWolf
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