Detrás o delante
Suena un teléfono en el interior del jardín,
su sonido hace vibrar los pétalos
que se adormecían entre las hojas de un libro
donde las palabras arrullaban los cantos
de los árboles al viento y al rumor de la hierba.
Lejana la voz resuena en el eco de la noche,
los sueños se desbocan de la grupa de Morfeo
y una niña requiere su vaso de agua y apego
entre los corderitos que cuentan historias
de lobos y enigmas de carillones y fuentes.
Sentadas en la cama se mecen los cuerpos
de hija y madre en unísono movimiento
mientras recorren las polillas la esfera
de luz, posesas, sin descanso, pretendiendo
desacelerar palpitante el tiempo de la vida.
Es la noche un caballo que galopa sin miedo
entre las marismas umbrosas de la madrugada
donde allende, en alguna otra parte, un niño
por detrás de la herrumbrosa escultura tienta
la suerte del lidiador, y por ende, la de su sueño.
© José Luis
2 comentarios
José Luis -
Es la hora del sueño y de soñar, de poder ubicar la realidad cotidiana en la esfera de lo renovable y lo imposible, es darle alas al silencio para que busque aquello que de otra manera sería más difícil...
Y también es el domento de dejar el cuerpo sobre la cama...
Besos
gobina -
Hubo un tiempo(hace mucho )que yo tambien reclamaba mi vaso de agua por las noches,porque las vigilias eran largas,y el miedo invadía el alma...
yo tambien como una niña encontraba la calma en las palabras ,de un lobo,porque a veces sólo se necesitan palabras,para calmar el alma...DEsde entonces,la noche es ,mi amiga...ojala¡ no tuviesemos qu edormir,porque cuando el día acaba ,la noche es un premio,no hay prisa...y todo está en paz...