Reloj de un grano de arena
Asaetas la tarde en el aire
como un dardo que se desliza
pensativo entre los agitados dedos
de una apuesta y aguardas
hasta que tome la decisión la noche
de desaparecer entre las sombras
que ilumina suavemente la aurora.
Miras con ojos sedosos, de nubes,
el rubor cárdeno de mis labios
mientras dejan fugaz en tus oídos
imperecedero del deseo el nombre.
Y notas en tu interior el tic tac
invariable y seducido de un corazón
en las entrañas de tu grano de arena
que quema como incienso la vida.
Giran unidas las agujas de reloj
a los granos del tiempo en burbujas
de cristal y aquietados pensamientos.
Nuevamente el alba cárdeno
es esa profundidad íntima
que arrebola todo mi ser
en el transcurrir de mis días
y en la eternidad… el deseo.
© José Luis
2 comentarios
Brisa -
Besos ¡¡
gobina -
Todos los días seguramente serán iguales para un reloj,pero no para nosotros...Él con su tic,tac,y su corazoncito,de eje de volante ,va masticando el tiempo,nuestro tiempo...Él no sabe que según en que momentos,un segundo es eterno,y en otros un día es un segundo...
Alguien dijo:
Los relojes de arena ,no sólo recuerdan la veloz huida del tiempo,sino tambien el polvo en el que alguna vez nos convertiremos...
Me voy de vacaciones ,Jose..ahora no miaré el reloj,me dá igual el tiempo que pase..comeré cuando tenga hambre,y dormiré cuando tenga sueño...
Pasalo bien...mil besitos...