Equilibrio
Sobre las manos el cuerpo cede
la libertad de los movimientos
como una rueda que girara
en el carrusel de los deseos.
Los ojos se inclinan al suelo
al revés mismo de la mirada
y el mundo de repente cambia
como los labios de la mañana.
Un beso en el frontispicio
puede ser final truculento
en la caída del equilibrio.
© José Luis
la libertad de los movimientos
como una rueda que girara
en el carrusel de los deseos.
Los ojos se inclinan al suelo
al revés mismo de la mirada
y el mundo de repente cambia
como los labios de la mañana.
Un beso en el frontispicio
puede ser final truculento
en la caída del equilibrio.
© José Luis
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