Imprimaciones a una carta
Unas palabras, sólo unas palabras
pueden trabar el camino de las miradas
directas a las pupilas y al corazón.
La estela de los acaecimientos se incrusta
desde la consciencia a la tela imprimada
de palabras que rozan el alma y las cuerdas
que nos atan a nuestra esencia y mortalidad
como un ramo de flores que aroma la mesa
donde una última cena disponemos sin temores.
Trae el vino suelta la lengua
y mana la sangre de las heridas del mar
en sus embates a los escollos y naufragios
tras un muro que asume las lamentaciones
que los dioses no entienden…
como no es de entender gratuita una muerte.
Gira el viento en la tormenta
y levanta espumosas las gotas en los charcos
donde se reflejan las vidas de los muertos
olvidados en los sobres
sin despedidas ni cartas…
© José Luis
2 comentarios
José Luis -
gobina -
Desde la muerte no llegan cartas ni postales...y es una pena..Porque la acción de una madre,ha condenado a un hijo a sobrevivir navegando por el mar de las preguntas ,sin respuestas...¡Ojala¡llegaran cartas desde la muerte¡¡¡....