Una verdad a medias
Se enrosca la serpiente en sí misma
a la espera de que se acerque Eva
y le entregue sinuosa la manzana
donde celada la sabiduría reposa.
Dicen que no todas las veracidades
poseen igual grado de exactitud
ni siquiera de propia autenticidad,
dependiendo de quién las esgrime.
No creer en nada no se puede
ni tampoco dudarlo todo,
una pizca de color en el ojo
todos desde el principio traemos.
No hay verdad que por infalible
no se incumpla algunas veces
pues como dice el dicho
hasta un reloj parado tiene la razón
dos veces al día…
© José Luis
0 comentarios