Mañana pasará
Mañana pasará mañana
una catapulta que arroja el deseo y la muerte
a los pedestales destrabados del miedo
donde una nube es la sombra que guarece al día
del fuego eterno mientras se nutre el aire
de las alas de ángeles y jilgueros
con los cantos de la noche y el silencio
que envuelve la calma retirada del pasado.
Segmentado el vestido de la aurora
sujeta el broche de los destellos remitentes
de un sol impetuoso y versátil entre las dilaciones
que entretienen el tiempo en el paraíso
hasta que Eva reponga la manzana.
Mañana pasará mañana
entre los bordes de un te quiero y mis labios
como una tarde eterna entre las rosas domesticadas
y el zorro que reconcilió la noche con el día.
Dejaré en el alféizar mansamente mis sueños
para que la noche los recoja con la espuma del mar
y bañe las marinas de las ínsulas y los mensajes
que naufragan en las zozobras intemporales.
© José Luis
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