Árboles estatuados
Verde es el camino que se desplaza en tus pasos
a través de la mañana y de una pared virada
entre troncos que al cielo tenues se levantan
y recorres su mirada mansamente en tus sombras.
En el cielo los murmullos vuelan entre azures
de ala y aura mientras sientes el sol en tu pelo
como una caricia de infancia y extraños recuerdos,
es tan fuerte el firme efluvio de la realidad y la vida…
Blancos son los trazos que rotulan el nombre
que la pared ostenta sin consentimiento o reparo,
nombre recóndito de la piedra en la negrura
donde se mancharon de nocturnidad las manos.
Miras el silencio, estancado a la orilla del paraíso,
un incierto pensamiento en la pose de la arboleda
y, aunque sigues tu camino, permaneces ligado
al confidencial sentido de aquella pared tatuada.
© José Luis
1 comentario
gobina -
un beso.Esta precioso el campo desde mi ciudad a la tuya,...