El mirador de la puerta
Alojan las ciudades en sus recintos
junto a sus innumerables piedras
pedacitos de intrahistoria,
memorias de otros tiempos
de otras gentes
y de lo que esperanzaron y vivieron.
Guardan las puertas el interior de las casas
donde unas fotos, unos muebles, unos búcaros
son la mirada imperceptible que nos acompaña
con el devenir de los años, los hijos, el trabajo.
Otras puertas recogían entrañas de espiritualidad,
eran puertas gruesas como corresponde a un corazón
espaciado del desmedido mundo y sus tentaciones
un espíritu orlado con herrajes de soledad, de olvido.
En cada lugar hay cantos que se elevan al cielo
en remachada plegaria de oquedades, de ventanas,
con las líneas rectas y ondulantes al entorno
entramando intrincadas manzanas o barrios antiguos
donde pasear o dejar vagar las ideas, los pensamientos.
© José Luis
1 comentario
gobina -
Besitos,
buen día nublado de primavera para tí tambien...