Ababola
Nace azur la luz en la oscuridad de la sombra
donde la hierba pierde glauco su aroma y color
en los átomos opacos de una agreste amapola
ajada por el tiempo y la lengua imperturbable
del viento entre la verticalidad de las espigas
y el vuelo furtivo y rasante de la noche.
Cuarteados los pétalos en los labios hiede
el beso de la muerte, reflejo del ocaso
consustancial al tiempo que se amorata
la médula de las palabras y los sonidos
en la lengua carmesí y ausente de la boca.
Prolongados tallos sobrepasan la levedad
suspendida del aire y las encapsulados hojas
que traerán los renuevos de la verdad
y los matices inextinguibles del recuerdo.
La tarde se adormece y las pupilas giran
alrededor de la camilla donde las letras
de la noche resbalan
hasta los tapices repujados con tu nombre.
© José Luis
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