El verdor del abandono
Han pasado los años por la casa,
años de postergación y ausencia,
de carencia de sonidos y palabras
que sujetasen a la aurora sus paredes
y a los tabiques del tiempo, la esperanza.
Las ventanas son los muros abiertos
a la hiedra y a la nada, el verdor
ha sucumbido a las rejas enhebradas
donde la madera alguna vez retuviera
el horizonte y, acaso, fugitivas miradas.
Sé que has pasado por su puerta,
la risueña puerta de la infancia,
y se han agolpado aquellas voces
de persecuciones y retahílas
por los patios de la mañana
cuando el sol bajaba en un beso
radiante, de risas y algarabías
era el color de aquella casa.
La heredad de la familia
son los hijos y las palabras
que acompañaron sus vidas,
aunque con el tiempo
y la distancia
sólo quede del verdor
lo que fuera
una ventana
que ya no está abierta.
© José Luis
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