El árbol de los sueños
Un manantial inmutado transforma el aire
en partículas de silencio,
en una azulada quietud
que se desprende desde ese punto
por el sol deshabitado,
por el atrevimiento de los sueños
mientras las arcas de la noche se cierran
y las alas arrostran las tinieblas.
Los árboles se ocultan en el viento
y tan solo sus ramas azabaches
vuelven ocres en manojos de hojas,
ensueños dulces que granan
la intimidad de los recuerdos.
La luna se mira en el río
y en el reflejo de la sombra
del árbol de los sueños,
temblorosos se extienden sus rayos
en la trama de la irrealidad
y el halo de la despertenencia
se baña en la venerable solemnidad
de un hacedor que atiende del agua
sus ondas y sus misterios…
© José Luis
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