El ramo y la sonrisa de la novia
He pensado que si alguna vez caminas
por la alfombra roja y el brazo extendido
de la duda y la audacia estaré contigo,
por esa vez seremos acompañantes mutuos.
Arquean los vestidos nuestros cuerpos,
nos enfundan en la tarima de los veraces
donde el corazón retiembla y se acelera
con los azogues de un compás mutante.
En la mano las flores su aroma extienden
las notas danzarinas alrededor nuestro
con pies deletéreos y tribales, el templo
en la cruzada impensada de destinos se deleita.
La novia novio quiere que la engalane y encante
con la miel tersa de los labios, pretendiente
aguarda en la belleza del alma el tránsito
en el que se sella celestial e inequívoca
la eternidad de la existencia.
© José Luis
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