Trasera de una foto
Potentes los coches la velocidad arrasan,
carmesíes los faros de las luces tiemblan
las espaldas del silencio en la calle celada
donde unos brazos se ahuecan y trenzan.
Oleadas de lluvia y pavesas descifran la tarde,
esclarecen los ojos olvidados del abismo
donde se arrojan las plegarias y los miedos
consumidos en los iniciáticos ciclos de la naturaleza.
Disimulan los sonidos los bamboleos de un cuerpo
que contra otro se estrecha en el icor de la tiniebla,
no se puede impedir la impetuosidad de la naturaleza
en el rubor de la sangre o la juventud de la inconsciencia.
Se asemeja este horizonte al conflicto de la vida,
el trayecto por cubrir en la singladura hacia la meta
es directamente proporcional a la evidencia de la muerte
o a la esperanza de la felicidad aquí sobre la tierra.
Desde una tabla de surf las dificultades se sortean
en el mar de poniente mientras la espuma de la duda
desgasta las ambiciones en el vigor de la insolencia,
tal es la trabazón intuitiva de aquesta foto póstuma.
© José Luis
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