Retorno desde el atardecer
El aleteo de las aves se desgaja
en el paño azur del firmamento
espacios que se afilan a la vista
cárdena y ambigua del momento.
Finaliza agosto sus instantes
cálidos airadamente frescos
los vientos traerán a las horas
los jugos libados al adviento.
Van los días perdiendo el brillo
el sol envejece como piel quebrada
en los escalones revestidos del descuido,
siempre el olvido posee al tiempo
implacable con su abandono y su desidia.
Me atraen los juegos del ocaso
con su neblina de vísperas y sueños
pareciera el vientre creativo y materno
de un cosmos sensitivamente extraordinario.
Retorno desde el atardecer de mis horas
con el cuerpo saciado y herido, de luz
mis ojos cubiertos, se atesora el descalabro
en las ajetreadas cuencas de mi alma.
© José Luis
0 comentarios