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Se muestran los artículos pertenecientes al tema Noctívagos.

31 de diciembre de 2022

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Sonarán esta noche, otra vez más, las campanadas.
Con cada repique las uvas nos acercarán al 2023,
atrás quedaron las variadas alegrías y algunas contrariedades,
numerosos son ya los años del ritual de esta noche,
pero no renunciaré al privilegio de su “deja vu”,
al devenir palpable de ser vívido y fructífero…
Un árbol, un libro, un hijo… o qué más…
   
Rostros amigos, manos tendidas, cómplices sonrisas
irán acompañando los nuevos días que vienen,
como anteriores rostros, manos y sonrisas
perviven en el inmenso agujero negro de la memoria.
   
Otro repique más para mí y para ti, para acercarnos
a la música latente que nos ensancha el corazón,
la puerta a nuevas y viejas experiencias se vuelve a abrir,
como la relectura que nos satisfizo de un libro
o la película que nos revela lo no percibido.
   
Noche para el festejo de estar incesablemente vivos
de tener la oportunidad de abrir entrañablemente los ojos,
susurrar en el oído del tiempo la oda a la alegría
o el valor del verbo amar conjugado en plural.
 
Esta noche alzaré la copa y brindaré por ti, por mí,
por el mundo que nos ha tocado vivir
y en el que depositamos acciones y esperanzas
de nuevas generaciones…
pero mientras tanto, que inmenso honor
poder contar contigo.
   
© José Luis

Aquiescencia

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Aquí,
en la lontananza,
donde el abrigo de la mirada
es inquieta conformidad,
tras el dinámico recogimiento
el horizonte ondula su exhalar.
   
Las palmeras entrelazan
entre sus alargadas prolongaciones
figuras afiladas a sorbos
de suspiros y marina corriente.
   
Es un atardecer este momento de luz,
los azures de la franja celeste
por la mano intangible atraídos
tornan anaranjada la brisa,
inevitable preludio de la alianza.
   
Los espíritus bienhechores se renuevan
paralizando a la agreste oscuridad,
royendo su forma a la rojiza apariencia
que nos deja el sol en su fogosa ceremonia.
   
Es la mente un amasijo de mundos,
las reflexiones agolpadas en la frente
han ensanchado la brecha para su huida…
consiento el extravío de irradiaciones
en este estado de quietud,
que permite a los ojos,
aun desconociendo la distancia,
ir más allá.
   
© José Luis

26/07/2022 18:22. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.


Notas primaverales del invierno

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Por el camino dura es la tierra…
mi sombra transita haciéndome fiel compañía,
tiernos árboles flanquean la sinuosidad del terreno
a pesar de los regueros lustrosos de verde hierba.
   
Es febrero y el sol se muestra con cálido manto,
deposita sus rayos en esta heredad de Adán y Eva,
incitando la renovación de la rigurosa vida invernal
en nuevos aleteos, brotes primorosamente tiernos,
afable renuevo de glaucas hojas e irisadas flores.
   
Estas notas primaverales transforman el invierno
en sonrisa iridiscente que deja creación intangible,
suspira el viento en aromas que enloquece abejas
provocando renacer al ciclo fecundativo y perdurable.
   
Las hojas claman por lucir su verdor
las yemas han surgido dando su paso
a los delicados pétalos palpitantes
que rosadamente blanquecinos
muestran al universo su belleza y atrevimiento.
   
Siento en mi palpitar ese ímpetu,
ese nuevo amanecer de una posesión antigua
que se alimenta del perecedero pasado
para dar cabida al gozo y esperanza del futuro,
aunque, a veces, el corazón sangre,
por la injustificada violencia de mortíferos rencores.
   
© José Luis

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28/02/2022 22:04. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Percepciones de este sábado

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Las nueve en el reloj

poco nuevo salvo el languidecer de la tarde

entre los rumores de apreciados acordes…

¡la música reverbera en los sentidos original

siempre, con esa cadenciosa y encriptada letra…!

 

La calidez que guarnece la habitación contrasta

con la crudeza del aire chocando con las ramas

que se agitan desamparadas de sus otoñales hojas.

 

Este equinoccio es estación de la desnudez,

de la necesidad de despojarse de lo superfluo,

quizá de soterrar la desconfianza del invierno

ante la inmediatez de las horas oscuras

y de la exploración retrospectiva del pasado.

 

Resuena el ronco rumor de hojas caídas

así las canas que me cubren van sonando,

anuncian que he de vaciar los estantes

repletos de recuerdos y remotos objetos

y dejar que sean de nuevo mis sentidos

los que llenen estas épocas venideras…

 

Al igual que las letras de las canciones

mis palabras se me van volviendo enigmáticas.

 

© José Luis

04/12/2021 20:47. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Noche del 31 de agosto del 2021

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Golpeteos
arbitran el pensamiento
pum, pum, pum...
retumba el bombeo constante
transmitiendo corriente
en un incesante encadenamiento de harmonía
y vida.
   
Acordes de voces amigas
inundan de frecuencias melódicas los oídos
dulcemente
la noche acuna el aire con guiños de estrellas
y el ojo de la luna fantasea con el invierno.
    
Aquellas flores que se abren a la oscuridad
velan por la pureza de sus pétalos,
aunque no es distinguible su pátina
el aroma que cede a la sombra
hechiza el majestuoso revoloteo
de la polilla leopardo
en su polinizar nocturno.
   
En esta última anochecida de agosto
el calor ha diluido los póstumos rayos del sol
en el ambiente aloque y perfumado
que cautiva el maullar de los gatos,
la confusión arrebata el usufructo al día
y las corduras no han vuelto de la montaña.
    
© José Luis

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31/08/2021 20:20. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Resuena la lluvia

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Resuena en los cantos el caer de la lluvia,
desnuda melodía deslizante sobre los paraguas,
el suelo se torna en espejo reflejante
y la ciudad se fragmenta en múltiples trazos,
recomponiendo catedrales, palacios y esculturas
a su inquebrantable antojo.
   
Evoco los días de campo primaverales.
la hierba fresca y humectante en el ambiente,
predomina en abril la tonalidad amarilla,
las flores ceden a mi paso los pétalos,
son mis botas y pantalones un retal
expresionista de inacabadas pinceladas caóticas…
   
Este tintineo de la tormenta,
me recuerda el rumor integrante del río,
las burbujeantes y espumosas cascadas
que arrullan mis paseos de domingo,
esta paz en murmullo acalla el desasosiego
de saberme en el mundo errante,
asido a valores que solo tienen sentido
cuando abres los ojos por la mañana
y te das cuenta que sigues vivo…
   
Cada día hay personas que desaparecen,
que reviven en la mente de sus seres queridos,
hay bebés que son atraídos a la vida
para dar a la humanidad otra vuelta de tuerca,
y desde luego yo ya no soy de estos últimos…
salvo en sueños.
 
© José Luis

30/04/2021 19:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Nochevieja 2020

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Quizá dejemos atrás un año descorazonador,
quizá la nueva mirada pueda más
y solo quede en la retina la perspectiva de lo bueno.
   
Son muchas las colinas sorteadas
las piedras e hierbas que saludaron mi paso,
la inmensidad azul que permitió elucubrar
formas y bellezas en las nubes,
riachuelos y fuentes que alegraron mis oídos
con el rumor incansable de su canto,
reflejos en las crisálidas aguas de ríos
y ojos amigos,
donde quedó grabado la ilusión del recuerdo.
   
Siempre llega la noche
con su conciliación y descanso,
con las dudas y sorbos amargos,
pues el día se tiene que hacer paso
con la libertad plena de rehacerse
de recrearse, y si quiere, repetirse.
No es la voluntad lo que nos sujeta,
no es el deseo el que nos empuja
es una nueva mañana la que destina sus alas
para emprender el vuelo de la vida,
para abrir en nuestros sentidos la puerta
hacia aquello que nos va definiendo,
recuerdo y pasado será una extraña lejanía
cuando la mente ya no siga con nosotros.
Por eso cada día tiene que ser un despertar
hacia lo que nos hace humanos y sociales,
un descubrimiento de nuestros límites
y también de nuestras grandezas.
He tenido días tristes que hacían borroso el horizonte,
días en los que he perdido la comprensión de la esperanza,
en los que me he distanciado de mis recuerdos
y hasta de mi propio cuerpo.
Pasaban los años con los días inagotables,
mas ahora esos días se han vuelto tesoros,
fuente que ve menguar su flujo
y no sé cómo encararlo…
Una noche como ésta
siempre se llenará de buenos propósitos,
y con ellos me animo,
siempre recolectará los buenos frutos
a los que me aferro.
    
Nochevieja del 2020
nochevieja excepcional
dura y sinuosa
en la que busco el sentido
con reverdecidas esperanzas.
   
© José Luis

Copa y nuez

Copa y nuez

  

Tiempo (copa):
- No, no volveré.
Mente (nuez):
- Sí, y siempre que yo quiera.
Tiempo:
- Puede que no sepas quién fuiste, y no necesites que regrese.
Mente:
- Entonces, aunque eso sea, seguro que desearé que vuelvas.
Tiempo:
- Tú no necesitas del tiempo.
Mente:
- Es verdad, pero  no es para mí, para quien quiero que vuelvas.
Tiempo:
- No puedo entretenerme.
Mente:
- Ni yo dejar que te marches.

No es el tiempo ni la mente quien importa, soy yo, que no sé quién soy.
O quizá sí.
La mente no puede desligarse del cuerpo
pero el cuerpo se ha desligado del tiempo
en una frenética carrera
y según avanzo
y me alejo del tiempo
más me acerco.
El tiempo marca la vida desde que nacemos
el tiempo avanza por nosotros
y cuando nos quedamos atrás
no entendemos qué nos pasa;
y cuando nos adelantamos
nos perdemos.
Ir al compás del tiempo es vivir
y cuando has vivido quieres retener
y cuando retienes se acerca el miedo y la incertidumbre
y vienen las dudas
y en tela de juicio desembocas.
Ir al compás del tiempo
es ir haciendo de la vida un sendero
y sabes que lo que ves es único
y sigues
sin aferrarte, aunque a veces dejes la mirada atrás,
y aun con dudas
sigues
porque no deseas que se escape el tiempo,
mas el espejo no miente
y lo que ves es lo que queda
o lo que no queda.

Yo:
- Tiempo, no corras.
Tiempo:
- Ya sabes que no corro, es mi manera de andar.
Yo:
- Tiempo no andes así, párate un poco y déjame que descanse.
Tiempo:
- No depende de mí.
Yo:
- No sé si reírme o asustarme
(pero mientras deja que no olvide…).

 

© José Luis

31/12/2018 19:06. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Videncias del cristal

Videncias-del-cristal

  
Algunos días
algunos días solo
en la memoria busco
qué compartir en imágenes.
   
Que el tiempo noto
me sobrepasa
y asirlo pretendo
pero...
el final llega del día
y “me han podido”.
   
Es difícil tratar al tiempo
¡y mira que llevamos juntos años!
Pero no me perdona una
así que al menos
algo que han procesado mi mente y ojos
espero que también os llegue.
   
Las videncias del cristal
invierten
lo que en realidad
no es más que otra fantasía
que juega con nosotros
mientras
que tenemos la luz encendida.
   
© José Luis

26/08/2018 22:31. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Protegido

Protegido

  
Dónde la tranquilidad reside,
de la mente el descanso dónde,
el alivio del pensamiento,
no el no querer pensar
sino ese momento de parálisis
que nos invade
e incauta.
   
Una simple alcoba pueder ser la pausa,
el hueco en un muro impertérrito,
desde donde se extiende la mirada,
la tranquilidad que sea estado
que domine el horizonte,
perspectiva perenne en el encuentro
con uno mismo.
   
Una mano en su confor,
sangre caliente,
que a la sabandija dé cobijo
y se tienda efectivo en puente
hacia el sosiego del tumulto
que la vida es a veces.
   
Protegido, desde la cuna a la muerte,
el hombre satisface al destino,
aunque con certeza no sepa
dónde va o ha ido,
aires de tranquilidad cortejan
la incertidumbre
de haber sido.
   
© José Luis

02/04/2018 21:44. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Si la certeza duda fuera

Vendaval-y-perspectiva


Algún día...
acaso...
la certeza fuera duda
y consigo misma luchara
estableciendo las mismas sospechas
que la inmortalidad humana.
   
La juventud, dicen, es un tesoro,
ha sido tesoro en generaciones,
apoyo e incertidumbre de pensamientos
(realidad absorta en una isla neuronal),
donde encubrir las esperanzas,
las desesperanzas y hasta las concordias.
   
Pasan los años
como pasan los respiros
a través de los fuelles del viento,
sin aliento, sin descanso, sin una meta
más que la esencia misma de la vida.
   
Las horas se han fijado en mi piel
donde se curvan esos pliegues de la biografía,
a escondidas de la infantil mirada
que todo lo aprecia nuevo y espectante.
   
Los minutos se me clavan
acerados en el ánima,
pasan sin tomar el asiento
cedido en la antesala
que un día fuera certeza
y que hoy...
se me antoja duda.
   
PD: Si la certeza duda fuera
para qué dudar de la existencia,
siendo la duda vendaval
y perspectiva.
   
© José Luis

05/01/2018 20:59. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

El reflejado

Reflejos-en-Molinillo

 

Día de lluvia,

hace tiempo en la ladera

que el bosque descendió su manto

atrevido entre las antiguas nubes

donde permite que la luz se esconda

y que los colores inclinen las mañanas.

 

Algunas gotas, intrépidas,

penden de las frágiles ramas

y juegan a ser vibrátil úvula,

momento en que mis ojos

(que miran cómo se emula el tiempo)

lo paran y sujeta en la cavidad misteriosa.

 

Es cierto que los días

tatúan en la piel las horas

y es cierto, también,

que las horas hablan tatuadas

en la piel indefectible de lo incierto,

pues cada día en su amanecer

trae un regalo

con sus horas ajustadas

en el temporalizador de la vida transcurriendo.

 

El paisaje reflejado

es a veces el sueño

un reverso en la mente,

sugiriendo el descanso...

del abandono en el espíritu.

 

© José Luis

15/08/2017 20:48. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Reflectante la orilla

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La mañana en la nebulosa
instiga el perfume
entre la putrefacción de las hojas
y el cristal del río cambiante.
   
Árboles son líneas, en la corriente
reflectante de la orilla, ondulantes
en la superficie extensa del venero
mis manos flanquean la frialdad
de las aguas, los labios suspiran
el verdor de la primavera.
   
El otoño deja atrás la vida
la vida me deja atrás el otoño
y los nuevos pasos me asustan
como el verdor de las hojas
escritas ya en la memoria.
   
© José Luis

El saber de las flores

Saber-de-las-flores


Vuelve en la naturaleza
lo que salva la humanidad
que en mí se encierra,
la indefinición primogénita
eclosiona en mares granados,
palpo en la sombra la luz
el parto constante e ingenuo
donde las horas afanosas
entregan, juegos de artificio,
en cruces la geometría de líneas,
mano en la edad escudriñada,
pecas que imperfectas en la piel
marcan impensadas estelas en la bóveda
que fue refugio y templo.
   
© José Luis

14/08/2016 20:49. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Hora y deshora

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Hora
y deshora
en los pétalos
de una flor arremetida
contra la incertidumbre del viento
del esplendor de la noche a la inédita aurora
un pequeño sueño dentro del árbol alimentó el invierno.

Nace
muere
níveo
siempre
solícito
germen.
 
© José Luis

25/03/2016 22:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Ver en lo que no se mira

Ver_mirar

  

Bajo la capa original de los ojos
la penumbra sujeta la incógnita
que me pertenece.
No hay mirada
que profundice el instante.
He olvidado el camino de vuelta...
solo el siguiente paso me separa
de mí mismo.
Tiembla la mano,
el suspiro que lejano surgía
ha llegado y saber qué continúa
es la amenaza
   
La noche atrae el calor
que las nubes retienen.
Todo es sombra alrededor
de la lámpara, yo soy sombra
y me recuerdo.
Vienen los sonidos,
traen la saliva gastada...
crujen los dedos
en su interior.
Vendrán los temblores
de la mañana
y saber qué continuará
será la esperanza.
   
© José Luis

04/06/2015 23:56. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Puerto desde la ventana

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Abruptas las montañas
el blanco manto despejan
en el glauco frescor de la hierba,
las nubes apuran de mis ojos la claridad
de las montañas que distantes requiebran
a la aurora mi cantinela.
   
No está el día fresco,
mis brazos sienten en la piel
los escalofríos que deslizan las sienes
en el fragor cubierto del camino,
ocultas memorias entre los parajes
de reflejo azur, la floración bruñe
los lechosos celajes más allá de la consciencia.
   
Retorna la primavera en los campos humedecidos
los colores devuelven la alegría a los pétalos
de las flores, las imágenes cristalinas hunden en gotas
la firmeza de la tierra en la profundidad de los sueños
y entre los lazos del viento la luna escondida sonríe
en mis labios, las palabras lanzadas vuelven del abismo…
      
© José Luis

Tarde cárdena

TardeCardena


El sol se abandona en la sombra
cárdena de la tarde taimada,
las nubes que en tus ojos se reflejan
escarban penumbras en el aire,
los párpados de la vigilia despejan
el ocaso.
   
Los árboles regentan la esperanza
la savia regenera las venas acaecidas,
en las ramas piaron pájaros de la mañana
canciones de amanecer y lluvia.
   
La tierra levanta el olor inmarchitable
de fuego, se hunde en la prolongación blanca
donde la escarcha fue el manto profundo
que absorbió de la firmeza mis ansias.
   
Las manos revelan el paso de mi tiempo
las señales dejaron de oponerse a la muerte,
ahora son franjas superpuestas los recuerdos
de la mente suben y bajan mezclados los peldaños,
un continuo de sensaciones pespunta mi crepúsculo.
   
© José Luis

La vuelta de giro

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Interpretan los ojos la mirada
de la plaza, una vuelta en mi cabeza,
gentes que pasan, que miran
y no ven nada
más allá de sus ojos propios.
   
Las manecillas atrapadas en el tiempo
también como yo sueñan,
ser horizonte en el horizonte,
desgranar la inexactitud en las manos
de los años que tuvieron vida
y que son recuerdo ahora en el recuerdo.
   
Mis pies cada vez más se acercan
a cualquier sitio que no quiero,
el futuro se estremece en mis brazos,
miedo en el corazón tengo,
las llagas del tiempo asombran
los valientes reflejos del ocaso.
   
Tu cuerpo en mi cuerpo, yace
la mente en la idiosincracia
de un día ventoso y acallado,
porque las sienes,
un mundo de mundos,
una nada olvidadiza y áspera
me recuerda que no tengo...
la eternidad ejercitada.
   
© José Luis

31/01/2015 20:58. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde mi amanecer

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Vuelve la luz
de la noche, desde mi profundidad
de aquel lado, desde la claridad
donde se asientan las quimeras.
   
Estos ojos vagamente
en el horizonte profundizan
los recuerdos de la ventana
en un mar indeciso y toronja.
   
Con las garras del tigre incesante
convengo desde aquel amanecer una visión
una escondida estela de afonías
en los que me he visto,
me he palpitado,
me he vivido...
   
En el olvido abandono
la incoherencia misma de la vida
donde los minutos son las fugaces estrellas
depositarias de lo que alguna vez he sido.
   
Me mira el amanecer
desde el vano de la lucera,
sonríe, quizá como furtivo sabedor
de esa inseparable levedad de una existencia.
   
© José Luis

Camino que recorres caminante

CaminoCaminante

 

Camino que recorres

de ingravidez terrosa, caminante

glaucos son tus ojos en las hojas

espesura que invade la mirada fronda.

 

Excitables los regueros marcan la senda,

la pista es un riachuelo retozón y versátil,

en los recodos lejanos oigo ese reclamo

escondido en el sueño… en la aparente nada.

 

Extienden sus brazos los árboles

intangibles dejaron escapar las alondras,

anhelo ausente el eco de los piares,

el reverdecer de los alientos desprendido.

 

Nuevamente no soy

más que un tiempo espoleado y marchito,

un paisaje en el recuerdo,

un cuerpo desintegrado

en la duda y el regreso,

aquello que conquistó en un alma

la serenidad honorable del hombre.

 

© José Luis

04/03/2014 21:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La encadenada sombra

LaEncadenadaSombra

  
Los pensamientos escasean de sombras,
de cadenas que a la tierra los aferren,
brazos retenedores de esforzados vuelos
ansían, las nubes su brumosa mañana
dejan en la lejanía horizontal de las visiones
y los dedos, abigarrados, en sus puntas anotan
otro amanecer al sol poniente encadenado.
   
Rasgan las notas de una tenue melodía
las estrellas, en sus rumbos rigen
la enérgica invasión de los sueños,
detienen los ruidos la incesante noche
entre los tupidos párpados de un enigma,
¿serán mis ojos apasionados amantes en secreto?
   
Pasea, irreverente, junto a mi ventana un gato,
las luces que de las farolas bajan le alcanzan
en una sombra encadenada a clandestinos pasos,
con ritmo fustiga su cola mis pestañas dilatadas,
¿serán mis ojos otra vez ese alarmante faro
que inmoviliza el final del mundo con la nada?
¡Tiniebla, nunca bucearás mi fondo!
   
© José Luis

23/08/2013 01:57. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

La orilla verde

OrillaVerde

  
Camino entre los albores de las sendas,
entre los arraigados márgenes de la realidad
fugaz eludo de los pensamientos la pesadez
en la orilla verde de un árbol alumbrado,
cuando los partos eran olvido de la tierra
en la descarga de sus estertores creativos.
   
Bajo el cielo sostienen las nubes la sombra,
huidiza se hace con las horas la mañana
bañada en la glauca seda que del Hades nace,
anadean mis pies de las simientes el alivio,
fresca es la alfombra desparramada en salario
transitorio del reverso imprescindible del ocaso.
   
¿Dónde extraviadas aguardan mis ideas
el origen apremiante de las palabras?
¿Dónde, impensables los deseos, guardan
la emanación furtiva y la promesa milenaria?
Las blancas hojas amarillean en el otoño
de mis años ríen las deudas en la piel depositadas
donde tus labios caminaron a tatuaje y fuego
de la noche entre inquebrantables espasmos.
   
© José Luis

31/10/2012 22:11. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Las tres farolas

LasTresFarolas


Son de la luz los reflejos de la noche
rayos invisibles que resquebrajan
la esférica circunstancia de la muerte,
los árboles claman ahojados su día
los brazos extendidos al viento
oración crucificada mil instantes
mientras resbala inmaterial la savia
que al tiempo preña de hijos inmortales.
   
Son los reflejos de la noche de la luz
sueños bastardos acurrucados en la sombra
de una empedrada calle con tres farolas
resquebraja el suelo en la fosforescencia
los pasos espantados de un caballo
remontando la alborada en las quimeras
que sustentan infranqueables los altos muros
de la falsedad, la desigualdad y el despropósito.
   
Son de la noche los reflejos de la luz
irisados matices en la retina estampados
atardeceres eternos de toronjas oleadas
de volátiles compases de armonía y ensueño
en la macerada cumbre de aquella montaña
con dos tablas encendidas en la conciencia,
aún remonta el ocaso asustado el caballo
con ese jinete que inmortal le espuela…
   
© José Luis

31/07/2012 23:52. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Atenta en su mirada

AtentaEnSuMirada

  
Transcurren las piedras en los años
inamovibles torres en la historia
en la diversidad de paseos sitiados
con los multitudinarios pasos incumplidos
ante sombras que se mecen en la tarde.
   
Las cigüeñas traquetean los pináculos
sus picos hacia el horizonte extienden
y pellizcan un trocito de cielo flambeado,
las alondras reflectantes inclinan sus vuelos
entre los silenciosos troncos de las riberas.
   
Pasear Salamanca por caminos de sus piedras
amanecidas entre labrantíos y cinceles alados
plumas encarnadas en la velocidad de unas hojas
enramadas al viento, alguna oquedad atenta
en su mirada me persigue ocre con sus órbitas.
   
© José Luis

31/05/2012 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde las alas de una figura espectral

AlasEspectrales

  
Mis pasos me llevan en la mañana
a la transparencia de los escaparates
a la habilidad de unas manos que tejieron
con su afán una infinito naciente,
un reciente cosmos desde una nueva imaginación.
   
Juegos de mente con el espacio-tiempo
concierto de arpegios en lo desconocido,
la estructura sinfónica de los recuerdos
desde las alas de una figura espectral.
   
En cada átomo de cielo fecundizado
el propósito del hombre reverbera
ecos del designio de locura y grandeza,
de vetustos inicios en lo esotérico
en la profundidad del inconsciente
desde nuestra más oportuna creación.
   
Desde las alas de una figura espectral
mis sentidos se suspenden y desplazan
en la inmensidad onírica de los vergeles
que fueron jardín primigenio y placenta
de sangre y arcilla.
   
© José Luis

12/05/2012 23:47. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Sonoridades a oscuras

Sonoridades oscuras

   
Aliada a la luz en el escondite
la penumbra anubla el fondo de la mirada
sujeta al ocaso la corriente arrastra al tiempo
y a los reflejos de los hereditarios árboles
en los fondos de la retina
mientras el cielo,
encendido tras su naturaleza,
sangra en los paños de un azur ensortijado.
   
Suenan verdinegras las aguas profundas
en su paso por Salamanca lamen
los vetustos pilares de los puentes
estrechando en la distancia las perezosas barcas
ahuecando en las hipnotizadas ramas
las palmas del invierno absorbente
y al descubierto la piel acrisolada de las hojas
tornan la oscuridad en plateado aliento.
   
Al mar se encaminan ovilladas las voces
con la invisible algarabía de vespertinas alas
se encaminan al mar los arrullos primaverales
con los sonidos cristalinos de las tórtolas
mis besos al mar se encaminan obedientes
en las indomables ondulaciones de tu reflejo.
   
© José Luis

08/05/2012 23:56. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Escribiendo

EnElQuicio


Unos dedos
entre los lomos atrapados de un libro
unas manos
en las huidizas sombras del hielo
unos brazos
aspados en la impenetrabilidad de la noche
unos hombros
en la invernada de la tierra anclados
un cuello
espaciado en la imaginación de luciérnaga
una cabeza
en la sinrazón abandonada.
   
Levanto de la almohada los ojos ocultos
amargan las lágrimas que en el pasado se bañan,
las imágenes de la tiniebla que resuenan en el aire
se zambullen en los intersticios de la mudez
donde el tiempo con sus colmillos se arroja
a mis espaldas sobre la edad atesorada.
   
¡Qué difícil me nacen las palabras
desde el pecho atribulado del invierno!
¡Cuántas las sílabas entre las sábanas
contadas al abrigo del onírico adviento!
   
Serena, la noche en su corriente,
humedece mis desatentos sentidos;
el olor a anochecida me envuelve
como presente postergado en el quicio…
   
© José Luis

De brindis

DeBrindis

  
Frágilmente ribeteado el cristal carmesí
en los labios que apuran ilimitados las horas,
manso subterfugio de períodos y preceptos
en el fulgor magmático de clepsidras ateridas
y conspicuas, lenguas restallando en la inquietud
de la noche nupcial y naciente del año dos mil doce.
   
Irrigadas las venas desafiantes flanquean los alcores
invoco el solitario suspirar del viento en la loma,
pujanza irresistible de la fiera en su inusual aullido,
turbulentas las luces parpadean nebulosa la sombra
y en la calidez de las sábanas el deseo se enreda,
afilada la inconsciencia hiende mi sien vacilante.
   
Remonta la aurora el vulnerable llamear del horizonte
mis ojos, aunque inexcusablemente cerrados, vislumbran
en la oscuridad enigmático el ensueño de confeti y uvas,
solamente los brebajes de una maga hacen desatender
el vaporoso e ineluctable transcurrir del entretenimiento
mientras la realidad zigzaguea rubicunda las espesuras.
   
© José Luis

01/01/2012 22:05. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Hoy, treinta y uno de diciembre de 2011

Hoy31Diciembre2011

 

Revienta el cielo en su rubor plomizo
brota la intimidad de las sombras
en los solitarios rayos del viento
y en el túnica risueña del equinoccio,
tras la túnica risueña del equinoccio
abandono las imágenes que impuras
sacrifico en el rigor del invierno.
   
Despiertan los nublos del horizonte…
los pájaros ya no habitan en los árboles, podados
irradian los trinos más allá de las neuralgias
la corrupción traspuesta de las hojas,
en la corrupción traspuesta de las hojas
fueron parte primaveral del canto
los temblores cavilosos de las péndolas.
   
Se acercan impenitentes las últimas horas
con el azogue de las uvas en la embocadura
incomprensible del descuido y las músicas
revientan en el suspirar dramatizado los ojos,
revientan con el suspirar dramatizado los ojos
que nada hasta ahora vieron más que bramantes
y viejas calaveras.
   
Dos palpitantes inquietudes exudan mis huesos
mientras late en la intención de la noche la muerte
y perpleja la oscuridad interpreta en la tonada
agónica del reverbero las notas que desconocidas
componían fúnebre la marcha implacable de otro año
con el treinta y uno de diciembre a la espalda,
es el dorsal en Sísifo sangrado a fuego y norma,
es nuestra humana índole de recomponernos
en la fracción de dios creador en nuestro vacío.
   
Llegará ¿feliz? el momento del abandono irrefutable,
llegaremos a interpretar en el dolor la inmortalidad
negada a Adán… muerdo con viva rabia la manzana
como pezón erguido y ocre de la efervescencia
de la abstracción surgente del alma, mi cuerpo
una lágrima elabora
con todos sus recuerdos…
   
© José Luis

31/12/2011 14:29. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Entre las espumas del mar naufragando

EspumasMar

  
Entre las espumas del mar naufragando
siendo deriva sin barca, siendo vacío
en la densidad verde-azulada del agua
mis brazos pausados bracean las ondas
húmedas y cálidas, siento a lo lejos la arena
abarrotada, la orilla es pasarela abrupta
multitud de verticales líneas transitorias
sofocados fósforos en la intensidad del aire.
   
Tersa una sensación de ingravidez me invade
preexisto en la nada antes de ser principio
me desposeen los ojos de los abruptos vuelos
enhiestos de las gaviotas, fugitivas sombras,
mis oídos rumorean las voces antes del habla
las palabras guturales en el perpetuo olvido
donde hilan los serafines las manecillas del instante
y el tic tac de la memoria limpia los recuerdos.
   
Nado con el sol a la espalda, no sé si podré con tanto,
sus súbitos rayos como flechas penetran mi espalda
deserta mi corazón en el fondo húmedo sus latidos
el soplo de los pulmones burbujea entre las crestas
aciduladas del espasmo y destierra mi boca en la lengua
las invocaciones de la atmósfera, del sonoro silencio
enclaustrado en mi mente, contorsiones gregorianas,
entre las espumas de un mar me mantengo naufragando…
   
© José Luis

10/07/2011 23:53. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Alegoría de los mundos 3

AlegoriaMundos3

  
Constantemente trenza su tela la araña
empresa sin par, encaje a la perfección
en el desocupado rompecabezas del aire.
   
De las alturas provienen cálidas las gotas
lágrimas de un dios sensitivo y sensible
procreación humanizada del destierro
riente mutación de agua bendita y autora
de rastros, especulaciones y simientes.
   
Suspenden entre cielo y tierra los hilos
entramado de representaciones y tendencias
poliédricas volutas impresionadas en un mar
glauco y atrevido, un mar colmado de perlas
esféricas, rutilantes, espejadas y límpidas.
   
Germen húmedo, emergido semen del alma
entre las riberas clandestinas del espacio
donde los pensamientos, inocentes, aglutinan
entelequias y vacilaciones con los que erigir
los perplejos fundamentos del hombre.
   
© José Luis

08/07/2011 23:37. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Alegoría de los mundos 2

AlegoriaMundos2

  
Esmero pertinaz en una gota
espejo instaurado en una cueva
resquicio de un lucero al inframundo
pensamiento lateral de incandescencia.
   
Pugna la memoria en el tiempo
ancestral la mirada en la quimera
el cielo ahora sea desde el terruño
bóveda reformadora de la esencia.
   
Cruza las corrientes una alondra
en su pico una hojuela de preludio
se extiende desde el aire una lumbre
humo, grana y cenizas de la aurora.
   
Justos los ojos se tornan distancia
lejanía desde la inaugural antorcha
rugiente fuego destilando un mundo
con los contornos del paraíso de Eva.
   
Iniciado se extingue el contratiempo
la cuenta atrás en la extraña carne
(¡la sonrisa de un bebé me disuelve!)
infecta de un alma inmortal y tajante.
   
© José Luis

Vencer o perder

VencerPerder

  
Triunfar
es el signo del destino
o la disposición de los astros.
   
Hoy no veo las estrellas,
hay días plomizos en la atmósfera
que nos separan del horizonte
y nos dejan a merced de los caprichos,
o la Fortuna.
   
Suena el agua de la fuente,
murmullos tenaces de las entrañas,
galeotes del porvenir y lo acaecido,
expiración de la noche que se adentra
en los tuétanos que embargan el día
gemelo en que uno nace.
   
Nos acompaña la noche en el discurrir,
sospechan las luces que todo ha cambiado
desde el último alumbramiento,
como todo cambia después
de ese primer respiro de aire.
   
Nacemos con la frente sellada
por los suspiros de una madre,
vivimos en la continua disputa
por conquistar el territorio nuestro,
y puede que sepamos
que no todo se reduce
a perder o vencer.
   
© José Luis

03/07/2011 23:27. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

La selva que fue jardín

SelvaJardin

 

Feroces las hiedras se adormecen
en los ladridos raudos de la noche,
de la mórbida aspereza de la selva
enhiesto el suelo desalfombrado yace,
rugiente la maleza dilata en su savia
las pupilas infernales del adviento.
   
Titila lumínico el círculo errante,
el tiempo en sus surcos se desmiembra
procaz entre los susurros del descuido,
tus labios descerrajan aún en las palabras
otros surcos dentro mis labios, imperceptibles
son los avances sórdidos de sus ramas.
   
Poseo entre mis dedos ligados,
los atillos inaprensibles de la bruma,
los latidos de la sangre oscurecida
ahogados en el rumor doliente
del silencio,
la selva que jardín fuera.
   
©  José Luis

Reflejo de líneas irisadas

ReflejoDeLíneasIrisadas

  
Flota una isla en la nada del océano
un náufrago sostiene firme la palmera
donde la sombra indómita se refugia,
en la madera que cruje retoza el viento
en soledad con latitudes temperadas,
las cuerdas de un violín sosiegan la tarde
calurosa, de verano y nubes abotargada,
un coche sujeta las rodaduras del mar
en los cristales ahumados de sus ventanas,
braceo en la profundidad de mis sueños
junto al oscurecer y sus diminutos peces
ahuecando pertinaces las arenas del sábado
en la marisma procelosa, estival y sacrosanta
del domingo de biósfera y dispersiones.
  
Secretos de la redoma se encadenan al fondo,
efluvios de noches y versos en voz baja,
temblorosos los susurros de la base emanaban,
aquellos pejes descubrieron el saber oculto
supieron del anhelo de los demonios por el paraíso,
nada comparable con la eternidad y el conocimiento
salvo, a veces, la armonía y la paz con uno mismo.
  
©  José Luis

21/08/2010 22:41. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde unos ojos negros...

DesdeUnosOjosNegros

  

Las paredes de la habitación rocían
temblorosas de secretos la madrugada,
cada ladrillo guarda en su cocción la plegaria
de las manos creadoras del hombre,
sólo en la oscuridad crece el carmesí
de los ojos suplicantes, nada ajeno
a la noche es ajeno al desasosiego,
una palabra ulula en mis oídos,
martillea el sopor en las entrañas
hasta despertar la inconsciencia,
se han sido los pasos sin mí,
no me encontré preparado.
  
Las pupilas alejan lo insoportable del sueño
y profundizan en una oleada de caricias:
los campos trillados al atardecer
se han desprendido del polvo del día,
ese polvo pegajoso y tórrido
reposado en una magdalena con té,
  
¿aún recuerdas los oscureceres
en la casuística armonía del cielo?
   
©  José Luis

15/08/2010 23:39. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Oniriflejos

Oniriflejos

  

De este mundo los enfoques son
la esperanza que devora las horas
en la irrealidad de los reflejos,
la individualidad he agotado, inmaculada
en mis ojos ya tu mirada no repara,
cuando el sol enrojece las negruras
y los árboles someten a mi espalda
el derredor de la noche, agitado
brota el absurdo de mis entrañas.
  
Ascienden las palabras, con el silencio
obsequio el agitar de mis labios
a la imperfección de la aurora
donde el corazón se ha velado,
como un cielo intratable y neblinoso,
las caléndulas abordan las imágenes
depositarias de los destinos inabarcables,
no intentaré resucitar el pasado
que a la vuelta de la esquina yace.
  
Onírico el subconsciente de un río
ejecuta el reverdecer de los álamos
con los verdes silbos de mis sombras…
  
©  José Luis

Locura o cordura

LocuraCordura

  

No hay límites en el abismo de las horas,
devoradas son las fragancias en el deseo
devastando la viscosidad granada de una viña.
  
Sólo los ojos en su mirada permanecen firmes,
se descuelgan de las pupilas los recuerdos
y de los brazos de un mar embravecido los segundos
como fugaces lágrimas por el rostro de la noche.
  
Nunca se detuvieron las palabras en el abismo
ni en la luz envenenada del destierro,
junto a mis huesos vela la llama del ocaso
mientras del sol se expanden los rayos moribundos.
  
Tu voz, difusa y lejana, invade mis temores
en la soledad postrada, tanto arranca la locura
(o la cordura) a la infelicidad, la dicha y el olvido.
  
Ansía el alma de la permanencia el cuerpo
de lo tangible de la sima que vertebra su versatilidad
la infinitud de la vereda en el destino me se antoja
piélago infranqueable y ambiguamente turbulento…
  
©  José Luis

16/04/2010 18:23. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Fragancias de oriente

FraganciaEnVuelo

  

Vientre de río arqueado en el puente,
plomizo cielo de luz clara y confusa,
la línea voladora roza las alas de la brisa
donde distraída el ave cruje el silencio.
  
Rutilantes las carrozas arribaron a puerto,
pertinaces los camellos flanquearon la arena
y los niños saborean los caramelos de la noche
en la que los deseos están aun más cerca.
  
Los sabios bordean vacilantes las estrellas;
oro, incienso y mirra en la sonrisa y en los bolsillos
las cartas repletas, con las letras de los tiempos
leen los reyes el periódico virtual de las leyendas.
  
He limpiado mis zapatos, antes abrillantado,
allá aguardan sujetos a la falda del árbol
el paso vertiginoso y milenario de la cabalgata
mientras impalpables duren los recuerdos.
  
De la lejanía proviene la “madera de oriente”,
la fragancia de los anhelos y los desheredados,
ese fluido y virtual aire por la memoria deslizado
de un infante que soñaba, ilusamente, con los Reyes.
  
©  José Luis

05/01/2010 23:27. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Vista de cuclillas

Cuclillas

  

Nos acercamos a la tierra
encuentro obligado y necesario
disponemos los pies en los polos
y recargamos de humanidad
el aire, el sol y las nubes.
  
De cuclillas el cielo se encorva
hasta tocar nuestro pelo
con las gotas inmersas de lluvia,
cálido y húmedo amor materno,
quizá sea quien se lleve
aquello de lo que no me acuerdo.
  
Vista escalonada en el espejo
inmaculada grabación de los ojos
enmarcada figura
así fluyen cautelares las aguas
por las venas del destino
meandros, encrucijadas
vuelta atrás y solución de continuidad.
  
Se encuclillan gelatinosos los labios
allá donde bostezó el ocaso
y bajaron rápidos los sueños
por los pararrayos de las manos,
se quiebran serenas las montañas
en aludes de nata y viento,
y los mismos dedos que rasgaron la aurora
se persignan
con la cruz compasiva de los duelos.
  
©  José Luis

02/01/2010 20:13. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Treinta y una menudencias

31Menudencias

  

Da Diciembre treinta y una razones
a Enero, Noviembre y a los otros meses
para ser el que se despida cada año
de lo antiguo y nuevo que trae el adviento,
remolonas se van las páginas de este libro
poco a poco leyendo los torrentes y avenidas
de sucesos grabados en las niñas de los ojos
donde retenemos la lágrima del recuerdo.
  
Se despereza el dos mil diez en su nido,
parto de trescientos sesenta y cinco días,
entreabiertos los sentidos renace de luz
la noche con sus singulares campanadas
y porfiadas uvas, una por cada necesario olvido,
otras para macerar el desgarro de la existencia;
voz que avanza río arriba sin volver la vista
porque es lo que tiene avanzar... dejar en tierra.
  
Parto con la luz del alba al destierro, a la muerte
silenciosa de la estela que fue morada y cobijo,
dejo los brazos extendidos a los cuatro vientos
porque sé que de mis dedos, deshojadas margaritas,
nacerá violácea la luz del ocaso entre tus nubes
blancas como piel incorruptible de la mirada
que es transparencia del cuerpo
que es abigarramiento del alma…
  
©  José Luis

La colonia de hongos

ColoniaDeHongos

  

Minimalismo de madera en el árbol,
cada corazón aplaca su propio ritmo
en unas leves palabras que suavizan
la arruga inquebrantable del tiempo.
  
Azaroso el olvido trabaja en la sombra
donde implacable el magnetismo del norte
y escurridizo el espectro de los descarriados
profundizan en el deambular de la noche.
  
Unos pasos resuenan en mi mente
mientras se hunden los rayos violáceos
en la inquietante frondosidad de la floresta
hasta los conspicuos hongos de ámbar cutícula.
  
La unicidad de los iguales sujeta la perfección
a la temeraria y deslavazada cota de los ocasos,
¡qué ilustre la cruda dignidad de los secretos
cuando por las atalayas de la glorificación se deslizan!
  
©  José Luis

25/12/2009 21:47. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Nubes articuladas

Nubes articuladas

  
Todo procede de la oscuridad
la ceguera
el caos y la confusión
la inutilidad de la pena
el calor del sol
sonrosadas las nubes de la mañana.
  
Todo emana de la luz
el triángulo fraccionario
el arco multicolor
vaporosas la gotas de los ojos
el final del túnel
la protección y el calor.
  
Me gusta ver el amanecer
mientras camino por el campo
situar las nubes cerquita
alrededor del cuello de la tierra
y matizarlas en mis labios
con anómalas palabras.
  
Tiene el cielo esa cualidad
de cambiar nuestra mirada,
nuestro estado de ánimo
con su espátula irisada,
trábanse la nubes
con las corrientes del aire
con las manos articuladas
que sujetaron en su frente
todas las constelaciones.
  
©  José Luis

22/08/2009 00:02. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

De cara al girasol

De cara al girasol

  
Redondas son las caras
de las pepitas concéntricas,
halos amarillos cabecean
al son del aire,
el campo ambarino y verde
parece el oasis del tiempo
donde viene al solaz
cuando cae la tarde.
  
Me acercó a un girasol
le miro de frente
en la concavidad del semblante
donde azabache un mosquito
pasea como yo por los sueños,
por la tersura aterciopelada
de los alcores silvestres
y el danzar de las ninfas.
  
Juntos vemos caer
la penumbra a la tierra,
y siento más cercano su mirar
penetrante la oscuridad
nos susurra al oído
los enigmas del pasado;
ahora somos dos cabezas
llenas de pepitas…
  
©  José Luis

17/08/2009 23:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Campo de amanecer

Campo de amanecer

  

Ennegrecida la tierra revienta
en la plácida claridad de las horas,
impregnada de oscuridad y sueño,
los tallos, antes dorados o secos,
de una incertidumbre prensada.
  
Allá una nube rebosa, preñez abrasada,
el pabilo acotado y residual de la noche,
el amanecer despliega inmaculado el abanico
de los indefectibles rescoldos de la vida,
reverdecemos de las frugales pavesas
que el viento no acierta a baldearnos…
  
Desde el horizonte, ajenos al pensamiento,
los ecos ahondados en la imperturbabilidad
bajan las laderas del silencio amaestrado
en la inextricable soledad de la penumbra,
donde las palabras fueron los brazos amables
con los que articular la esencia del desconcierto.
  
Otra vez me llega ese aroma de los campos,
el intenso rubor de las anochecidas en el tálamo
donde las aguijadas de mis uñas surcan de tu cuerpo
inmemorial la fragancia de las pasiones perdurables.
  
©  José Luis

11/08/2009 19:02. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Migajas de letras por la carretera

Letras por la carretera

  

Las montañas insospechadas veredas
hacen prófugas las palabras, se marchan
letra a letra por el arcén de la distancia
muy dentro de la hondonada y la duda
donde las corrientes trastornan opacos
los versículos dispuestos al sol cautelar
cuando las sombras desandan la noche.
  
Granitos son las arenas perfumadas
por las lágrimas que vierte el cielo
en la clepsidra informal de las ánimas
y los aromas intuitivos del desierto
conjugan los rituales de la razón
a través de los deslavazados pasos
que son los recuerdos y sueños.
  
El humor de los mundos perforados
entreteje la avalancha de los herméticos
ardides de los hombres, la mano extendida
a la complacencia de los pensamientos
que avalan la inmortalidad del tránsito
entre las generaciones de la sierpe,
no bastará con una manzana transgresora
al peregrinaje de los desterrados.
  
Una sonrisa aparece entre los guijarros
que hicieron camino a la travesía del nacimiento,
unos labios arquean las líneas que fueran rectas
mientras los pájaros en sus picos alternan
vernáculas las vocales con el desarraigo de las consonantes.
  
© José Luis

19/06/2009 23:27. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Lagarterana

Lagarterana

  

Reclinas la cabeza en la confusión de la gente
donde el ruido de la mañana son los pasos azorados
y las risas carcomidas de aquel domingo de gala,
el propio cielo atrapa tus colores en su espejo.
  
La multitud rodea las calles que gotean el sonido
embarrado en las palmas y en los ojos de los muros,
las nubes se abren con las notas de esta fiesta
y los altares se recogen entre hilachas de ataujía.
  
Ya los rayos se pronuncian quietos en las sombras
con los ininterrumpidos cantos de alegría,
ya los niños retozan en su ajetreo ajustado
bajo la mirada de las traviesas lentes del peregrino,
bajo la supervisión cautelosa de las manos
que acompasan sus años con bálsamo y cariño.
  
Retengo tu mirada perdida entre mis dedos
mientras alcanzo de tus ojos el horizonte
donde guardas cautelosa la distancia como faro
que ilumina la posesión sagrada de la noche.
  
¡Ah, pensativa y circunspecta lagarterana!
¿Dónde encallaste la viveza de tus ojos
sino que el la infinitud retraída de la mañana
ritualizada, embravecida y amorosa?
  
© José Luis

18/06/2009 23:54. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Espigas acunadas

Espigas

  

Verde el cielo entre los penachos del ocaso
donde los azures toronjas atenazan las nubes
y los sueños suplican tenues las alas del olvido
donde perderse inmortales entre tus brazos.
  
Las espigas de la primavera retoñan la tierra
con los suspiros de un horizonte entregado
a los avatares inaccesibles de las rosas y la lluvia
cuando llora la floración de lo prohibido
en la íntima inmensidad de los denuedos.
  
Las amapolas en el rubor sus tallos comban
fronteriza la tarde a la ribera de tu sombra
y los misterios de tu cuerpo invitan al sigilo,
a la hondura lúbrica del fuego que se graba
en la corteza de la noche como una rúbrica
que resalta las llamas del vergel en el deseo.
  
Mis manos arrullan las raíces de lo imperceptible,
de la redondez insondable de la existencia
cuando se decide a nacer en el más insospechado
de los corazones…
  
© José Luis

07/06/2009 22:24. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

La guía del desierto

Palomar

  

Una brújula entre los astros del universo,
donde las arenas desencadenan la inconsciencia,
arremolina en sus agujas el movimiento
de los átomos progenitores en la quimera.
  
Un instante se asemeja al hombre
en unos dedos de barro,
en una onza de carne
que plasma la ingravidez de la vida
desde las raíces mismas de un hálito
que fue enigma y búsqueda
de los ojos adoradores del cielo.
  
Las huellas, entre los laúdes de la noche,
recelan de las pisadas sin compostura ni oscuridades;
cabalga la muerte a lomos de la pureza;
el sendero, jalonado de los árboles de la ciencia,
permanece inmóvil en la simplicidad de las horas
donde se renuevan pactos de huida y silencio,
y en la inmediatez invertebrada del vacío
unas voces, unas palabras guían mis labios
a la vigilante de los sueños
con el perpetuo SOS de una inquietud:
la eterna travesía del tiempo…
  
© José Luis

27/05/2009 23:39. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Líneas a la invisibilidad tangencial

Huella tangencial

  

Nada, nada, nada
permanente en el vacío se escapa
de las moléculas de lo inopinado,
de las líneas tangenciales a la invisibilidad
cuando el amanecer no persigue a la noche
y un suspiro se olvida en el coagulante del desasosiego.
  
Se cierran las nubes en formación de coartada
y las montañas, incapaces de aplacar el cielo y su ira,
se agazapan en la oquedad de un rayo,
intuyendo ser la duda de mi lechoso pliego.
  
Crepitan las hojas el sinsabor en las tinieblas,
allá donde las flores licuan vírgenes los pétalos
y se enroscan las sierpes en las estrías de las manos
que nunca rozaron piel ni el deseo de la vida.
  
Ojos que no miran permanecen lánguidos
en la carne por el tiempo derruida,
sólo una voz, una palabra sin sombra
atenúa al dolor en su enojo…
caprichosa se muestra la inexistencia.
  
© José Luis

25/05/2009 22:40. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Piedra de picapedrero

Piedra de picapedrero

  

Pica el tiempo
en la mano
del picapedrero
y
tiemblan
las venas del ocaso
el aroma del silencio
en los ojos de la huida...
todo y nada cambian.
  
©  José Luis

12/05/2009 22:50. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Una, una y una

Flores

La calle se sorprende en la mañana
en el sol reciente que luce
desnudo entre los árboles,
con el piar de los pájaros
se rompe el silencio transparente
de las campanas que huecas
repican los gallos del ocaso,
un sonar retirado y metálico
como un campo violáceo
de recuerdos y poemas.
  
Una y otra y otra
las campanas del adviento,
trompetas de la dicha,
razón olvidada de los recuerdos,
humana condición de los errantes
decidieron abandonar la bienestar
por la conquista incierta
de un paraíso inexplorado…
  
©  José Luis

04/04/2009 23:22. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Domingo de marzo y paseo

Domingo de marzo y paseo

Vienes desde el amanecer ingrávido
donde amonestas al sol con las tonalidades del olvido
amarillos, púrpuras, toronjas…
hasta que el azul de un mar oscuro y profundo
te sumerge en el horizonte
y en la perpendicular del viento
con las manos de un niño
sobre el campo verde y abierto.
  
No todas las montañas miran con los ojos
perfilados por la nieve blanca del recuerdo,
ni dejan en la memoria el sabor del céfiro
consustancial a las almas inmersas
en la oquedad de los instantes
donde la vida aguarda la señal de salida
y los estertores de la muerte se suceden
continuados en los pálpitos del invierno.
  
Trae la tierra esa claridad del solsticio
permeable a la evolución de los misterios
en los pensamientos que descansan
al frescor de la sombra y una cruz.
  
© José Luis

22/03/2009 23:05. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Bosque de manchas

Bosque de manchas

Desprovisto de las sombras el cielo
atenaza con la luz el regreso de las bardas,
la vuelta a la insondable tiniebla de lo arcano
donde las cuevas eran bocas inmensas y abiertas,
tragaluces de pigmentos y mares de siluetas,
allá en lo que fuera la llanura inexpugnable.
  
Vencen las marismas los aleteos de los pájaros
en la inmensidad azogada del agua y los vértices
de los celajes encajan las figuras en los sueños
mientras los brazos de los inertes labran la tierra
y el fruto de la derrota se aleja en el viento
musgoso y ensimismado…
  
Raudales de manchas se arremolinan en los tallos
donde las hojas poblaron de verde la inercia
mantenida de las estaciones en las cadenas
con los viejos relojes que del bolsillo penden
estratificados de deseo y la abundancia.
  
Se extienden celosas de su destino las montañas
en los crepúsculos del horizonte cárdeno
y acarician las gemas en los ojos ciegos y remotos
desde los que contempla el mundo el ungido
de los hombres desheredados
de los pensamientos que agitan las aspas del reino.
  
© José Luis

18/03/2009 17:31. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desidia del destornillador

Desidia del destornillador

Agujero del aire
agujero
línea del ojo en el horizonte viejo
donde una vez tu rostro
fuera mi modelo...
  
Las facciones mantienen la juventud
en la perfección de un instante
de un destornillador en la mano
del olvido, dando vueltas
y vueltas al absurdo
donde se recrea la vida,
donde el aroma de las flores
conserva virtual
la virginidad de la mirada.
  
Ojo ciego de la noche,
desciende a la plenitud de las sombras
y huye de las siluetas cotidianas,
juntos desalojemos las pupilas del viento
de la dignidad disfrazada de pureza
en la que se agrandan los esterilizados
de conciencia y conjuguemos la bravura
del olvido con la redentora madurez de la muerte.
  
Infaustas se han desgastado las hojas
donde escribiera mil veces tu nombre,
no vuelve limpio el reflejo de la mar
donde caminaron los pies de la desidia,
el amor se diluye en la negrura del agua
y tira el barquero del cabo de las tinieblas
mientras rila mi vida con el faro de la inconsciencia.
  
© José Luis

16/03/2009 22:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Versos, contra versos y más versos

Contraversus

El árbol en su amasijo de hojas y hojas
traspasa la puerta oculta de lo perdido
con las manos que se deslizan por los frutos
apegados a nuestros cuerpos, hubo momentos
en los que poseímos la verdad de toda historia,
de toda foto apergaminada y rota en el álbum
de los deseos, de los años ochenta y los recuerdos
en los años traspasados por el amor y los interrogantes
florecen en las arrugas que toman nuestras manos
y las llevan por el tiempo y por la piel recorrida
por el desconocimiento o el propio descubrimiento
de las falacias del mundo y de los ojos de la muerte.
  
Dragones que surcan el aire inundan mis sueños
y las llamas encienden toronja las nubes pétreas
que no abandonan el cielo, son los espliegos de la noche
donde habitan las almas y los recuerdos sin nombre
a la espera de la luna llena que los amortaje con sus rayos,
que los ilumine con las caricias de los amores impronunciados
y emergentes de la nada como el orbe que nos retiene
entre el amanecer y el ocaso mientras palpite la sangre
con los clamores de las trompetas de un mar límpido y azul
y perpetrado de sirenas varadas en la irrealidad etérea
de todo camino que lleva a ninguna o todas partes
según el día que uno tenga…
   
© José Luis

12/03/2009 18:59. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Una cara, una voz

Una cara

Suenan las campanas en el reloj de la plaza,
el aire es cálido donde la noche brilla
con los rubores de una luna plateada
y en algún lugar el búho ulula en su sueño
tal vez mientras el lobo vaga entre los campos
rumiando la soledad de los días y el camino
cuando los atardeceres son los lienzos púrpura
del abandono y la sonrisa quizá un olvido
de la vida.
  
Recuerdo la dulzura de tu cara en los cañaverales
donde nos sorprende la juventud con sus locuras,
con sus paseos largos y verdosos entre los sauces
que baldean el suelo con aquellos jirones azures
desprendidos de la madrugada y las fugaces voces
de la lejanía y las pálidas montañas circundadas
en profundos halos de misterio y promesas.
  
Desde el fondo del cristal ondulado afloran
afilados tallos emergentes de un mar procedente
de los estigmas del futuro voraz e inmaculado.
  
© José Luis

05/03/2009 23:44. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Un alrededor del tiempo en la boca

Alrededor del tiempo

Blanca la mirada en los ojos y la frente
cautiva en un gesto fricciona los pensamientos
donde los minutos de la vida reproducen
la película de los sueños, desconcierto y espejismos
de un ángel ciego, trasmutado de dios o del albedrío
caída libre desde el cielo, libre el infierno desde la caída
de los olimpos de la dicha, vaguedad en los recuerdos…
  
Atempérase el aire con la música de los céfiros,
de los centauros que se escurren por las montañas
y los ríos de un cuerpo que fue mujer y hombre y dios,
acaso un retazo de Internet en una página no manuscrita,
inédita en los reclamos del futuro o en adoradores del destino
mientras humean las lenguas sin boca el frío escarchado
de la fuliginosa nieve, lugares o limbos donde nada ocurre
sin las yemas inseparables de los dedos en el teclado.
  
Redondeo las palabras en la esquina de un cosmos extraordinario,
abracadabra del infinito capitular en el plato del postre, remonto
los arroyos de la mente donde sangran las rosas, donde suspiro
los pétalos de la noche en los senos turquesa del mañana,
cada amanecer mis uñas cosquillean los entreverados de tu pelo,
águilas abismales picotean el hígado de la inconsciencia
donde Prometeo calentó mis manos y el cascarón astral
desde el que emprendí la odisea del tiempo alrededor de tu boca…
  
© José Luis

03/03/2009 19:04. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La contemplación del paseo

Contemplación

El río me acompaña en el deambular,
cede sus orillas a mis pasos y paseos
desde el rescate irreverente de la tarde
por las bellas imágenes de un reflejo
de sombras en la superficie pulida
de juncos que se descubren al sol
y toman toronja el icor de los sueños
donde revolotean inmateriales las mariposas,
esas intensas lucecillas que perforan el cuerpo
viajando por derroteros de incienso y sangre.
  
Notas de aire teclean los incipientes verdores
de las ramas entre los ecos sordos de los pájaros,
pues en la lejanía una gran parte es intuición,
se resquebraja la tierra en hilos manantes
de lluvia y agua corriente, las piedras dibujan
senderos y vigas olorosas de tren a mis pies,
sólo algunos perros olisquean la muerte
en el cenagal luminoso de un túnel sacrílego,
las vallas nos separan de lo más temido;
quizá desde la sábana blanca de un cine
las piernas que pasean inmovilicen la ficción
agotadora del tiempo…
  
© José Luis

26/02/2009 21:05. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

De nieve en los ribetes de la anochecida

Nieve de la anochecida

Mañana el sol lucirá
con la blancura de la nieve,
se cegará el reflejo en mis ojos
y deslizaré mis dudas con los esquíes
que desbordarán las pendientes
donde me lleven los ingrávidos remontes
pues mis pies serán senderos
y mis manos, la empuñadura del esfuerzo
o del equilibrio entre cielo y tierra.
  
Otro atardecer vendrá a rescatarme
de los jalones que acunan los bravuras
y despertaré a la luz del crepúsculo
con las voces matizadas del destino
los rayos perplejos de la luna
mientras entrego los icores de mis poros
a la suave y cálida lluvia del deseo,
una vez más mi cuerpo se estremecerá
entre los vértigos y la profundidad
hermética de los ecos del invierno.
  
Quisiera la delicadeza de unos pétalos
fragantes y armoniosos en mi boca,
palabras que broten de la oscuridad
donde existo cuando me pierdo
y desconectado dejo el estruendo,
mis ojos transcribirán los vértices
acicalados de aquellos montes
que apresan en un traspié
evadido la sombra de mi silueta…
  
© José Luis

18/02/2009 01:39. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Cautivador, el atardecer

Cautivador, el atardecer

Las noches de luna llena
el lobo, en su cacería,
aúlla con la tensión de su pelaje
encrespado... un acto
de autoafirmación y duda...
  
Es cautivado el ojo
en la mirada de la luna
y un escalofrío retiene
azur y púrpura el cielo
entre los ardores de la sombra
y el recorrido por el bosque
de una mujer nocturna
dilata el silencio.
  
Los hijos de la temeridad
asaltan la tierra prometida,
ancestral botín de los sueños
envuelto en el halo salvaje
que guarda toda criatura
bajo incontables llaves,
el miedo y la locura
como última salvaguarda.
  
Veo la muchedumbre agolpada
en el círculo de la muerte,
cuerpos de barro y fuego
encarnizados en la danza
que enajena sus semblantes
y suscita la pasión del encuentro
con la verdad misma de la inexistencia.
  
Se agolpa la sangre en las sienes
y los saltos del embate se suceden
en el corazón palpitante
como la propia excitación de la vida.
  
© José Luis

12/02/2009 19:49. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Por un puñado de pensamiento

Manojo de pensamientos

En mi cabeza hay órbitas que gravitan
los pétalos de la noche y las auroras
devoradoras de sueños,
advierto el pasar de las horas
en los relojes de todas las torres
que proyectaron sus sombras
con los augurios de un sol
naciente en cada segundo
de las lágrimas del ocaso,
y me inclino en el pretil del puente
al paso del río y los plazos
que me separan o unen a la muerte.
  
Presiento en las flores la belleza
del mundo oculto que emerge en mis ojos,
en las arrugas de mis manos que se desgranan
en la afelpada piel de un bebé,
envío a la lejanía esa sonrisa
de juventud en los recuerdos,
con el pecho henchido de promesas,
y la mirada al horizonte extendida;
retengo en la mirada el silencio del alma
porque en cualquier alborada florecerán
inéditos pensamientos en el corazón
más íntimo de la existencia...
  
© José Luis

09/02/2009 18:05. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La toma de posesión

Enredadera

Se deja el tronco encaramar por la noche
y sostiene profunda la negrura de la fosa
donde habitan inadmisibles sueños e irrealidades
enmarcados en las trincheras de un bosque invicto
y en el polvo fraccionado de las travesías del alma,
entrañables lugares de las conquistas irrevocables
en las silenciosas montañas de una soledad recóndita.
  
Enredo mis pensamientos en las ramas de la felicidad
junto a las lechuzas glaucas y ásperas de un olivo
mientras se derriten el hielo y la hiel de la inocencia
en los campos minados de la luna donde ríen los chiflados
y una bailarina despliega el tutú de los semblantes
con impulsos tenues de una mirada y remiendo de la melancolía.
  
Se arquean los músculos de la rosa en un soplo de bruma
y los estertores del invierno dejan la nieve en mis manos,
desde la lejanía llega el sonido desmantelado de los ríos
tras las pupilas del alba en la posesión naciente de este día.
  
© José Luis

02/02/2009 23:14. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El tragaluz de las sombras

Cruzado

La plenitud de los objetos
se trasparenta en las sombras
desde las que se muestran,
perdidas de la luz,
en el registro onírico de la noche.
  
Tratan las nubes de pasar
desapercibidas por el azur del tiempo,
como las palabras que atrapan,
alocadas en el aire hueco de las hondas
que de los cáñamos mecen el horizonte.
  
Son las ventanas respiraderos del alma,
cristales o lupas enfocados en el devenir
vacilante de las mariposas por la naturaleza
quebradiza de los retratos y sonidos
en los que a solas nos abandonamos.
  
Contemplo desde la palma de mi mano
los maderos de los árboles cruzados
que se enraman con los ojales desiertos
y la bola de cristal de algún mago
que constante masca en la fórmula olvidada
la creación suspendida en un relámpago.
  
Florecen en mi lengua palabras primitivas,
veladas significaciones que no conozco
y en los que otro yo está reflejado
tras el tragaluz simultáneo de mis sombras.
  
© José Luis

28/01/2009 22:03. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cráter fungido

Cráter fungido

Observo el caño y el manar de la corriente
y guío las burbujas por la envoltura del cosmos
ensimismado de quimeras y balandros de algas
desde la hendidura goteante de una piedra
envejecida con la sangre de sacrificios y linajes
acallados en el magma capitular del tiempo
donde el destino no perdura en sus vestigios.
  
El cráter del olvido, elevado en sugerente vorágine,
acumula el agua del destierro donde fluctúa lo imposible
y se revuelve en dosis de inquietud y transparencia
donde la profundidad atrae el devenir de las manos,
de las líneas y sombras del ocaso, huye el norte del silencio
hacia la estrella imantada de la noche, una prueba gravitatoria
y circunspecta, desde la que ronda el espía de la certidumbre
la barrera de la anarquía y el atrevimiento.
  
De lejos el frescor
de la juventud rocía el embargo de las almas
y penetra en el origen del trastorno,
donde llora el amor de una madre,
la pérdida del ojo de la bondad y la abundancia,
crece en el hombre la raíz del abandono
donde se sujetan las ventanas del desconocimiento
y el poniente, retirado de los reversos de inmanencia,
cruje en su alegoría con los estertores de las parcas,
desde el resquicio de la nada
se eleva la humareda de la muerte
y reaparece el caos entre sus brasas.
  
© José Luis

22/01/2009 23:45. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El árbol del agua

El árbol del agua

La noche ha sido lluvia de oscuridad,
donde piso se levanta tierra embarrada
tras las huellas, permanecerán cruzadas
con otras tantas que se abruman entre los pedernales
las impresiones del sol y la sombra, pían los vientos
entre las ramas desprovistas de manos y agallas
con los que retener a la luna en el nido del silencio,
hay rayos que no cruzan las nubes y en el espacio rebotan
y se descomponen en ecos pedregosos y ladridos
de jauría azuzada en domingo de muchedumbre y plomo.
  
Huele a verde en el regato donde manan ondas azul cielo
y la mañana cristalina se defiende con espejismos de tiniebla
en el trastorno de un árbol subyugado y oro de delirio,
en el envés sumergido de un instante su reflejo
desarbola la desnudez del invierno en tientos de firmeza,
en raigones de rocío, impermeables al murmullo y la muerte
los filos de la voluptuosidad asaltan con sus desmembrados ojos
el sabor de la lejanía a modo de manjar de vidriera.
  
La asiduidad de la corriente entretiene el paso del tiempo
en los engranajes de la costumbre, con el fluctuar de la atracción
partículas de agua resbalan por el lomo cambiante del árbol
y arquean ígneas el rostro tenaz de las fortalezas indomables.
  
© José Luis

18/01/2009 21:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La laguna de los espejos

Amanecer en el lago

Azures los aires resplandecen la oscuridad
en la que se empapa el agua cristalina y las fuentes
allá donde las lágrimas son vaporosas demarcaciones
de sensualidad y mundanal espejo de las corrientes
volátiles de almas que no encubren sus sombras
con los rayos de la mañana ni con las súplicas atávicas
emanadas de los caliginosos tabernáculos de la razón
o del desvelo, azures aires de sienes transgresoras.
  
La inmensidad se refleja dilatada en las pupilas,
balaustradas de silencios, entretenida en la gravedad
suspensa de los árboles alejados de sus hojas,
volatineras raíces desaladas, propietarias de las voces
inaudibles desde el valle donde el hombre desterrado
arrojó la saliva y su lanza, no pudo haber vuelta atrás
ni el desandar libertario del paso de la muerte primera,
no sabré lo que la inmensidad mira en mi reflejo.
  
Hay verdades que se bañan en la superficie inmaculada
de ese espejo, lívidas en la línea del horizonte se despiden
de los anclajes de la tierra y zarpan como barco conjurado
a los islotes peregrinos donde sólo llegan las manos palpitantes,
aquellas que empuñan las estelas fugaces de los espejismos
mientras cruzan la distancia entre los labios y las palabras
emitidas en los sueños, cuando la realidad se hace crepúsculo
en el corazón de los versos y latido en la laguna espejada.
  
© José Luis

07/01/2009 21:37. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

La tonalidad de unas matas

Matas purpúreas

Indecisa claridad en la confusión del pasadizo
donde inconscientes transitamos el amanecer,
tras las ofuscaciones de la noche y sus delirios
resuenan las ventanas del invierno en mis pupilas
y la neblina materializa en ramos los suspiros
impelidos desde las cuevas y los gráciles abismos
en los que me pierdo cuando inclino la cabeza
tras los vórtices de la soledad y el silencio.
  
Extraña sobreviene la mirada desde el interior
incoherente de las montañas donde las oquedades
asemejan palabras resbaladizas de articular
en la boca que esboza blanca la sonrisa de la locura
allí donde no cuaja la conjugación del verbo amar
pero que, sujeta al brazo de la densidad, sobrevive
como el canto de los pájaros una mañana incomprensible
y fría de enero entre las retamas de fuego calcinadas.
  
Se impregna huidiza la vestimenta de las sensaciones,
gasa que hilaron los deseos y el transitar de los sonidos
con letras de pasión e incandescencia, bordean los hombros
acariciados por las mil y una noches emboscadas de oriente
las nubes purpúreas y vibrantes enajenando los labios amantes
en la piel impalpable de las matas que inscriben en el cielo
las conquistas de tantos atardeceres caídos desde esa luna
que conoció errante la huella destilada de algún paraíso.
  
© José Luis

06/01/2009 22:15. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El ramo y la sonrisa de la novia

Novia

He pensado que si alguna vez caminas
por la alfombra roja y el brazo extendido
de la duda y la audacia estaré contigo,
por esa vez seremos acompañantes mutuos.
  
Arquean los vestidos nuestros cuerpos,
nos enfundan en la tarima de los veraces
donde el corazón retiembla y se acelera
con los azogues de un compás mutante.
  
En la mano las flores su aroma extienden
las notas danzarinas alrededor nuestro
con pies deletéreos y tribales, el templo
en la cruzada impensada de destinos se deleita.
  
La novia novio quiere que la engalane y encante
con la miel tersa de los labios, pretendiente
aguarda en la belleza del alma el tránsito
en el que se sella celestial e inequívoca
la eternidad de la existencia.
  
© José Luis

02/01/2009 21:34. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde la identidad de corazones

Contemplación de la identidad

Hombre o mujer, dos contornos para conquistar el mundo,
dos congruencias paralelas del azar del universo y estrellas
donde cada especie circunda todo esa primitiva naturaleza
de ensueños y dudas desde las que emerger un nuevo paraíso
en el que lo íntimo y lo periférico sean divergencias nocturnas,
engranajes de los días donde elaboramos los ensueños y deseos
como una bola fecunda de lluvia y música ungida a nuestra piel.
  
La contemplación de los horizontes en los que dejar el mañana
es la respuesta instintiva de una madre desde la identidad
de su corazón unísono con los latidos de la propia sangre,
nace de las entrañas el origen mismo de la naturaleza,
siglos que perpetúan colectivo en el inconsciente la tradición
de una mesa alrededor cálido de los estigmas temblorosos
e impresionados por los vaivenes de la vida y la muerte.
  
Buscamos islas en las que depositar nuestras esperanzas,
en las que un faro nos prevenga de los arrecifes del mar,
de los cantos conspicuos y musgosos de la avidez azulada
que abotargan los poros de la piel y desligan de los sonidos
de las purpúreas auroras y los crepúsculos ambarinos
en los que cada amanecer, en los que cada anochecer
todo hombre y toda mujer entrelaza la danza de los sueños…
  
© José Luis

31/12/2008 04:09. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Reflejos en la tela de araña

Ventana 1

La vista tras la ventana aguarda
otra mirada que devuelva en sus ojos
la inexactitud del camino, en el desafío
la noche bengalas rompe de silencio,
aquilatados reverberos de estrellas
motean la falda del horizonte
y en el aullido lejano el vaho
subyace marmóreo en la arboleda
como mutante estatua entre los ecos
equidistantes de la luna y mis labios.
  
Las paredes están tejidas con las almas
que habitaron los días y sus noches
tras el equinoccial olvido del atardecer
en los perfumados valles del frenesí
cuando rehervía la sangre en el deleite
y el ardor del espíritu era una hoguera
insaciable de contornos y espumas,
de sistemáticos e instintivos embates
que martillean en la piel atávicos deseos
de incitante y provocadora eternidad.
  
Enfrente de mi casa, otra casa respira
entre las líneas negras con los hilos
de la mirada mansa del recuerdo,
sujetan las parcas impredecibles al destino.
  
© José Luis

27/12/2008 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Árboles entre árboles

Árboles entre árboles

La neblina se ha adueñado del horizonte
y encadena en sus tinieblas los árboles
que apuntan con sus ramas los azures
intocables del universo donde habitan
los sueños y las plegarias de los hombres.
  
La mañana sobrevuela las esperanzas del día
y un caminante descubre en el camino
el sentido del caminar como una alondra
descubre en su canto la infinitud de sus alas
mientras vuela rumorosa las distancias
yermas de las fragantes flores y los campos.
  
Vaticina la alborada un día fresco y diáfano
con la turbulencia ausente de las nubes
y el fragor intermitente de las yerbas
entre las rocas de la tierra, un tallo
apuntala toronja el próximo atardecer
en las pupilas humeantes del incienso
con los cenitales ardores del tránsito.
  
© José Luis

23/12/2008 23:35. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Textura de parabrisas

Textura de parabrisas

Cerca de la felicidad perdida se urden los sueños
de los árboles, las raíces auscultan en la tierra
permanentes las lágrimas de Eva y su estirpe
en las muertes clandestinas, se deshojan impasibles
las maldiciones de aquellos que cada día sucumben.
  
Nada fue tan duradero como el grito de la ausencia
ni a su vez tan instintivo que no se contuviera en el lago
donde nace purificante la alborada de los inmortales,
con las llagas confusas de los hombres que esperan
y confían, en la prodigiosa supervivencia del alma.
  
Se aglutina la escarcha en la envoltura del cielo
y se arquean las ramas anhelantes del invierno
mientras se deposita en mi retina esa luz soterrada
de las sombras que han embargado al miedo
los crepúsculos prendidos a un paraíso de albedrío.
  
© José Luis

18/12/2008 22:01. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Paseo de nieve

Paseo de nieve

Han ocultado el cielo las nubes
y el frío descarga, en la opacidad
del cierzo, nacarados brotes
en la ingravidez de tu pelo.
  
Los niños, corren tras los copos
en la cancela del parque,
y las bolas trazan parábolas
de impactos en el silbido
áspero de sus resuellos.
  
Con una capa se cubre el suelo,
con un aliento azulino y satinado
donde el piso del calzado imprime
el despuntar de los surcos,
del destino al que volverán
algún día los recuerdos.
  
Las farolas desdibujan los árboles
en la perspectiva de las sombras
y la luz me trae desde la lejanía
escalonada la hilera de tus pasos.
  
© José Luis

15/12/2008 22:34. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Hoja sobre hoja

Hoja sobre hoja

Los aires otoñales resbalan las hojas

por las lindes de los bordillos y aceras

desprendiendo de ellas ese ruido

de lluvia y abandono…

  

Las calles desiertas las empujan tras los coches

que desperezan en la mañana al sol turbio

mientras se alejan como las nubes del frío

y corretean las sombras por la hierba

con esos juegos de pilla pilla entre los tallos

que glaucos se erizan.

  

Varias hojas se enredan entre sí

necesitadas de la solitaria lejanía del otoño

y de las arboladuras de los árboles

ante otra mañana matizada por esa claridad

de la estrella oculta,

hoy no es posible sino con esa otra mirada

azulina y fúlgida del recuerdo.

  

Una extraña fuerza me retiene en sus brazos,

en el maternal regocijo de la aurora

libre y expandida entre los cañaverales del río

donde el agua entona aquellas nanas de los antepasados

cuando preservaban las noctívagas ficciones de los niños.

  

© José Luis

13/12/2008 23:15. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Boca abierta la del pez

La boca del pez

El pez deja su boca en el escaparate, abierta…
como el vívido anuncio de una muerte, preservada
tras recónditos anales donde los inexorables muerden
con las guadañas del poniente, las yugulares y los alientos.
  
De las manos se me caen las palabras y las voces
del ayer no retornan, como no retornan los muertos
aun prendidos de la vida y de los antiguos preceptos,
encerradas están las circunspectas fórmulas de los labios
en las hordas del abismo, nada más salen para espirar.
  
En la pared, reclinado de hombros, el tiempo nos aguarda
armado con sus cuatro estaciones y siglos de contubernio
con la tierra que escolta en catacumbas los huesos, irracionales
los pensamientos anegan de rayos la luna fría y negra…
  
Bastarda una hora arpegia los silencios de la aurora
en el órgano crepuscular donde retorna el aire de bocas
que insuflaron hediondas las mentiras de los sueños
y la lividez de la existencia, se sonroja en el ocaso
final el juicio que se desprende con aquella boca abierta.
  
© José Luis

08/12/2008 21:17. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El sudor de la fuente

Sudor Fuente

Las ocultaciones de tierra emergen
tras cada palabra maldita en los labios
que besaron los iconos arcanos de la sospecha
donde la tribu derrocó a la enfermedad
y el miedo de los guerreros, al aullido de la noche.
  
Han arrastrado los siglos las deprecaciones
que pretendieron elevarse al cielo vaporosas
como llantos que manan del dolor y la risa,
como velas que se consumen paulatinas
en su propia llama y resbalan pertinaces
por la inquietud de la vida y el desasosiego.
  
El agua subterránea recoge los ecos
que estuvieron retenidos en el alma
durante tanto y tanto tiempo
que sus turbulencias aún reclaman
todas esas fuentes que depuren
en sudor la pérdida del paraíso.
  
© José Luis

03/12/2008 22:53. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El pudor que se esconde tras la puerta

Pudor

Nuestra fragilidad se encubre tras una puerta
de exquisito alabastro y cristal con tornasoles,
nadie puede traspasar el límite del silencio
ni acogerse en nuestro corazón sin aquiescencia
aunque sepamos que tras la puerta el reflejo
puntual nos proyecta.
  
La desnudez sobreviene vadeando el otoño
y las ropas que fueron palabras asidas
escapan crepusculares al silencio de la noche
y a la claridad de la luna, se asoma una flor
al espejo de tus ojos y se remira en tu mirar,
abandonan tus pupilas el cuerpo pudoroso
de los tres lados inguinales de tus pétalos
mientras sumas, serena, con mis yemas
el retraimiento de tu eteriedad.
  
Hoy, en mis ojos, el tiempo, retiembla el miedo
perdido en el paraíso, en el fervor de tus brazos
donde se esconde un pudor sin puertas
y prendo con mis labios el sabor de eternidad
allí donde cabalga la muerte y la sangre
de las vidas que en tu interior se suceden
mientras a mi decoro tus dedos ensortijas.
  
El pudor que se esconde tras la puerta
no tiene edad, ni ojo de cerradura que escape
cuando la vida se deshace en figuras de luz
y liberamos infinita la mirada de la concordia.
  
© José Luis

Tras cada atardecer

Tras cada Atardecer

Tras cada atardecer en mis ojos
adquieren las tonalidades del cielo
improvisadas transformaciones de luz
y de reflejos tras el denso aire de la noche
mientras se derrama impecable un suspiro
entre las nubes que sobrevuelan el silencio,
una lánguida sensación de pertenencia
a la inherente raza de los perseguidores
de sueños y de esperanzas.
  
He desmontado muchas palabras
que luchaban por sujetarse a mis dedos,
porque sé que las palabras se alimentan
de las huellas que dejan rastro
en los cráteres del universo,
de las huellas indómitas y fugaces
que atraviesan las cometas incrustadas
a la soledad de las lunas negras
donde se besan los amantes
y el eco de las batallas crujen
las sílabas de los ensimismamientos.
  
Tras cada atardecer un niño no vuelve a su casa
sino que vaga por las sinuosidades del desvelo
en compañía de las voluntades que quisieron ser
cumplidas en la infinitud irrevocable de los sueños.
  
© José Luis

La barca díscola

Barca díscola

En la orilla el agua se toca con la tierra
en transitorias ondas, donde el chapoteo resuena,
entre las hojas caídas del otoño, a intermitencias,
a intervalos pausados, a familiaridad o a indolencia,
y desde la propia ribera las barcas se mecen
en el compás reflejado de las piedras que son
muchas vidas, y recuerdos, y acaso parte nuestra.
  
No agosta el tiempo en su pasar ni las dudas ni los ojos
curvados del puente tras el devenir de las sombras
que el sol traduce de las cúpulas y de los árboles
en alargados brazos y ardorosos matices que se alejan
como esa barca, que suelta de amarras o de apegos,
deriva en la estela ondulosa de la tarde y la refulgencia
cuando los vuelos de los pájaros retornan a las ramas
y al pasear de la gente en un ir y venir de ajetreos.
  
Me alejo rumbo a la noche por entre la luz de las calles
díscolamente como una barca que abandonase la seguridad
en la dársena y rompiera la ingravidez pulida de la corriente
con el pulular resuelto y tembloroso de su soledad férrea,
del alejamiento de todo cuanto le es conocido y amado
en el intento de buscar aquello que quizá le pertenece
y que desde siempre formó parte de su íntima naturaleza.
  
© José Luis

20/11/2008 17:47. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Oscilante velo de atardecer

20081117173118-veloatardecer.jpg

Hay tardes en las que el cielo tiene un encanto
especial, la luz se deja matizar por las nubes,
y los rayos que oblicuos se detienen, doran
la visual de la retina en el cristal reflejada.
  
Percibo desde mi interior la farola y otra luz
que me atraviesa el corazón con los latidos
bombeantes del anhelo, mis ojos, en éxtasis,
se extravían… en la mixtura crepuscular.
  
Son extraños los sentimientos cuando nacen,
cuando no los reconozco desde el horizonte
y se expanden a mis pies, cuando no pronuncian
los ecos de otros labios reverberantes
y recorren, en un escalofrío, atroces la espalda
devorando cárdenos por completo mi atención.
  
El aire, frío y oscilante, despeja las distancias
en la trasparencia de la noche, desarmada mi alma
los fluidos se ausentan de los pulmones, cráteres
de niebla ardientes que se condensan en tu palabra
mientras vaga por mi mente el velo del atardecer.
  
© José Luis

17/11/2008 17:31. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Gritos desde el agua

20081114164652-gritosagua.jpg

En la extrañeza de la tarde
el aire frunce el agua
en la superficie de aquellos contornos
donde despavoridos pululan
unos gritos.
  
Negruras sobre reflejos blancos
son del pánico las oquedades,
ondas de ecos sumergidos
en una profundidad cáustica.
  
Abandonaron los sueños fríos
de sudores y espantos
en la mente febril de un niño
los reflejos en el estanque.
  
No es sólo la noche un zumbido
sino también un enjambre
de colores entumecidos,
ay, que poco corren las prisas
cuando el miedo es grande.
  
Cuando el miedo es grande
y deforme son sus sombras
escurridizas entre las espesuras
que atenazan los bienestares
a los cuatro cabos de la cama.
  
Emergentes se revelan las pesadillas
de la desazón del inconsciente,
y como no saben salir
se estancaron
en una fuente…
  
© José Luis

14/11/2008 16:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El sol en las montañas

20081110220934-solmontanas.jpg

Basta un solo grano de arena
para sopesar el valor de un segundo
e interpretar la elevación de una montaña
que se mece entre las manos tendidas
y que recoge el agua que de las lágrimas brota
donde hubo júbilo o quizá dolencia
sin destrabar los sonidos que nos alcanzan
y que son parte de algún espejismo.
  
¿Dónde estuvo la luz que matiza
secretamente el aire?
¿Dónde se rasgó el velo
y dejó en las ranuras de mis labios
las tonalidades de la aurora?
¿Dónde un segundo fue piedra
o montaña en los sigilos
desencontrados de cualquier pensamiento?
  
Dieciséis versos cabalgan a lomos del olvido,
a latido de palabra entre los brazos
que abiertos desangran el pecho
y palpitan trémulos los parajes
que son esferas y doradas líneas
volátiles entre rayos de sol
que de esperanza iluminan los árboles…
  
© José Luis

10/11/2008 22:09. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Espejismo en blanco y rosa

20081108214943-espejismoenblancorosa.jpg

Se deshojan los pétalos
desnudos de la aurora
en la orilla del río
y en su vuelo mis ojos
atraen los espejismos
blancos de la nieve,
los copos ateridos
entre los dedos fugaces
de la noche del sábado
camino de un domingo.
  
Detengo
la velocidad del abismo
en el vórtice de la atmósfera
donde reside un suspiro
escapado en las voces
que acompañan la muerte
entre las horas dudosas
cuando recién el alma nace
en un grito o un pánico
descendimiento.
  
He visto el clarear del cielo
entre los arcos de un violín
flotante con las notas del universo
y grabadas en su resonancia
las palabras que fugaces
me traían un te quiero.
  
© José Luis

08/11/2008 21:48. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Ribera dimensionada

20081104183816-riberadimensionada.jpg

Los cauces paralelos al río son riberas
arboladas y desnudas donde mana el silencio
rumoroso de las piedras lamidas por el agua,
rumoroso de los pasos que se alejan o acercan
  
a los distintos parajes de la alborada,
a los lugares de esencia inabarcables
donde los ecos de las negruras y los troncos
armonizan las canciones del otoño.
  
Naufragan las hojas marchitas del estío
en la corriente tumultuosa de las sombras
tras los soplos extraviados del horizonte
y los azures reflejos de la mañana,
  
son barcos sin mascarón de proa ni bandera
donde la plenitud encofrada del paraíso,
con los musgos y las piedras del destino,
segmenta verdeantes las distancias
  
y cuartea los segundos de una vida,
de una tierra que exuda osamentas de muerte
en ríos que atraviesan la piel dimensionada
de los pensamientos y los paisajes del alma.
  
© José Luis

03/11/2008 22:24. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Ecos desde una rosa

20081030202950-ecosrosa.jpg

La luz
la luz de las estrellas
la luz de las estrellas en el río
la luz de las estrellas en el río se reflejan
son puntos vibrantes
ensimismamientos
en la oscuridad
en la hondonada
en la reflexión del agua.
  
Unos pasos
unos pasos trepidan
unos pasos trepidan en el puente
unos pasos trepidan en el puente de la noche
son huellas de silencio
impercepciones
en la retina auditiva
de mis recuerdos.
  
Detengo el discurrir de la aurora
en una sola mirada
en un anochecer de besos
entre brazos amados
y la sensación de vacío
y la sensación de extrañeza.
  
No
no volverán
no volverán los instantes
no volverán los instantes de éxtasis
no volverán los instantes de éxtasis inmortal
en la refractación del tiempo
desde la memoria cósmica del paraíso
donde el ser no era
o era la maquinaria de la certeza.
  
La maquinaria de la certeza hiede
en la profusión de la duda
y una envoltura de rosa
lame mis palabras como tu lengua olvidada
un día en los poros de mi piel oculta.
  
La luz
de unos pasos
en el puente de la aurora
no volverá
hasta que se satisfaga la duda
que quedó sujeta a las estrellas
desde el interior de mi rosa.
  
© José Luis

Fuera borda

20081026032713-fueraborda.jpg

He desatado los espacios del tiempo
con los tupidos labios de la aurora
y una nube extravagante y burlesca.
  
Se ha escondido el viento en una caracola
y los susurros en la playa miran quietos
el surcar del olvido entre las olas,
entre los barcos sin bamboleo ni bandera
donde la quietud es inquietud, y zozobra
el deseo de profundidad y aterciopelado musgo.
  
A lo lejos intermitente repiquetea una sirena
entre los peñascos y los áureos arrecifes
canciones de amor con la cítara afilada del Olimpo
mientras la luz guiña en la espesura de la sombra
con el ojo de la desvergüenza y la locura,
experta amante en los embates ciegos.
  
Tiembla el timón, encallado en la arboleda
confundida entre las brumas y marismas,
azogado de azur y oquedades ante la ausencia
de torbellinos y manos callosas que sujeten
los rumbos a la brújula de la inconsciencia…
  
© José Luis

25/10/2008 17:29. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Junto a la tierra

20081022032704-juntotierra.jpg

De los cuerpos
la sangre espesa es el rojo mar
tumultuoso del orden y el caos
que fluye por la tierra.
  
La espesura del suelo
choca contra los huesos inertes
y de ceniza, los pensamientos encerrados
derivan en ocasos de la muchedumbre
que toronjas permanecen en la hendidura,
en los agujeros que oculta el agua y el musgo
donde la oscuridad se asemeja a la nada
y al imprevisto mundo de lo misterioso.
  
Aflora un tallo entre las hojas
como otro otoño entre las lluvias y las caídas
y de un brote esponja carmesí el deseo,
la mortalidad de los momentos acaecen
entre los pasos y las huellas,
entre los latidos de un corazón desnudo
donde las caricias son recuerdos
y a la vez sensaciones de esperanza.
  
Los labios pestañean gotas de resina,
resudores de la noche en la penumbra,
en la estancia tras la que nace toda idea
desde el abandono y el silencio,
desde el rebujar de plata y rayos tenues
de una diosa fecundada en la nocturnidad
del olvido como el rapto del alma
en el combate de la muerte.
  
Junto a la tierra
el calor de la sospecha
es el pabilo espumoso de las olas
que surcan las sienes del futuro.
  
© José Luis

21/10/2008 23:41. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El balancear de la mano

20081018021943-balancearmano.jpg

En el eco de tus tacones camina la tarde,
en el contoneo carmesí de tus labios
mientras tarareas las notas de una carta
que ronda como una canción tu cabeza
en la infinitud escuchada del tiempo.
  
Tus manos se balancean entre las calles
y las paredes de piedra y oro, te llaman
otras voces en el rumor del viento,
en la muchedumbre del silencio
se ha escondido el verso que no recuerdas
pero que no paras de repetir en tu memoria
como salmo de humo elevado en una iglesia.
  
Sé que en tu bolso guardas mi nombre
y mi presencia, persigue tu sombra
la brevedad de una vida en la cartera,
de unas fotos que la imagen envejecen
descompuesta del presente en un instante,
mientras la delicuescencia de tu talle
balancea entre mis manos vaporosas
el aire aturdido de la inexistencia,
de las encrucijadas y de las paradojas.
  
© José Luis

16/10/2008 23:51. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El pájaro a la mesa

20081014191205-pajaromesa.jpg

Se detiene el vuelo y las alas,
la curiosidad no se disipa
y se requiere la altura suficiente
para mirar con buena perspectiva.
  
La mesa siempre está dispuesta
como un sitio nuevo para el corazón,
para el destino de los sueños,
navegantes incansables del silencio,
del espacio y de las estaciones.
  
El canto de los pájaros trae la mañana,
la algarabía en las ramas se despereza
y con la claridad del día se alegra el campo,
los edificios se iluminan y también mi sonrisa,
un plazo más de existencia.
  
Vuelo con las alas de la noche,
de la dorada luna que se acaba
y volveré a nacer cada vez que me llames
en tus sueños, en tus palabras
transgresoras de la muerte.
  
Como pájaro a la mesa
picaré de tus migajas,
de tus besos al viento
y al atardecer de la mirada
cuando el alma necesita compañía
después de una larga jornada
en la soledad de la vida…
  
© José Luis

14/10/2008 19:12. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El cántaro luminoso

20081009152424-cantaroiluminoso.jpg

Nace la luz de entre las piedras
y cruza el sendero de la mañana
toronja entre los edificios de arena,
de cal y espejos, una cántara fulgura
las sombras con lunares de la estancia
que son soles luminosos, puntos singulares
asombran palpablemente nuestros ojos.
  
Vienen las sombras en formación tumultuosa
y dejan un rastro de escarcha en los campos
otoñales de la esperanza donde un mirlo
ensaya sus cantos y sueña, el despertar
está cerca, tan cerca de nuestras sienes
que late a un compás inquebrantable
con los latidos originales de la aurora,
el hombre era poco más que un quimera.
  
Miraré en el interior de tus sueños
mientras duermes
y plantaré simiente en una oquedad
de tu mente para que florezca
otro nuevo amanecer
de entre las sombras,
seré para ti luminoso en ese cántaro
que deja esparcir su amor
para que el otro resplandezca.
  
© José Luis

La montaña y las moras

20081007151021-montanamoras.jpg

La montaña lame el tiempo
y deja que las estaciones
paseen sus colinas
como nubes vaporosas
y liben de las moras
el néctar del embebecimiento
donde reside la naturaleza
silvestre de las almas.
  
El cielo,
siempre azul de los deseos,
espeja el mar
infinito entre los versos
que proclaman las sirenas
como titilante faro
ante los escollos
que navegan la noche,
que hunden la cabeza
en la locura
donde se pierden sin rumbo
los ojos de las mariposas.
  
Una espina
sumerge la carne
en el hollar de las distancias
y ulula en el fragor de la contienda
la sangre que beben los dioses
en los vasos de la dicha
mientras brindan por sus hazañas.
  
Quema el fuego
rastrojos de la inconsciencia
en la pira de los tiempos,
cuando balbuceaba el hombre
palabras a las ascuas
residuales de su existencia.
  
Se ha despertado el gigante
demoledor de las piedras,
devorador de los sueños,
de las moras y las montañas.
  
© José Luis

06/10/2008 22:45. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Posos de la noche

20081001001013-pososnoche.jpg

Abriré mis ventanas para que entre el soplo de la noche,
para esperar en el pretil las luciérnagas que pululan
en el abismo de la inconsciencia y los irremediables miedos
en los que dejar dispersarse la materialidad de la vida
y poder fundirme en su profundidad y transparencia.
  
Mis manos bordean el vacío de los núcleos, de la nada
y las bolas de fuego como un fakir que inmutable lucha
contra lo irremediable del dolor y el sacrificio,
contra el parecer de la muerte que consume los días
allá donde la separación se aleja en un pensamiento
que no ha sido escuchado y, por tanto, que se ha extinguido.
  
Desde lo inaccesible a los ojos surgen las tinieblas,
el desconocimiento de lo cercano, donde anida la noche
y los astros que en ella clarean desde los corpúsculos
que fueron simiente del recuerdo y catapulta del olvido
de aquellos que plantaron su huella en el hueco
oscilante de las manos mientras descienden los instantes
de cada grano de arena, de cada mirada a la muerte.
  
No reconozco en el trasluz del espejo mi rostro
ni encuentro en los ojos el camino instintivo de los rayos
que me parieron a este mundo tras el fragor de los tiempos
cuando la aurora en un domingo fecundó la sierpe
originaria de la sabiduría y de lo exiguo de la existencia.
  
Las naves recogen el mar y los pejes del universo
donde se disgrega mi carne en vidriosas turbulencias.
  
© José Luis

01/10/2008 22:45. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La luz de las rocas

20080924173931-luzrocas.jpg

Chillan las rocas desde el mar
bravío en sus embates de inmolación
frente a las costas del abismo
donde las gaviotas planean vuelos
picados en acrobacias inusitadas
como olas que sorprenden al pescador
o al navegante en su maderamen
empequeñecidos
y varados los cantos de Siringa claman
por el viento del norte donde el hielo se eterniza
entre los corpúsculos sin confusiones ni tiempo,
sin apego a los parámetros de la vida
que se encarnan con el cuerpo del hombre
en cada musgosidad de silencio y palabras. 
  
El aire se espesa en la sombra
y las notas de un violín atraviesan el vacío
donde las verdades permanecen estáticas
en la urna encadenada a la eternidad y los dioses.
  
Descubro en las líneas de mis manos
las conexiones con el cosmos y la cáustica nada,
la diversidad de los mundos en el pomo de esa puerta
que atraviesan las ánimas en su camino hacia la luz
unificadora de destinos y montañas
bajo el celeste cielo de nubes y oasis de armonía…
  
© José Luis

Zozobra estelar

20080910010855-zozobraestelar.jpg

El rilar de las estrellas contempla la noche
irreverente en el balcón de la demora
donde la sombra lánguidamente se mezcla
ininterrumpida en las palabras con el descuido,
con la tendencia amoral e innata de los astros
de desgajar los ojos en los coleos de una aletada.
  
Se revelan las pestañas del ocaso en el espejo
reverberante de rápidas y suspendidas impresiones,
de impetuosas lamidas al viento triangular del precipicio
inmerso entre los sueños que embebidos ascendían
tras el incendiado ulular del sándalo o la voz enarbolada
en los recónditos oídos de un lacerante y pertinaz deseo.
  
Fermenta el espíritu en la previsora redoma del olvido,
distorsionan los vahos espontáneas las apariencias
que se impregnan en el áspero mar de los embates,
de las inexpugnables sinuosidades del alma
mientras se prolonga la oscuridad en el péndulo
zigzagueante de las hendidas e inconfesables lujurias.
  
No pueden pervivir las lenguas en las bocas de trapo
ni dejar de maldecir los infortunios del decaimiento
aquellos que se extinguen cada día en sus propios coágulos,
aquellos que arrostran en los labios o en su mismo nombre
marchitas las hojas enfundadas con panales blancos,
con gotas exudadas de un estío inmolado en cualquier tormenta.
  
©  José Luis

09/09/2008 23:55. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

El contraluz de un vaso

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Un vaso desde la apariencia de la ventana
impregna las raíces en la humedad del silencio
y la luz que implora la arena del tiempo
entra por los ojos de los cristales, acanalada.
  
Las hojas caen y laminan el aire en círculos,
distienden controversias en las nervaduras
con fibrosos haces de radiación y sombra,
la palma de mi mano acaricia el espacio
donde vibran visibles singulares resonancias.
  
Una chispa destella en el interior del agua,
una sirena entona los versos del mar
en las naves del olvido, las velas abomban
las oquedades apartadas de la noche
y una columna de burbujas apresa
invisible la incorporeidad del deseo…
  
©  José Luis

Libélulas de jardín

20080805035632-libelulajardin.jpg

Briznas de hierba se comban
con el soplo lento de la tarde
mientras el agua acude a la cita
con la orilla habitual del tiempo.
  
Pasean los patos entre las flores
que desgranan hermosos pétalos
y una libélula transparente y roja
inclina a un tallo sonriente sus alas.
  
El jardín encierra fresca su sombra
en la silueta tangencial de los árboles,
en el suspiro de una gota que resbala
por la quebradiza línea de un segundo.
  
El azur de la mirada es sustraído al cielo
mientras pasea distraído por el jardín
el hombre que no tiene palabras ni sueños
que necesitadamente llevarse a la boca.
  
Desando mis pasos en los sonidos de un poyo
que murmura en las riberas antiguas del río
las canciones perdidas en los surcos del agua
mientras una pareja de libélulas volaban
(o quizá tan sólo se besaban)…
  
©  José Luis

03/08/2008 18:55. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Atardecer de una escalera

20080801012404-atardecerescalera.jpg

Inciden los últimos rayos del día
en la claridad férrea de la escalera
con los dorados fúlgidos de la tarde
rasgando del arpa azogue los sonidos
que se elevan púrpura por el aire denso
donde algunas sombras movedizas bostezan
el glauco frescor de las briznas silvestres
y un abejuco toronja revolotea el cielo
jaspeado de pálidas y untuosas melodías.
  
Pétreos los escalones descienden hasta Perséfone
con el florido manto equinoccial al límite de su espalda
salpicado de fragantes pétalos de jazmín y madreselva
mientras Hades se sujeta a la noche en las almas
que gobierna inmutable entre los tenebrosos caminos
de los sacrificios seculares, donde se volteaba la muerte,
y los cánticos otoñales con la esterilidad de la tierra.
  
Siento cómo el pasamanos se desliza suavemente
por la piel tersa de los sueños tras los pasos de Morfeo
y el oscurecer de los ojos mientras retengo la música
en los oídos lánguidos de los árboles que ensombrecen
el aire del jardín al silencio tumultuoso de los pájaros.
  
©  José Luis

31/07/2008 19:42. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Vela subyugada

20080727215116-velasubyugada.jpg

De la tierra la boca ya no retiene el magma
de los años pasados bajo el hierro del tiempo
y, junto a las flores, otro tallo emerge solo
fuera de las corrientes del mar y de los vientos
que trajeron los aromas de las cúpulas bárbaras
donde dejaron otros hombres su sudor y sangre.
  
Nació la pluma de las lenguas que se arrastraban
por los confines de la mirada extraña y de un velo
invisible entre los contornos de la lozana noche
en la que los sueños, como nubes áureas, flotaron
entre las pipetas y los alambiques del destino.
  
Grabadas en el suelo las palabras caminan despacio
desde el surco de la estilográfica hasta el pensamiento
desbordado de amaneceres y acrobacias sin alas,
mientras roturan mis dedos fértiles la memoria
ahondan las lágrimas del olvido raídas fotos
y rebosan en los vasos de la victoria la dulzura
de los años templados en los paseos por tu mirada.
  
Es mi vida una vela subyugada a los embates del deseo
y la dicha, cuando el soplo ardiente de tus labios ondea
los lazos cárdenos del crepúsculo desde mi interior,
donde los remeros de la sombra avivan las olas
y los rescoldos del abismo con las runas de tu nombre.
  
©  José Luis

28/07/2008 21:55. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La gravedad del peso

20080726115405-gravedadpeso.jpg

Urdimos incesantes esfuerzos
para sostener las cargas
que nos acontecen a diario,
que surgen de la tierra
y se elevan hasta sujetar
nuestro enjalbegado conocimiento
como el fiel de una balanza
que aguarda nuestro hálito
para desplegar el resorte
y saber hasta dónde podemos
o estamos dispuestos a llegar.
  
Se agacha nuestro cuerpo
y recibe el peso de la fuerza
o la capacidad del sufrimiento
en la que unificar los tantanes
de guerra o de silencio a muerto
tras los escalofríos de la piel
y la tensión de los surcos de colores
que brotan tras las lágrimas del viento
cuando con los brazos extendidos,
cuando con las palabras sobrantes
de las cartas perdidas en los labios
asistimos al parto de la noche,
a la superación de los miedos.
  
Una mujer mira el suelo,
busca las raíces de la gravedad,
las que sujetan el juramento
de la Luna a las vueltas de la Tierra
mientras prestan los días
el amor aplazado del tiempo
a la humanidad creada.
  
©  José Luis

25/07/2008 22:56. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Ratos de concentración y lectura

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El muro sustenta la quietud
de las hojas impresas
mientras se pasean los ojos
por las ideas y letras.
  
En cada piedra una lágrima
aguarda el resbalar de los sueños
y el pasar inconsciente de los dedos
por los recovecos de las láminas.
  
El muro sustenta la quietud
de las horas densas
mientras se pasean los ojos
por las formas y siluetas.
  
El mar le murmura al oído
de las palabras la cadencia
que el viento no se lleva
en su peregrinar por el libro.
  
La sombra sustenta la inquietud
de las horas densas
mientras juegan los rayos de sol
por tus formas y siluetas.
  
© José Luis

22/07/2008 23:42. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Ventana de pesadilla

20080717193731-ventanapesadilla.jpg

El barco fantasma
extingue sus días en la mar
confusa de los desvelos
tras las estelas que se borran
cuando se hunde un deseo
en la naciente carne del olvido.

Espectral se levanta una figura
entre los albores del sueño
y las dicciones malignas
que se ahondan en las cicatrices
como el clamor sordo e imprevisto
de una multitud impenetrable.

Es la ventana un reflejo
esperpéntico de los temores
que rondan los alrededores
injustificados del tiempo.

La sed un niño enjuaga
en el vaso de las pesadillas
y en los amorosos brazos
de su bucanera madrina.

© José Luis

17/07/2008 19:32. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Descanso junto al mar

20080701012056-descansojuntomar.jpg

Dorada la arena
bajo los húmedos pies
burbujea de complacencia.
  
El mar me trae recuerdos
el mar se lleva olvidos
el mar arrastra la pesadez
de la muerte
y galopa en la lejanía
a lomos de la vida
los hipódromos de la inconsciencia
y los sueños.
  
Mojaré desnuda el alma
y la piel del silencio
y los sonidos profundos
de los que eran mis versos
para volver
con las manos vacías
con la tinta agotada en las venas
del mundo
donde nuevos soplos nazcan
del seno de la noche
y de los rayos desconocidos de la luna
mientras ahogo los aullidos
en las yemas de tus dedos
como inaudibles dentelladas
en la tez del deseo.
  
Sí,
voy al mar
a recoger el agua
que envuelve a los vivos
en sazonadas palabras,
en el manto de la aurora
hasta que las rosas de mi ventana
hilen en un vuelo sus pétalos…
  
©  José Luis

Eclipse atemperado

20080626135857-eclipseatemperado.jpg

Parece que la luz queme el cielo
cuando el sol se inclina a la fatiga
natural del sueño y la noche, una señal
mira de frente el resplandor pajizo
de la ausencia que se hace grano
espigado en el tiempo.
  
La carretera suspende en el asfalto
las rodadas de la sombra y los coches
como tinta de un invisible pergamino
donde están manuscritas todas las rutas
de los alientos infatigables del mundo.
  
Fosforece la redondez de la negrura
entre las briznas calladas e incorpóreas
de la ladera suspendida en los temblores
imperceptibles del sueño y de la hierba.
  
©  José Luis

24/06/2008 22:49. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Espiral interrogante

20080623185700-espiralinterrogante.jpg

Ahí está
a la pared encomendada
ese signo que interpela
el sentido de la mirada,
no hay pregunta tan agitadora
como aquella que no sale del alma.
  
Perdida la visión entre los recovecos
areniscos del tiempo
los granos buscan libres la caída
de los astros y planetas
que sujetan el universo
a la finitud de la luz
o de la sombra incautadora
de las verdades solitarias.
  
El hombre existe en el hombre
desde que se deja interpelar
por los símbolos acumulados
en los siglos y las palabras
en los muros y cavernas
de los sueños que volátiles
arrostran el mar de los desvelos.
  
Mis dedos se deslizan en el tiempo
y en mi piel siento el dolor
del mundo y de la vida
un dolor de parto y silencio
por la finitud de la vida
y la inmortalidad de la muerte.
  
©  José Luis

23/06/2008 18:56. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

El esfuerzo

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Desde un banco establezco con la tarde
la alianza de la calma, de la apacibilidad
de no tener otra cosa que hacer más
que observar cómo desfila el tiempo
por el transitar de otras personas.
  
Los pájaros juguetean con los árboles
o con la hierba recién segada
entre los olores glaucos de las flores
y los susurros no pronunciados del deseo
que alborotan los pétalos de la tierra
y agitan los brazos imperturbables del aire.
  
A lo lejos distingo una figura que se acerca
y trae imágenes desdibujadas de la prisa,
el ritmo de sus pies apura la respiración
de la arboleda cercana y bloquea el mirar
desenfocado de los coches a los que sobrepasa
en las postrimerías de un esfuerzo
que desliga su alma del mundo y sus banalidades.
  
©  José Luis

20/06/2008 22:50. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Estratos eventuales

20080616194852-estratoseventuales.jpg

El cielo se enturbia con la noche
y adquiere esos matices de vaguedad,
pinceladas amaestradas en el lienzo
de un niño que tira de la cometa
porque se niega el viento a llevarla.
  
Indistintas franjas motean el aire
quebradizo de suspiros
en una reseca tormenta de sombras
donde la imaginación desata las alas
de lo imprevisto, lo que intimida
en la oscuridad.
  
Siento en la cara imperceptible el roce
de las montañas que nacen de las tinieblas
mientras los párpados sondean el silencio
invisible entre los coches que iluminan
de rojo el sendero rezagado de las orugas
en una cuneta húmeda y de la luz olvidada.
  
Me gustan las noches que traen ambigüedad,
esa emoción que retiembla en el estómago
y asalta cualquier negrura por extraña
con la especulación de temor
ante un posible fantasma,
como si no tuvieran los fantasmas
mejor cosa que hacer
que concedernos una “despe”.
  
©  José Luis

16/06/2008 19:48. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde el pasamanos

20080609172345-pasamanos.jpg

Se agolpan las presencias de unas manos
en las perceptibles huellas de la superficie
pulida del pasamanos mientras una tela
pasaba la lozana limpiadora cantando
y ver su rostro devuelto fielmente
como ella lo recordaba de antaño
cuando las verbenas llenaban la noche
de otras huellas en su cuerpo
de otros labios en su boca.
  
Era un portal cualquiera
de esos que los vecinos no notan
el paso de la gente
donde la soledad es un zumbido
muy dentro, un aguijón de la sombra
que se instala en el corazón
y sabe de la premura del tiempo
ante la vida que se ha ido escapando
como las manos por la balaustrada
por las escaleras del miedo
de la misma vida que se dispersa
en la pasada de un paño
por las huellas pulidas de los recuerdos.
  
Esta mañana en el portal
quedó expuesta una esquela,
y es posible que otro vecino
haya nacido aquí
a la vuelta…
  
©  José Luis

09/06/2008 17:09. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Lomas de atardecer

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Claro es el día abierto en el azul
celeste de los aleatorios encuentros
entre los sueños que bordean el amanecer
y las almas fugaces de los cuerpos
  
cuando el mar deslía las espumas
en el fragor de los pensamientos
y las nubes se esconden en las esquinas
transgresoras de las enarboladas lomas
  
que pueblan los atardeceres de siglos,
violáceos resplandores y amores eternos.
  
Una nube ajusta los rayos a la perpendicular
inseparable del horizonte donde los pájaros
practican sus vuelos y una cigüeña zigzea
entre la curvatura de su pico y los alerones
  
flotantes del viento mientras se deja caer
en el regazo del espejismo, la contracorriente
sus plumas arquea como paños entretejidos
con los hilos del tiempo y los labios de la aurora.
  
La quietud se extiende más allá del universo
impalpable donde el reloj su arena detiene.
  
©  José Luis

04/06/2008 02:54. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

De visita por Salamanca

20080530160632-devisita.jpg

El río Tormes atraviesa Salamanca
en los paseos por sus puentes
y las riberas atenazan las miradas
de la catedral a los transeúntes
mientras como barcas arrumban
las orillas de arenisca e historia.
  
Las calles bullen de pasos y pláticas
al compás extático de algún mimo,
de los acordes historiados de sus plazas
donde los niños retozan con sus madres
o con aprendidos cantos de sus juegos.
  
Desconocidas las caras se cruzan
con el soplo de los quebrantables años,
se adhieren los ojos a los monumentos,
a las mortales manos de los menestrales
que baldearon en las piedras conocimientos,
semblantes tras tantas auroras y nubes
que cristalizaron en la existencia su savia.
  
Una visita es una vuelta a la infancia,
al recorrido de las letras por el libro
agujereado del tiempo, escritos en imágenes
emanadas de los sueños que fueran destinos
por las indefectibles sendas del misterio.
  
©  José Luis

30/05/2008 16:06. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Inadvertida pitanza

20080527191921-inadvertidapitanza.jpg

Un segundo se impulsa en otro
cuando la tarde embruja los matices de la aurora,
los pájaros, bulliciosos, se reúnen en el árbol
y proclaman los voces oídas en alguna parte
mientras las hojas, embebidas,
cierran los ojos y escuchan.
  
Los trinos atraen las letras caídas
en los bolsillos de la inercia,
juegan a descubrir las palabras
que no llegan a pronunciar
pero que les pertenecen
porque las han recogido en sus picos,
inadvertida pitanza entre las espinas.
  
Una gota se perpetúa desde la bruma
donde la incertidumbre de las imágenes
resurgen del pozo de la sabiduría
y la tentación, es el fruto inmaculado
en el que se encierra la sonrisa de la luna
o la perplejidad de la existencia.
  
Los tallos de la noche se estiran
en los huidizos aleteos de las ramas
imperceptiblemente
rozando los aceros de la ventana
en nuestros sueños se cuelan.
  
©  José Luis

Red Splash

20080525144441-redsplash.jpg

Observo pacientemente caer la lluvia,
las gotas se detienen en la barandilla
del balcón suspendidas momentáneamente
mientras resbalan azures por la pátina
evanescente del tiempo.
  
El agua no se olvida del árbol
que acompaña por la vereda al río
y le confiesa las historias
que le suscitan los rumores del viento
o los cerúleos reflejos de la luna.
  
La gente se resguarda en las cornisas
perpendiculares al soplo de la noche
y las cantilenas de los pájaros,
no quieren los recuerdos del agua
esos recuerdos que calan
pero que parecen extraños,
aunque en realidad son los propios
vistos desde el aire
o desde la perspectiva de lo inexplorado.
  
Una gota me provoca el recuerdo
carmesí de tus labios,
persistente de las palabras y los silencios
que hacemos entre nosotros carne.
  
La gota y los recuerdos
en un instante se desvanecen
y perduran en ese resquebrajado splash
que en multitud de corpúsculos
al tiempo detiene.
  
©  José Luis

23/05/2008 22:25. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cuando la lengua reverdece

20080519165739-lenguaverde.jpg

En una fiesta se entremezclan las sonrisas
con los vasos de los fugitivos que atemperan
con sombras el aliento, con bocetos la fusta
que evanescente se descuelga de las atalayas
o de una tarde sin principio ni aflujo de ondas.
  
Unas audacias que salen dejan verde la lengua,
musgosa en la bajada del tono o de la sinceridad
y los dientes roen entre inexistentes notas un bolero
olvidado en el gramófono que guardara la abuela
en el refajo de la memoria o en un cajón de la mesilla.
  
Pasaron los chatarreros del alma y entre voces
vararon los sueños que pronunciaran unos labios
al abrigo del río o del puente del silencio
donde la libertad fue una manzana arrojada
a la disputa de sabios y fumigados atardeceres.
  
Sorpresa entre los presentes,
el caramelo de un cadáver…
  
©  José Luis

18/05/2008 22:01. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

La fuente sin balaustrada

20080517213856-fuentesinbalaustrada.jpg

Las fuentes son espacios privilegiados
donde el sonido y el agua armonizan
rítmicamente los oídos y los ojos
con el parsimonioso dilatar de la calma.
  
Resbala fresca la lluvia por los tabiques
transitorios y oxidados del letargo
mientras se agolpan arqueos de espuma
en la salpicada extensión de la sutileza.
  
Pequeñas chispas se desvanecen en abanico
evanescente de menudas pompas y perlas
tras el eco que se aglutina en las sombras
glaucas de la superficie y la caída líquida.
  
Una alondra deposita su pico en la humedad
saciadora de sed y de enigmas, en la mañana
el rocío trasparentaba el aire con los pétalos
humanos del sí y el no, de las dudas y los deseos
con los que toda fuente sin balaustrada sueña.
  
©  José Luis

17/05/2008 21:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Vendedora de atisbos

20080512215232-vendedoraatisbos.jpg

La mañana discurre pacífica
entre los aledaños del sueño
y la muralla, con un libro
en las manos la vendedora
al tiempo lo va componiendo
tras las miradas de los paseantes.
  
No era la primera vez
que exponía sus trabajos
a la curiosidad del público,
pero siempre la sorprendía
que de vez en cuando una pregunta
la entresacara de sus reflexiones.
  
Hoy el sol vuelve a arrullar su pelo
con las inaccesibles líneas que brotan
del viento y las montañas de lontananza
donde los rayos son más puros y claros,
donde el silencio se amasija en alcarrazas
de lluvia, de temblores y quebradizo fango.
  
Una cabeza se inclina atisbando “tus cosas”
pretendiendo ver como propia en su reflejo
la satisfacción a toda necesidad de encontrarse,
de saberse frente a los vislumbres de la nada
y darles forma en su mente,
arrancar del espacio las resonancias
que colmen sus sentidos y embelesos
cuando escucha esa palabra
que parece su nombre…
  
©  José Luis

12/05/2008 21:51. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

En busca de la otra orilla

20080510221934-otraorilla.jpg

El agua humedece tus riberos
rumorosa, mientras pasa por el puente
desordena de tu catedral las piedras
en la profundidad de los reflejos.
  
A la orilla se mecen unas tablas,
rizan sinuosas el silencio en ondas
que se expanden concéntricas al cielo
tras las cigüeñas que gráciles lo atraviesan.
   
Es una mañana de mayo clara y vigorosa
con el sol lamiendo la quietud del aire
mientras se han desposeído las nubes
tras el eco invisible y unos revoloteos.
  
Alargo el brazo hacia la margen del río
y dejo que me bañe el agua los dedos,
sueño que transito por tus calles
mientras braceo hasta la otra orilla.
  
©  José Luis

El mirador de la puerta

20080503222114-miradorpuerta.jpg

Alojan las ciudades en sus recintos
junto a sus innumerables piedras
pedacitos de intrahistoria,
memorias de otros tiempos
de otras gentes
y de lo que esperanzaron y vivieron.
  
Guardan las puertas el interior de las casas
donde unas fotos, unos muebles, unos búcaros
son la mirada imperceptible que nos acompaña
con el devenir de los años, los hijos, el trabajo.
  
Otras puertas recogían entrañas de espiritualidad,
eran puertas gruesas como corresponde a un corazón
espaciado del desmedido mundo y sus tentaciones
un espíritu orlado con herrajes de soledad, de olvido.
  
En cada lugar hay cantos que se elevan al cielo
en remachada plegaria de oquedades, de ventanas,
con las líneas rectas y ondulantes al entorno
entramando intrincadas manzanas o barrios antiguos
donde pasear o dejar vagar las ideas, los pensamientos.
  
©  José Luis

03/05/2008 22:21. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Luz nocturna

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Se prepara el día para la noche su propio faro
donde acumula los rayos de sol para que brillen
cuando la oscuridad inunde los espíritus de sombras
y las flores lloren desdibujada la calina de la aurora.
  
Una voz ulula en mis pensamientos extraños rumores
de la lejanía, de cuando el tiempo creaba el universo
y el vacío era una nada preñada de nieblas vaporosas
de sabiduría y de espera, tras los nácares del espacio.
  
Negros son los dolores del mundo entre los sueños
y de nuevo la nada pergeña de la inconsciencia el parto
de las bocas atadas a la luz nocturna del silencio
y nazcan ojos que inquieran los desafueros del mundo.
  
El cielo se oscurece en la bóveda añil del firmamento,
amanece débil y verdemar la luz en el farol de la estancia
donde ahora respiran las flores nocturnidad y sosiego
en el aromático incienso de almas tras las estrellas.
  
©  José Luis

Árboles estatuados

20080427004319-arbolestatuados.jpg

Verde es el camino que se desplaza en tus pasos
a través de la mañana y de una pared virada
entre troncos que al cielo tenues se levantan
y recorres su mirada mansamente en tus sombras.
  
En el cielo los murmullos vuelan entre azures
de ala y aura mientras sientes el sol en tu pelo
como una caricia de infancia y extraños recuerdos,
es tan fuerte el firme efluvio de la realidad y la vida…
  
Blancos son los trazos que rotulan el nombre
que la pared ostenta sin consentimiento o reparo,
nombre recóndito de la piedra en la negrura
donde se mancharon de nocturnidad las manos.
  
Miras el silencio, estancado a la orilla del paraíso,
un incierto pensamiento en la pose de la arboleda
y, aunque sigues tu camino, permaneces ligado
al confidencial sentido de aquella pared tatuada.
  
©  José Luis

26/04/2008 23:19. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Ondulaciones ensoñadoras

20080420133241-ondulaciones.jpg

La corriente se lleva la mirada y los pensamientos
entre las ondulaciones de las aguas tras el aire
como una tarde sin sol que se lleva en la soledad
el olor imperturbable de los jazmines y los años.
  
Estás tumbada en la hierba y se mece tu cuerpo
con el sonido que de los árboles mansamente nace
desde el ritual de la naturaleza revivida y arcana
cuando circula sangre por la hondura de su tierra.
  
Sujetas la cabeza con tu mano y recorren tus ojos
absortos las estrías de las letras que sin moverse
se deslizan por tu mente mientras dejas sombras
de dudas en el horizonte y acaso lejano un recuerdo.
  
Sé que esperas tranquila la inmensidad de la noche
desplegada en las raigambres mismas de tus venas
tras la salida de la gratuita placenta y del paraíso
flotante de las usanzas y los gratificantes sueños.
  
©  José Luis

20/04/2008 13:32. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Trasfondo teñido de cañas

20080417183346-trasfondocanas.jpg

Junto al río el aire se dispara
meciendo entre los brazos del abandono
las hojuelas de la noche y las incipientes cañas
que desbordan las orillas de los pensamientos.
  
Azules los reflejos del infinito se pierden
entre los tallos sinuosos de la añoranza
donde se ocultan verdemares las lágrimas
entre las olas del deseo y los corales de la huida.
  
La bruma empañan los ojos del silencio
y un barco resbala el horizonte por sus velas
como un chupachús por la lengua del olvido
mientras urde la espuma corazones en el agua.
  
Mis dedos sujetan los enredos del destino
entre las fauces de la noche y los vientos
que se diluyen en arrecifes aéreos y en silbidos
tras los pasos iridiscentes de una idea divertida.
  
La vida es la línea arcada en el iris de una vorágine
donde el camino que recorren jóvenes vírgenes
será la nebulosa de un sueño tras los dúctiles atardeceres
de un hombre que creyó que la existencia era un pájaro
trinando en la orilla crepuscular de un espejo
en bejucos quebrado.
  
©  José Luis

17/04/2008 18:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Encastre piramidal

20080410215858-encastrepiramidal.jpg

Las zonas que se encierran en recintos
atesoran un hermético paso del tiempo,
un contravalor manifiesto en lo inexistente
cuando no hay abertura más lejana que los ojos.
  
Los sonidos que tuvieron alguna vez congruencia
son silenciados en el vacío rugoso de la cámara
mientras rebosa en el ambiente la disonancia
macerada tras los siglos de conflagraciones y muertes.
  
No hay medida ni número que no sea descifrado
en el jeroglífico de los reflejos turbulentos
o en el encriptado enigma de las sombras
que toda vida o destino acarrea tras el nacimiento.
  
La noche acompaña la oscuridad del tártaro
y permanece cobalto un azul imaginario en la retina
donde el paraíso fue abandonado por la sabiduría
de una tierra que amamantó rigurosa los hijos de Eva.
  
©  José Luis

10/04/2008 21:58. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Vislumbre pútrida

20080404005757-vislumbreputrida.jpg

Absolutamente el tiempo se apresura
y se rompe en cada momento
no habiendo lugar para la duda
ni siquiera para un minuto de descanso.
  
Bien poco hace que los pétalos eran
la parte viva que manaba savia
y el roce salpicado de los labios
que ya no existen ni dicen nada.
  
La frescura que me entregó la mañana
en pequeñas turbulencias de rocío y sangre
se agostaron al declinar la mirada
hacia el recuerdo de lo que se pierde
tras lo soñado.
  
Terrones son las cuencas de mis manos
y nidos negros los ojos en la distancia
mientras eclosionan trastornadas las noches
en el vientre del vacío y de las parcas.
  
Podrá no llegar a nacer otro día,
quizá sucumbir una esencia fecundada
o la luz del sol no prolongue su camino
si dejara caer tu recuerdo o tu nombre
en el más fétido de los silencios.
  
©  José Luis

El ojo de la serpiente

20080330221725-ojoserpiente.jpg

Se han encrespado las olas en la cabeza de la serpiente
donde bífidas las piedras miran desafiantes al mar
y los vientos. Traen lamentos profundos de la tierra
cuando amamantaba los hijos del hombre y la muerte
los pájaros que aletean perversos los collados de la tiniebla.
  
Es de día y los rayos del sol irisan la realidad de los sueños
mientras surge de las aguas pétreo el resto de un naufragio,
rocas azabaches que custodian en su interior abigarrados
amasijos de cuerpos y almas que no encontraron otro destino
más que yacer entre los musgos de la profundidad inerte.
  
No hay lágrimas entre los muertos que perdieron los ojos
por mirar fijamente el zumbido hipnótico de la sabiduría,
pero se arrastran las pieles huidizas entre los matojos
ardientes de la noche donde un pensamiento es el deseo
y la vida, la escabrosa playa que el ojo de la sierpe mece.
  
©  José Luis

Ingeniería de ave

20080327211315-ingenieriadeave.jpg

Tus alas se han abierto
en una mañana reciente
donde el cielo era tu llamada
y el aleteo, tu presente.
  
Hoy no ha sido el aire tu regazo
sino el muro resecado del puente,
inscripción de piedras en la tierra
desde la que se asoma la corriente.
  
Constructora de caminos intangibles
tras los que el día la noche contraviene
entre espigas de aerolito,
entre oquedades de luna,
que mi lengua sin quererlo explora.
  
La robustez azarosa de la noche
precisa de armazones turgentes
que ensamblen los revoloteos de la dicha
a las inequívocas arcadas del tiempo.
  
©  José Luis

27/03/2008 21:13. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Belleza extasiada

20080321211934-bellezaextasiada.jpg

Un rincón es el refugio y exilio
de la figura que de frente me mira
con sus ojos de alteración y escayola,
mientras reparo en su natural belleza.
  
Los pliegues de su vestido fruncen el tiempo,
son la péndola que altera su rumbo y manecillas
mientras se aferra mi fantasía a los cometas
que como vencejos franquean el horizonte.
  
Diana humedecida en el arroyo se turba y canta
ante el espectador que la sorprende y mira,
dejando entrever en su sonrisa la distancia
que debe mantener el hombre ante una diosa.
  
Ni siquiera el sonido de mis palabras la conmueven,
palabras que no llegan a salir de mi boca
porque en el silencio, mi silencio se desboca
extasiado ante el delirio de abordar un romance.
  
©  José Luis

21/03/2008 21:19. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cenizas nuevas

20080316191822-cenizasnuevas.jpgDejaré que me cubran cenizas nuevas
una noche cálida y mágicamente invocada
a la luz transversal y cautiva de las velas
mientras danzan las sombras en mis ojos.
  
Vendrán las hadas del destino a trenzar
terminales los hilos de vida y de inconsciencia
como una tómbola ermitaña en el desierto
donde nadie más que yo deambula y juega.
  
La luna yace dorada en un paraje del universo
e incesantes las estrellas heredan los crepúsculos
tras las tardes suspendidas y ebrias de invierno
con el boleto premiado de un corazón incorrupto.
  
Profundos son los pozos en los que sueña mi alma
una vida inmortal e inciertamente deleitosa
bajo la humana tierra que traspasaron mis pies
con las cenizas nuevas en las que reposa.
  
©  José Luis
15/03/2008 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

9 de marzo

20080309181601-9marzo.jpgEl aire no puede pasar más allá del vestíbulo
y dice el cuadro que el mar está hoy obnibulado,
nadie responde al llamador ni siquiera los pasos
que otras veces se arrastran hasta la mirilla.
  
No es tarde, pero el cielo presenta un matiz apagado
mientras se llenan las urnas de carnes y de sobres
como un cubo de reciclaje al que le falta la rendija
y la entrada se atiborra de turbas y reproches.
  
El sonido de la carretera llega lejano con los motores
del eco y de la prisa, ésa que no va a ninguna parte,
sólo hay prisa si nos encontramos con quien no deseamos,
cuando la salida está cortada por el filo de la palabra.
  
He despejado las dudas con el soplo de las nubes
mientras un niño mira caviloso cómo tiro de la cuerda
hasta la línea del horizonte. He acercado un deseo,
no hay deseo que no suspire ser acostado al aire,
donde un letrero dice salida de emergencia…
  
©  José Luis
09/03/2008 18:13. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde las palabras

20080307014207-desdepalabras.jpg

El cielo salvaguarda el azul cedido
entre las nubes que son parte de la nada
y un retazo de esfera protegida
donde cautelosamente anida el invierno.
  
Abundan las aves en su vibrante aleteo
una mañana propia y olvidadiza de marzo
en la que han dejado los sueños un jardín
impregnado de simientes de bruma y engaño.
  
Las calles están frescas y el aliento humea
dos canciones que fijan el camino a mis pasos
y en la soledad y el extravío miles de ojos
detienen de la inconsciencia los párpados
hasta que los movimientos no son más
que hondonadas difusas de latidos y rumores.
     
Acallan los gorgojeos el miedo de las sombras
desde que el mundo fuera nuestro espejo de creación
hasta que musite cálidamente la misma plegaria el sol
donde tiene lugar el indefectible comienzo de la muerte.
  
El corazón amanece de nuevo entre las peñas
como escarcha que se asienta inquebrantable
al puntual abandono cada noche del paraíso
mientras se busca el sentido a la existencia.
  
Dejaré que las palabras broten solas
desde el lado incierto de la mirada,
desde el silencio y la inevitable libertad
que tienen de agruparse y decir cosas.
  
©  José Luis

06/03/2008 23:37. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cuadros en el pasillo

20080305015724-cuadropasillo.jpg

Tela que se impregna de pigmentos
es una escena que sale del blanco
vacío que de clara nieve se inmolaba
hasta la punta capilar de los pinceles.
  
Poco a poco la mano irisa la mirada
que se fija en una Venus o en un plato
de fruta escarchada entre los paños
que ahora son colores entre manchas,
que ahora se figuran en cierta verdad.
  
Las líneas contornan el orbe encuadrado
donde la negrura combina los matices
entre las extensiones vibrantes de color
y el ojo cautivado de las impresiones.
  
Busca propicio un destino en la pared
lo que parto primario de una mano fuera
tras ciertas imprevistas conexiones
más allá de la percepción intrínseca.
  
©  José Luis

04/03/2008 23:29. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Azaroso descenso

20080302213001-azarosodescenso.jpg

Más abajo de los sueños existe esa zona
donde uno desciende cada tercera noche
e infaustas las sombras le esperan deseosas
en el emboque de la sangre carmesí que crepita.
  
La turba se aprieta a las carnes que prietas
asemejan a lo lejos rocas montañosas e inertes
donde el cielo se une a la tierra y nace una línea
fugaz, borrosa entre las marismas del tiempo
y el ocaso que virginal renueva la luz y la vida.
  
El sol viaja y se conmueve en la estela de sus rayos
y en las desengranadas ruletas de los ríos, de los sueños
mientras circunda su universo con las vertientes de sus bocas
que cada anochecer se despiertan y danzan los recuerdos.
  
Vuelven los ojos que traen miradas empenumbradas
como rostros vistos y no evocados desde su nombre,
una raza fragmentada ya en sus orígenes intrínsecos
entre los arquetipos y la noche del amor y la muerte.
  
©  José Luis

02/03/2008 21:30. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Negociaciones con la muerte

20080222182559-negociacionesmuerte.jpg

Veterana es la conquista de la muerte
que más allá de nuestro cuerpo aguarda
el paso de las arrugas y las distancias,
celosa es esta depositaria de la vida.
  
Yace la noche con las sombras en la cama
ahora fría y deshecha como limaduras de piedra
en el lecho sin fragancia ni retorno de rosas
que fueron prímulas de jardines y estaciones.
  
Candente la carne palpita en su dominical traje,
una ciudad que burbujea en todos sus rincones
los humos que exhalan las bestias que la enardecen
apurando en cada paso asedios y escrúpulos
antes de esputar coágulos de rabia y miedo
frente al colosal vacío de la inexistencia.
  
Los escalofríos recorren oscuros mis poros
en el atardecer de los plazos y las improvisaciones
y miro a la muerte en su cara con el cejo entornado
donde se van acumulando interrogantes y almas…
  
©  José Luis

22/02/2008 22:33. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Amanecer de oro y bruma

20080221231148-amanecerorobruma.jpg

Las copas de los árboles suspenden las verdades
que el viento oyera en alguna parte de sus ramas
como savia que emerge desde lo profundo de la noche
donde inmóviles los espíritus se despiden de sus huesos.
  
No hay sol que en el cielo luz describa sin los ojos
que captan las ondas que fugaces insinúan las sombras
entre los arreboles de la tarde mientras las nubes
desdibujan en tus brazos otro amanecer de oro y bruma.
  
Mi espalda se abre entre los rayos que desbaratan las furias
y emanan los fuegos de la incuria como cráteres inmensos
que despojan al reloj sus días y a la noche sus níveas lunas
tras los cristales puros de nieves e impertérritos inviernos.
  
Una gota resbala por mis sueños como lágrima de alborada
y acopio las pepitas que una rosa dejó ciega en un libro
en los tiempos de la creación y el universo cuando un dedo
fue el camino ululante del dolor y la quimérica sabiduría.
  
©  José Luis

21/02/2008 23:11. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Sinfonía cadmio

20080217141446-sinfoniacadmio.jpg

Mi mente vaga por los tejados,
es un gato joven que olisquea
las impresiones desvanecidas en el aire
en las que viajan átomos de ausencia
tras las salidas que de los cuerpos
algunas veces tienen las almas.
  
Carmesíes las tejas se emparentan
con la sangre que en el corazón tañe
en pálpitos de vida y esperanza
en conjeturas de tránsito y muerte.
  
Las chimeneas expelen los hálitos de las casas,
hálitos oscuros y tenebrosos en la noche
cuando se enrarece el tiempo
y los relojes se paran
marcando irreversiblemente la hora
de retornar.
     
©  José Luis

10/02/2008 21:51. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Mañana pasará

20080206020145-manana.jpg

Mañana pasará mañana
una catapulta que arroja el deseo y la muerte
a los pedestales destrabados del miedo
donde una nube es la sombra que guarece al día
del fuego eterno mientras se nutre el aire
de las alas de ángeles y jilgueros
con los cantos de la noche y el silencio
que envuelve la calma retirada del pasado.
  
Segmentado el vestido de la aurora
sujeta el broche de los destellos remitentes
de un sol impetuoso y versátil entre las dilaciones
que entretienen el tiempo en el paraíso
hasta que Eva reponga la manzana.
  
Mañana pasará mañana
entre los bordes de un te quiero y mis labios
como una tarde eterna entre las rosas domesticadas
y el zorro que reconcilió la noche con el día.
  
Dejaré en el alféizar mansamente mis sueños
para que la noche los recoja con la espuma del mar
y bañe las marinas de las ínsulas y los mensajes
que naufragan en las zozobras intemporales.
  
©  José Luis

05/02/2008 19:56. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Desde donde no se está

20080203215440-dondenoseesta.jpg

Dos puertas abiertas
dos mundos que no pueden estar juntos
pero que respiran el mismo espacio
que se diluyen en idéntico tiempo.
  
Insospechadamente se rumian el uno al otro,
hermanos gemelos de combate y parto,
mientras sólo una vida se vive
entre lo que ocurre afuera
entre lo que adentro pasa.
  
Fabula la realidad los sueños
que en el interior de una botella naufragan
a la deriva de los días y las sombras
en las que se escabullen los pasos
que nunca nos atrevemos a dar
y que por algún lado se marchan.
  
©  José Luis

Un extraño extraño

20080201031741-extranoextrano.jpg

Una mirada posee el universo entre los ecos
cuando las nebulosas entonan sonidos arcanos
y los planetas se alinean en el tiempo
con la profundidad del mar y sus seducciones.
  
Las mareas traen en sus ondas los recuerdos
de las playas vírgenes y en un instante olvidadas
por los diablillos de la verdad y la conciencia
como serpientes que predisponen en la manzana
la sapiencia de la mortalidad y la metamorfosis.
  
Una vez, en el sueño, la respiración se distrajo
y la advertencia de un ser querido me reintegró
en un vuelco del espíritu el retorno de los sentidos,
extraño aliento de barro en hálito de extrañeza.
  
©  José Luis

Destellos azules

20080130005813-destellosazules.jpg

Emana albores de neón desde la oscuridad
en la que los ojos se ciegan sin saberlo
cuando amanece un reloj sin su tic tac
y las nubes son islas medusas que flotan
en un mar de niebla denso y opaco.
  
El ratón del ordenador disimula en mi mano
los difíciles barrancos de la escritura
que se esconden tras las teclas abisales
y musgosas de una azarosa noche de invierno.
  
La música en las pleuras deja resbalar las notas
que en cascada de suspiros e insinuaciones
atraviesa el corazón y las arterias que áureas
en un pájaro bordean el abismo de una risa.
  
Desnudas las ramas de la inconsciencia
sujetan el cielo a mis labios como una rosa
cuyas espinas sangran por los ojos de las lágrimas
cuando que de una ópera se desprenden…
  
©  José Luis

28/01/2008 23:34. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

A ratos sueltos

20080126143541-interiorventana.jpg

Hay momentos en los que se desliza el tiempo
como una serpiente que reptara distraída
entre las manzanas que obligaron a su destino
ser parte humana en la perdurable inconsciencia.
  
Una nube transita con sombras entre mis palmas
sin que la pueda trabar o enganchar a la tarde
a la que pertenece y de la que huye clamorosa,
es un fragmento de introspección flotante.
  
Lejana se desata una huella en el silencio,
acarrea los tenues y herméticos aires del páramo
tras los que se cobijan las palabras innombrables
y los libros editados en sombra y sonidos
desde los que los seres invisibles se asoman.
  
Un ratoncillo colgante me sueña y acompaña
entre los caminos apegados al ocaso,
donde las nubes como piedras en el río
me permiten atravesar paso a paso
aquellos ratos que sueltos me prenden
a las horas que sin acaecer subsisten.
  
©  José Luis

23/01/2008 22:59. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Dejad

20080123032554-dejad.jpg

Dejad que los muertos adoren su muerte
en una danza apócrifa y putrefacta
como pieles hueras y sin alma interrogante
y dejen de hallar en la mortalidad esencia
de creadores y de inapelable perturbación
de aquellos que se saben heridos en la carne
hasta los más confusos y recónditos tuétanos.
  
La vida avanza dentro y fuera de nosotros,
es un oasis para el peregrino insatisfecho
que deletrea su nombre una y otra vez
hasta verse reconocido en las ecoicas letras
que vuelven como un boomerang, lanzado
a la concavidad del aire, tras la búsqueda
de lo que no tiene, al menos aparente, réplica.
  
Vivamos, pues, en la extraña persecución
de las libélulas del tiempo hasta saciarnos
en el banquete como terrosos semblantes
de la noche con luna llena y dancemos
frente a los cadáveres que huyen de la vida
porque serán la carne que cubra nuestra carne
cuando yazcamos en la tierra que nos prometieron.
  
Aún parpadea el reloj del universo
entre los espacios brunos y serosos
donde la sombra tenuemente se desdibuja
en una fuga de fulgores y espectros.
  
©  José Luis

22/01/2008 23:38. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

La eternidad entre las arrugas de la mano

20080120224920-arrugasmanos.jpg

Una amiga me recogió entre las suyas mis manos
donde buscaba entre la profundidad de las líneas
atisbos susurrantes de caminos y pérdidas
por los que deja la corriente de la vida a su paso
una segunda oportunidad de las emociones ya vividas
desde el futuro que se abre casi sin quererlo.
  
Tienen las manos la rugosidad de un antiguo pergamino
en el que el tiempo fue depositando tangibles granos
desde los que amanece siempre un nuevo día y un ocaso
mientras recorren las palabras espacios vírgenes,
oasis de enigmas que resbalan entre los dedos
mientras duran las caricias que trae pausado el oleaje
de mares caliginosos y azures que se inician en el cielo.
  
Almas que transitan van perfumando en su estela
la tarde que desde mis manos se abre como una flor
que se renueva en el vuelo de una mariposa
y la visión del paraíso que atrae los sueños.
  
El incienso se va quemando y sus cenizas sombrean
las arrugas de las manos y las colinas por las que el sol
roza tenue el amanecer de otro mundo que se desvanece…
  
©  José Luis

Los perros que ladran mis sueños

20080118033824-perrosladran.jpg

Aúllan los perros en la noche fría
donde los pasos son parte de la ausencia
del ruido cotidiano de las calles
y quizá de la vuelta del estudio o trabajo.
  
Una sombra se desliza por el pavimento
descorriendo la luz toronja de las farolas
por las franjas oscuras de los milenios
con los augurios ancestrales y los entresijos
ajustados a la línea ventricular del cielo
mientras se borran las pisadas en la tierra
tras las heladas gotas del sudor interno
que mana de los topos que penetran en los vanos
de los silencios y los recuerdos
como vacío absoluto que formatea nuestro universo.
  
Las bocas babeantes dejan sus residuos en las palabras
que arrastran el sino de los innombrables y la nada
como un lugar donde permanecen las cosas
con los brazos cruzados y los labios cerrados.
  
Las montañas han dejado impenetrables los sueños
donde amanece la oscuridad y las franjas oblicuas
de los acantilados y los abismos por los que nos deslizamos
mientras siguen los perros ladrando a la oscuridad
y, sin quererlo, también a mis sueños…
  
©  José Luis

16/01/2008 23:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

El papel sobre unas líneas

20080116012029-papelsobrelineas.jpgTu frente
se ha abierto un instante
y se ha colado por él
la aurora.
  
Cuando el sombrero cubría tu pelo
con una cinta azul de gasa
bajo la luna de un palio
tranquilamente paseaba
las líneas de una pluma
por el papel de las sombras.
  
He rasgado el cielo por un lado
con el sonido de mis sueños
y dentro del pozo el agua
mana saetas y silencio,
el sol viaja en su luz
por las distancias siderales
donde perdido un eco
se extingue señalando tu nombre.
  
Mientras hojeo un libro
suben y bajan las líneas
como caballitos de feria
hasta que duró la música.
  
La lluvia deja sus gotas en la pared
donde se adhiere la humedad
a la rugosidad de la noche
y brilla el suelo titilante
en los charcos de las farolas.
  
En la televisión los colores
forman siluetas extrañas
que salen de la pantalla
para darme las buenas noches.
  
©  José Luis

La luz que vino de dentro

20080109025200-luzdedentro.jpgHace ya un tiempo tuve un amigo
que me acercaba con su mirada las estrellas
y las ponía para mí de plata en un papel
para que las tocara con mis yemas.
  
Se expandían los haces de luz entre mis venas
como veneros límpidos nacientes de las montañas
donde el agua fresca y transparente corría
en la sensación placentera de un espasmo.
  
Perfilados son los recuerdos en la memoria
cuando en su derivar inmanente se abstraen
en el mar de la experiencia que sueña
que irreductibles los milagros son posibles.
  
©  José Luis
08/01/2008 23:46. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Franjas de cachivaches

20080108024734-franjascachivaches.jpgLa luna está velada entre los soles de la tarde
y sus rayos, invisibles, acarician mi cuerpo
mientras paseo desnudo por la arena de la playa
y mis pies me arrastran por sensaciones desconocidas.
  
El cielo es azul intenso en tus ojos entreverados
cuando miras el mar que nos mece en sus ondas
y el agua lame nuestros pensamientos mansamente
como un amante con su danza sensual y primitiva.
  
A lo lejos se divisa un barco que trae en su estela
un canto sutil y parsimonioso como una nube
que flotara en medio del ahuecado de una burbuja
tras cruzar los siete mares de los encantamientos.
  
Un aire cálido me susurra al oído palabras que no entiendo
y el silencio se vuelve de repente púrpura y misterioso
como un cielo que fuera a parir una noche solemne
donde los sueños se escurren por las laderas de las sábanas
y seres intangibles rozaran mis sienes reintegrándose en vida.
  
Una marca en la frente me recuerda aquella noche
en la que los cielos se abrieron y mis sueños
se amarraron tras el lienzo del horizonte
a un barco que traía el hálito de la existencia.
  
©  José Luis

 

07/01/2008 23:41. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Diagnóstico cero

20080105025731-diagnosticocero.jpgNuestro planeta surge del átomo de una noche
mientras la niebla ocupaba la nada del tiempo
y una roca desvencijó la puerta de la sospecha
por la que se colaron las ávidas aves del paraíso.
  
Las nubes fueron los nidos de algodón y plata
que ahuyentaron las cizañas y sus brotes
tras los que toda maldad se cierne escondida
como cernícalo que asalta su presa incauta.
  
El cielo es un tesoro dorado en la tarde,
un oleaje toronja en el piélago de la creación
cuando Adán y Eva tomaron su posesión
preciada entre sus primitivas carnes.
  
La fusión se desplazó rápida en el espacio,
con la caída de la manzana y la sierpe
se disloca la vergüenza y el mundo
donde sus hijos procrean cofres con Olimpos
y los sueños, Pandoras sin periplos ni dioses.
  
Cabalgan por el aire dos libélulas azules,
dos libélulas fugadas de Noé y del arca,
son dos pupilas que traspasaron el reflejo
de la mirada de Eos y el cabello de Selene
a la insignia conmemorativa del universo.
  
©  José Luis

Como cada 31 de Diciembre

20071231213635-nochevieja.jpg

Estoy en mi turno,
como otras veces he venido caminando
y he visto Salamanca en penumbra,
todavía las luces no daban a las piedras la mirada
y el esplendor con el que las agasajamos
después del transcurrir de los años.
  
Todos los días tienen su valor,
el de hoy es uno de esos días para la retrospectiva,
para la carrera y el salto hacia delante.
  
Cuando se inicien las doce campanadas
y las uvas sean nuestros testigos
volveremos a saber de la inexorabilidad del tiempo
y seguiremos en la ruleta de la suerte, dando vueltas,
hasta dejarnos caer en algún número
y entonces le induciremos su sentido
mientras se llenan y vacían las copas
con los acontecimientos que nos bulleron la cabeza
y que ahora son esa parte del olvido
que nuestros ojos reflejan en el cristal
helado por fuera como un trozo de vida
en el corazón del silencio
y que esperamos que se disuelva
en el calor de un día sonriente.
  
Advierto que la música juega en mis oídos
con esas notas conocidas tantas veces
y en su ritmo la voz guía las palabras que nunca entiendo
a la profundidad del hombre y las meditaciones,
me sumerjo en ese mar de reservas enmarañadas
donde las realidades y los sueños son titanes que luchan
en las saetas que llegan de la noche y del asalto
a cada uno de los 365 días pasados,
a cada uno de los 366 días ahora restantes
ante el horizonte y las perspectivas
de nuevos y dorados crepúsculos
que dejen en la retina la armonía del universo
y en los tímpanos el eco de tantos nombres
que entretejieron las risas y las calles
por donde paseo mientras duermo.
  
Tengo añoranzas por dentro,
como una esfera que se desgaja,
y sé que las seguiré teniendo
mientras las horas dejan en el reloj
mis manos asiendo los corazones candentes
de quienes son y han sido carne que conmigo latían
los vértigos de los instantes y las estaciones,
mas el tren ya escuchó su pitido
y la gala tendrá que continuar.
  
Lanzaremos al 2007 al costal de las añadas
con el buqué de las montañas blancas y heladas,
montañas vírgenes que se sabían pretendidas
por los anhelos y deseos frágiles
como el hilo de un tapiz irremplazable,
como irremplazables son los minutos
en los que nos otorgamos en vida.
  
Es la noche del 31 de diciembre,
la noche de nochevieja
en la que quemaré mis naves
para no volver atrás
y en cada granito de tiempo acumulado
acrisolaré un diamante
uno por cada alegría
o por cada pena
o por cada travesura
hasta colmar la luz de las estrellas
que como tú me miran…

Feliz Nochevieja

©  José Luis

Día de justa

20071229000456-diadejusta.jpg

Los libros se hojean a sí mismos
y las letras danzan en los ojos,
son diablillos que reconocen los vestigios
que la tinta dejó en las huellas
articuladas de un viejo piano
mientras las manos componían los signos
que resonarían después en los oídos,
el tiempo y las fotos de nuestro antiguo álbum.
   
Una de las estrellas, tan sólo una de ellas
detuvo su ulular en la fachada de una casa
donde los niños dormían en el silencio
de la noche que es cuando se duerme
y al cerebro se deja libre para elevarse,
para pretender cometas y sueños.
  
Has recogido los enseres de la mesa
y uno de ellos te llamó la atención
un antiguo marcador de páginas
con un grabado casi imperceptible
de una inverosímil e inaudita armadura
que emitía en las cuerdas de un piano
susurrante los latidos de la justa
que envolvió a los hombres remotos
en la inextricable lucha de la supervivencia
desde que fuera el cierre un pañuelo
de la curiosidad irremediable de Pandora.
  
©  José Luis

27/12/2007 23:11. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Cuando el cuarto es demasiado grande

20071228235328-cuartogrande.jpg

Un niño duerme tranquilo en su cuna
mientras gira la vida en la rueda
que anota los días y los números
como un calendario que se vacía
cuando finaliza indefectible el año.
  
Las ventanas, alargadas en sus jambas,
meten dentro la tarde que se perdía
desconectada ya del mundo,
son las nuevas mesías de lo rutinario
porque en una mirada se capta
la soledad que enferma al hombre
y al alma.
  
La pintura ya no dice nada,
el paso del tiempo le quitó su gracia,
es una desdibujada mancha
por la que nos preguntan que qué vemos
como cuando nos testificaban
nuestros pensamientos en una imagen
que en su forma simétrica muchas cosas
asemejaba.

¿Qué le diría yo hoy
a ese relamido psicólogo
de la mente de Rorschach
sobre las interpretaciones
y sentidos de mis visiones y percepción?

Pues seguramente
que el cuarto es demasiado grande
para hacer el amor…
  
©  José Luis

26/12/2007 23:41. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Navidad es el día

20071225231233-navidadeseldia.jpg

Un portal
humilde, como todos los portales
donde las pajas se acumulan en el suelo
porque nadie tiene tiempo de limpiarlas
y, a veces, ni siquiera eso tiene importancia.
  
Se necesitaba así
un lugar en exceso común
donde depositar la semilla de los hombres
la que dejará destellos de esperanza
en el árbol desterrado del paraíso.
  
Luego dirán lo que quieran
pero en el corazón
en el alma
sí que tenemos ese fermento depositado
como un remolino de olas que van y vienen
en el silencio de la noche
o en el bullicio del día;
son dudas que nos interrogan,
que buscan las dimensiones de nuestra puerta,
es un peregrino que viene fatigado
y yacerá en nuestro lecho,
con nuestros huesos.
  
Mientras en la mesa las viandas reúnen a las familias
nuestras sombras vagan por el mundo ignorado
donde conviven los sueños y los fantasmas
arrastrando los restos de todos los naufragios
como un puzzle cuyas piezas nunca cuadran.
  
Buenos sentimientos aldaban los cánticos
que musitan las sirenas desvaradas
en los collados de las manos y las plegarias
sabiendo que vencido el momento
volverá la oscuridad en la que transitamos
con los leves rayos de luna
que nos enviamos…
  
©  José Luis

Re-posando

20071224172518-reposando.jpg

Vengo de un país
donde no existe la verdad ni el tiempo
y las lágrimas son tejas azules
que resbalan a la lluvia y al silencio.
  
Mil ojos son las calles inexplicables
por donde sólo se pasará una vez y nada más
porque el materia carece de brújula
y la apariencia es un minuto de arena entre los labios
que dijeron olvidos y posaron pájaros en la noche.
  
Siento cómo mis alas se desunen del cuerpo
y me precipito al vacío denso como una cristalina  esfera
donde el aire es agua que el mar abandona en las costas
como peces que ya no necesita
o pulmones que nunca dirán las palabras usurpadas
a la muerte o a la vida.
  
Quisiera púrpura una luna
que reflejara la luz de tu ánima
y dejara entre mis manos
los anhelos que el arco iris
esparce entre tu piel y mil besos,
torrente del deseo y mis labios.
  
Ahora que reposo en la oscuridad del cuarto
se encumbran otras alas que ya descansan
sobre la repisa fragmentada de tu frente
y la mirada distraída de nuestro pato.
  
©  José Luis

Una flor de otoño

20071222023651-florotono.jpg

No hay aroma en el jardín
el frío lo retiene en el aire
como una pájaro que planea
en las cumbres impenetrable.
  
Sólo una irrefrenable vara
luce espinas entre sus poros,
no han querido abandonar la noche
que cubrió el paraíso desheredado
tras las lágrimas de las estrellas.
  
He mirado en tus ojos la rosa
que espera ser pétalos deshojados
una mañana clara de otoño
entre los párpados de Adán y Eva.
  
©  José Luis

Cenizas

20071222033109-cenizas.jpg

Juego con la noche entre los sauces
que dejan caer pausadas las estrellas
como ojos que miran infinitamente
el silencio prolongado en tu semblante.
  
Recorro las sombras de las ramas
que ocultan la verdad en tu mirar
mientras senderos brillantes penetran
en el cielo rasgado de tu frente
desde que la tarde extravió tu caminar.
  
No te sorprende que sean los rayos
los que busquen de la luna el secreto
que la mantiene tersa entre las flores
de tus manos cuando acarician
la crin rasgada de mi estela
entre las brasa consumidas del ocaso.
  
Una sola es la señal
flameante entre las llamas
que la chimenea agita inescrutable,
el eco de mi voz
entre las cenizas de tu nombre…
  
©  José Luis

La hora confusa

20071219003309-horaconfusa.jpg

Las horas de un día se han pasado
entre los rayos que el sol abandonó
hace mil quinientos millones de años
y el rastro de sombra que proyecta
el paso del vacío y la nada inerte.
  
He buscado entre las horas
los pensamientos no pensados
como se busca un objeto
que tienes en la cabeza puesto
y se oculta a los ojos que no miran
mientras veía cómo la nieve
traía al suelo la blancura de las cumbres,
un respiro inmaculado
donde dejar las huellas
que no tienen destino.
  
Pienso en una cama
en un cuerpo anonadado
y en esa hora confusa
en la que el alma
se ensimisma
y se sale del cuerpo…
  
©  José Luis

18/12/2007 23:37. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Por la ventana abierta

20071217180359-ventanaabierta.jpg

Dos noches caben por una ventana
los días que acortan diciembre
cuando el sol es una bola anulada
en el agujero negro
de una quimérica historia.
  
Hay veces que unas cortinas
le impiden el paso y la sombra
son unas líneas tensas y oblicuas
como palos de billar perpetuos
en el enlosado del Estigia.
  
Las noticias se adhieren al periódico
y la luz las envuelve en el halo ocre
de las tardes desvanecidas de fluorescencia
donde el aire es un silencio denso
y las palabras opacas turbulencias
que absorben el eco de las mariposas
que susurran desde el cristal
carambolas de inocencia…
  
©  José Luis

14/12/2007 23:10. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Fuente flotante

20071214031115-fuenteflotante.jpg

De una esfera se irradia una luz incandescente
donde un árbol burbuja deja en los sueños,
flotando en el vacío creador del universo,
un venero dúctil e impenetrable.
  
A lo lejos esa luz parpadea
entre los arenales del ocaso y el tiempo
mientras de tu boca surjan las ondas
y se expandan tras las palabras
que escalan la noche asalmonada y triste.
  
Trae la muerte una certeza
entre sus labios de plata
que se bañan en la luna y se refrescan
tras los velos que ocultan los ojos
y para siempre los cierran.
  
Todavía busco espinoso el silencio
prometido un día de tus labios,
un silencio que levite
el paraíso de mis sueños.
  
©  José Luis

13/12/2007 23:47. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Antenas de hormiga

20071210030733-antenahormiga.jpg

La tierra está cálida a pesar del frío,
rozar su timidez es trabajo de las hormigas
mientras hurgan en sus entrañas
y la arena despierta voraz al tiempo.
  
Una nube deja caer su simiente
entre los arrozales de la India verde
y unas manos acarician las gotas
que raudas resbalan por los tallos.
  
Veo en su cara las historias vedas
que lee parsimoniosa en el cielo
mientras se quedan en sus yemas
la lluvia, las letras y su mirada.
  
Sobre el agua una hormiga
tenuemente mueve sus antenas
acaso el viento de oriente
me traiga el eco de su risa…
  
©  José Luis

09/12/2007 23:42. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Pinceladas desde la muerte

20071204151740-muerte.jpgHa llegado la noche inmortal
donde no existe el silencio
ni siquiera compañía cierta,
sólo el frío en el aliento
de un alma seguramente inquieta.
  
Al mar le silban las entrañas
como las alas que vuelan del ave
sin la profundidad de la mirada
con las olas que descosen las nubes
de la tierra y su escalonada silueta.
  
Sus letras las palabras han dejado
y el alma el cuerpo que habitaba
ahora no hay ya sombras
ni sol en la mañana.
  
Pareciera una música de cine
en los oídos amplificada
música no conocida,
quizá olvidada
como se olvida una vida
en el más allá de los albores
de mil planetas con sus alcazabas.
  
Soy árbol que pierde sus hojas
árbol otoñal entre dos tiempos
dos vidas que se integran
una en un instante
y otra de reverberación eterna.
  
©  José Luis

Posos de mujer

20071130004154-pososmujer.jpg

Es la hora del café
y la tarde ha revocado su esplendor
en la taza y en el crepúsculo
vaciándose como el tiempo
que se acaba tras unos sorbos.
  
El paladar retiene el aroma
de lo que fueron las flores
con la perfecta frescura del hielo
en el iceberg de la inconsciencia
donde perenne la esencia del mundo
germinará algún día de nuevo
cuando la aniquilación separe los labios
en los párpados de la muerte.
 
Veo oscurecido el cielo
de otoño con los colores
velados en las manos de la noche
donde clarea un solo punto
en los brazos de la luna exigua,
es la entrada a los espejos
que quiebran las miradas del vacío
como esa escarcha derretida
al iridiscente fragor de la mañana.
  
Aún hay restos del café
en el mirador de la infancia
donde unas manos femeninas
removían maquinales los posos
del cielo como astros amanecidos…
  
©  José Luis

28/11/2007 23:40. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Imprimaciones a una carta

20071128023413-imprimacioncarta.jpg

Unas palabras, sólo unas palabras
pueden trabar el camino de las miradas
directas a las pupilas y al corazón.
   
La estela de los acaecimientos se incrusta
desde la consciencia a la tela imprimada
de palabras que rozan el alma y las cuerdas
que nos atan a nuestra esencia y mortalidad
como un ramo de flores que aroma la mesa
donde una última cena disponemos sin temores.
  
Trae el vino suelta la lengua
y mana la sangre de las heridas del mar
en sus embates a los escollos y naufragios
tras un muro que asume las lamentaciones
que los dioses no entienden…
como no es de entender gratuita una muerte.
  
Gira el viento en la tormenta
y levanta espumosas las gotas en los charcos
donde se reflejan las vidas de los muertos
olvidados en los sobres
sin despedidas ni cartas…
  
©  José Luis

Las esquinas de una cama

20071125225052-esquinitascama.jpg

La noche propicia el descanso,
un estilo de yacer sobre la cama,
sobre esas esquinas de la esfera
que es el universo de los sueños.

No hay aristas que no dividan
las partes mismas de la materia
y en sus impulsos arqueen las olas
de las marismas y los silencios.

Dos velas surcan las aguas,
las velas de dos recuerdos,
una tarde en la inconsciencia
y la incursión en tus misterios.

Cuatro esquinitas protegen la calma
custodia de los ángeles sin edén
ni alas que les remonten volátiles
sus sutiles y humanos corazones.

© José Luis

24/11/2007 23:43. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Retos de ambigüedad

20071123025711-ambiguedad.jpg

Caen las sombras de las hojas con el ocaso
verdemar del torrente y la espuma
y los rayos de la noche ocultan su caída
en el fondo oscuro e impenetrable
del asfalto que nos separa de la muerte
y de la oquedad de las tenebrosas entrañas.
       
Pasan los coches ahogados en sus luces y destellos
sin sentir chirriantes las tramoyas de los títeres
que los conducen entre las líneas que fueron
puentes y ríos, y parte de las estrías de las manos
que modelaron de barro el aliento de la noche.
  
La cama es un espejo donde recostamos la espalda
y ocultamos la cara para no vernos y creer que existimos
como si la vida fuera parte absurda de un sueño
o el color de las sábanas que calentamos inconscientes
mientras dejamos que se cumpla nuestro momento
como un cigarrillo que se consume candente.
  
De nada nos sirve querer aprisionar el tiempo
cuando se desvanece como el aire que respiramos
en cada minuto, en cada mirada, en cada suspiro
tras la fuente que mana verdades perdidas…
  
©  José Luis

22/11/2007 23:45. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Sencillamente simple

20071121020304-sencillasimple.jpgHas dejado que tus pies desbrocen el camino
que los pasos borraban al volver
en los ojos la mirada
diciendo en el silencio esa fórmula
de niña mágica, de sueño distraído
en la contemplación de las estrellas.
  
La lluvia acompasaba el caminar de las hojas
que el viento zarandeaba entre sus sienes
como un pensamiento que no sabe encajarse
en el puzzle de la consciencia y se deja manosear
con el parecido de otras cosas que no son
el palpitado que su corazón recuerda.
      
Es así de simple el olvido
del camino de las estrellas
donde se depositan los tesoros
de los días y las noches niñas
cuando la razón era una palabra
por desconocida inédita
en la ruta de las nubes
por la rana de un encanto
y el transitar de los príncipes.
  
Ha dejado de llover
y el suelo me refleja…
  
©  José Luis

Un día de noche

20071117020607-diadenoche.jpg

Andan perdidas las nubes
en la oscuridad del mundo
donde los huracanes derriban
los días y las casas
como sueños que se rompen
en la superficie del agua
y resquebrajan el espejo
de un cielo que se miraba en el mar
con los enigmas y los miedos.
  
Los cuerpos se han abandonado
donde se abandona la vida
en la invertebrada línea de la ventura
cuando se desciende el camino de la noche
por las tumultuosas islas de la muerte
y ningún canto ni sirena les acompaña.
  
Llora la tierra lágrimas de silencio y espanto
por las almas que no debieron partir
en la imperturbable barca de Caronte
sin la liberadora moneda en sus manos
y aquietada, serenamente aquietada, el ánima…
   
©  José Luis

Entretenimiento

20071117023013-entretenimiento.jpgLa orilla del río se mueve
sin parar de estar quieta
como se mueven las nubes
en el tiempo azul titilante.
  
Las piedras se reflejan turbulentas
en la corriente oscura que estática
las retiene en su dorado reverbero,
es una llama húmeda y ferviente.
  
Las hojas que perdieron los árboles,
donde el paseo transcurre solitario,
forman un manto ocre en la ribera
y la bruma les deja su nacarado llanto.
  
Asoma tímida la luna
su ojo albo y rasgado,
mirando la noche y sus luces
ensimismadamente…
     
©  José Luis

En el interior del solar

20071114024827-interiorsolar.jpgExiste una casa en el interior de la ciudad
de paredes y tabiques completamente vaciada
donde algunos árboles ondean en sus hojas
el estandarte del abandono y el encanto.
  
Desvencijadas ventanas orientan la luz
hacia el verdor del solar y la mirada
recorre los herrajes de una abertura
colindante que fuera la puerta de acceso.
         
Quien sabe si traspasada la entrada
aquel inhóspito lugar no sirviera
de cancela de ingreso a otro mundo,
a un exuberante e incorpóreo paraje
donde el sol fuera un río ondulado
de entretejidos rayos pendulares
a las telas de arañas del tiempo
y vieras tu vida en todas sus fases
siendo a la vez múltiple y uno.
  
Volver a percibir el calor de una madre
mientras ves cómo acaricias a tus hijos,
percibir en un instante la risa gozosa
y el más lamentable de los llantos,
transitar entre los triunfos de cada día
como se escalan los inquebrantables fracasos…
  
Ser ola impetuosa en la corriente de la noche
y lobo que aúlla el silencio de la luna,
ser cascada y torrente de abismos
y gota que resbala por el pétalo de una rosa,
ser espejismo súbito en la distancia
y horizonte de aliento y certeza…
  
La puerta me devuelve en la mirada
un instante
o toda una existencia.
       
©  José Luis

Arboleda ocre

20071110164307-arboledaocre.jpg

Ahora es el tiempo
dorado de las hojas,
dorado y macilento,
como el agua que fluye
entre los surcos de la vida
y las piedras de la muerte.
     
Suena el viento entre las ramas
y acaricia el aire de la tarde
los rayos últimos del universo,
rayos que recuerdan aquel instante,
cuando naciente la alborada
pergeñó del hombre la simiente
de polvo húmedo y palpitante.
     
¿No oyes en la distancia
el eco del ocaso?
¿Acaso crees que mañana
contigo nacerá de nuevo?
     
Hoy esa arboleda
es un varal de queja
por los brotes equinocciales que fueron,
por las ramas desnudas que esperan
la tierra resquebrajada
y una nueva primavera.
       
Alfombrado el suelo ocre
mira el cielo y las estrellas,
el cielo donde azul la mirada
blanquea el pasar de la tiniebla
y el transitar rutilante
de las almas que ya no se quedan.
    
Es la noche un espejo
donde se miran los amantes
y ven sus cuerpos transitar
en un sueño,
en una arboleda pulida y crepitante.
   
©  José Luis

Planeo vertical

20071109015241-planeovertical.jpg

Amanece una noche de luna negra
entre las fauces de un rey extraño
cuyos ojos escupían nebuloso el tiempo
mientras seres alados planeaban
verticalmente a los pensamientos.
     
Sueño dentro de un sueño
que el agua en su interior me lleva
como alga que en brazos se expande
musgosas y ondulantes
donde la líquida densidad me inunda
los pulmones y los poros de silencio.
  
Las nubes dejan sobre el mar
de deseo lágrimas jabonosas
que los peces mecen en los embates
con pompas ojosas e iridiscentes.
    
Mira la luna subrepticia mi cuerpo
tenue tras la oscura corriente,
es una rama sedosa que ondea
los labios lacrados con tu nombre.
   
©  José Luis

Tras la puerta

20071107000052-traslapuerta.jpg

Invita la oquedad de la puerta
a la visión lejana del paisaje,
a perder la vista en la distancia
y permitir que el pensamiento se eleve
claro y libre como una gaviota
por los espacios de la inconsciencia.
          
Remotas las montañas tiñen el silencio
verde musgo de abrigo y quietud
donde indeleble el tiempo es paraíso
de las palabras y fluidos riachuelos.
      
Sentado un hombre ante su cuaderno
deja en grafito la amplitud de la mirada
mientras sus dedos pululan vigorosos
surcos sobre el acrisolado lienzo de la tarde.
        
No es posible la impasibilidad del alma
frente a esa cancela de oscuros barrotes
que aunque limiten la marcha
no aprisionan el aire
ni la libertad del horizonte.
       
©  José Luis

05/11/2007 23:20. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos No hay comentarios. Comentar.

Mimético

20071031233813-mimetico.jpgEs la piedra un duro sendero
por donde el sol arrasa los vientos
que la noche abandona en la sombra
como hijos de las nubes desprendidos.
            
Una lagartija asoma su desahogo
a los rayos sumisos de la mañana
donde se acrisolan los minutos
de un reloj desmemoriado.
      
El musgo que naciera de la lluvia
agosta sus labios en la orilla
perpetua de las rocas
mientras los años dejan en su lomo
el paso de los dedos por las letras
que custodiaban allí tu nombre.
            
Has cerrado los ojos
como se cierra un sendero
por la hierba que crece
del olvido de unos pasos.
               
Ya no miras el aire
que trae los recuerdos,
ya no buceas
en el interior de los misterios
ahora yaces en la tierra
mimética de los huesos
donde las almas se confunden
con las brasas del silencio…
           
©  José Luis

En un minuto

20071018180919-minuto.jpg

La vida se escapa en un minuto,
mientras tomas una taza de café
o lees un poema en el libro.
     
Cambia el azul del cielo
con las nubes de la mente
en el mar de los muertos
donde las algas son las entrañas
de los barcos hundidos
con la fuerza de las palabras.
            
Nadan los peces entre los pensamientos
acumulados impasibles en el fondo
oscuro de la noche sin luna
que mira el transitar de los mortales
por los vicios y las pasiones,
por los flujos de Pandora
y su caja maléfica
pero tremendamente humana.
               
Sesenta segundos en el hálito
olvidado por los dioses
en una vasija de hueso y barro
donde el deseo es un pájaro
que canta a la jaula del tiempo,
a su columpio y al milagro
de un corazón que late
plasma de eternidad
y, acaso, corpúsculos de misterio.
             
¿Aguantarías sin respirar un minuto
la mirada de Euríale
o los escalofríos del Hades...?
         
©  José Luis

Interior de mano

20071018181321-interiormano.jpgUn puño cerrado
es una caja
que contiene las huellas
de la mano,
una urna donde posar los recuerdos
al arrimo de las nieblas
y la noche
donde la verdad de las cosas
es un suspiro que espera la señal
para salir volando.
                  
El pulso
acuna los sueños
donde se esconden las rayas
de la muerte
y los pájaros se resisten
a abandonar
el cielo que sustenta sus alas...
                
Acaricio el interior de la mano
y una corriente de cosquillas
se estremece en un mar de sensaciones
donde las olas arremeten contra el sol
y la arena que recoge los pasos
de los caminantes que fueron
una mirada perdida en el desierto
de agua
y fuego.
                   
¡Hay tantos clamores en los objetos!
Uno por cada vez
que mis manos se ciñeron
en el saber de las impresiones,
uno por cada vez que tus ojos
penetrasen en el misterio
del amor y la inconsciencia.
                  
Una mano abierta
es una carta,
un mapa de tesoro
contenido en la botella
que apuramos cada noche
en la piel del deseo...
               
©  José Luis

Como tengo miedo, por eso rezo...

20071012015953-poresorezo.jpg

Escuché esta frase
que me impactó
en un programa.
          
¿Qué hay entre las manos
cuando la cabeza asume el miedo?
              
Es la última esperanza
depositar en otras manos
la lucha del silencio.
            
Manos que aúnen las almas
de los creyentes,
de los que aceptan el sufrimiento
como parte inherente del camino
más allá de quedarse cruzados
de brazos y de palabras
que aten la boca.
          
Porque la vida
es para ser,
para fluir en sensaciones,
en pensamientos y emociones…
              
Para sumergirse en el mar del olvido,
en el firmamento de la consciencia etérea
y rejuvenecer los mundos que nos atan
pero a la vez nos separan de la tierra.
                  
Ahora caen las hojas,
los árboles extienden sus brazos
y también rezan…
                    
©  José Luis

8 de Octubre

20071009000352-8octubre.jpgUna carrera
unos pasos resuenan por el pasillo
y las sombras recorren la pared,
son nubes prófugas de su destino.
                 
La puerta crujía con dolor de enfermo
y dos figuras mantenían en sus manos
las cabezas de los maléficos sueños,
toda pesadilla tiene un tufillo a sulfato.
                  
El llamador rompía monótono el silencio,
el aire se hizo vacío e impenetrable,
el cielo está oscuro, frío y desierto;
hoy a los ángeles no les dejan volar.
                 
La nada hizo su nido en la frente
y un murmullo anuncia la entrada
de letras desconocidas y ausentes
en la garganta que no puede hablar.
                 
©  José Luis

Diseminación

20071002015337-diseminacion.jpg

Abro y cierro los párpados
en la vigilia y en el sueño,
caen intensas las gotas de lluvia
y nublan los ojos de la aurora,
no es no ver nada la ceguera
sino no llegar a imaginarla.
                     
La cabeza gira sin moverse,
sin siquiera revolver el cuello,
es una gran esfera
que imagina sus meridianos y paralelos
con la infinita inquietud de un tornado.
                 
Mis pies me observan con las uñas,
soy su televisor ideado,
las imágenes de mis retinas
son nubes que pespuntan imágenes
de luz y sombra,
y de tácitos colores…
                    
Quisiera las alas de un pájaro
y el zoom de una cámara
para irme lejos, muy lejos
hasta el fondo mismo de la mirada…
                    
©  José Luis

Rutilancias de discoteca

20070928153034-rutlilancias.jpg

Arrastra el vestido los confites de la fiesta
como astros que toman el sentido de la aurora
y el disfraz asoma por la puerta lateral
del silencio armonioso y su colina.
                
Una sonrisa delata la razón de la luna
en los brazos amantes de la noche
hasta que terminó la música
o se vació la copa y la vehemencia.
                  
Se pierden los compases en la bruma
y se esconden los árboles del jardín
en la parte furtiva del mar y de la espuma
que salpica de lágrimas al viento
allí donde existiera un pétalo de jazmín
o el cautivador aroma de unos versos.
                       
Fijo un rayo en los ojos
atenaza las piernas y el pensamiento
mientras se desnuda la concupiscencia
y acaso un escalofrío recorra el recuerdo…
                   
©  José Luis

Rincones oscuros del corazón

20070923014737-rinconescorazon.jpgQuién no tiene secretos adentro de su corazón,
quién no guarda en la sombra un camino perdido,
un confuso deseo de ser o poseer aquello imposible
al ojo o a los ímpetus del viento, del mar o la razón.
                     
Aguardan semillas innombrables y voraces
insaciables de lágrimas e invernales rumores
tras los muros latientes de sangre humedecidos…
son tornados creadores de fuego y combate.
                     
Hay mañanas apacibles de sonrisas tornasoladas,
claros amaneceres tras la montaña del desvelo
donde exhala el pecho el flujo límpido de amapolas
y las ventanas rezuman el sabor del silencio.
                         
Son las dudas geniecillos que siembran nubes
en las venturas de los imaginarios mundos
que urdimos en las estanterías del alma.
                  
Quién no tiene un corazón de secretos…
                   
©  José Luis

Transcursos de tiempo

20070918235309-transcursostiempo.jpgDesciende el día las escalinatas en la inconsciencia y de cada escalón una ola de incienso entreteje aromatizados los hilos que de humo suben como una oración por entre las nubes del silencio y deja suspendidas en el cielo las palabras silenciosas que de los labios manan en un manantial tumultuoso y límpido del monte volcánico del Ararat.
                    
Chirría el viento en el valle de la vida cuando entre las hojas de parra que revolotea las vergüenzas del desnudo y del mundo, donde la verdad se exponía en marcos de argentas túnicas y la mentira era una ijada en la frente del íntimo acallado.
                      
No hay tiempo más allá del tiempo cuando la tierra cubre la carne y un cristal separa el secreto del polvo y de la mano que lo escritura en la memoria.
                   
Los ojos miran la luna en su cuarto y se llena dorada de ecos que se desmoronan entre las cataratas inmovilizadas de las postales que se envían como recuerdo y en una mirada el cielo entretiene azur los labios en un último beso.
                            
Lívido un suspiro arremolina entre los poros de la piel el sabor del misterio… la vida o la muerte son audacias obvias del tiempo.
                     
©  José Luis
18/09/2007 23:53. Autor: José Luis García FreeWolf #. Noctívagos Hay 1 comentario.

Oración en blanco

20070912002936-oracion.jpgUna plegaria reza en el corazón salvaje de la noche y entre los labios un susurro abandona la quietud de un mar sin ondas donde el silencio ensordece los sentidos y el sol es un punto de mira al que dirigir la línea ciega de los ojos.
                   
Tiemblan las palabras entre el rubor de las nubes que arrastran púrpura la tarde y una hoja en la que se arremolinan las letras que no quieren ser pronunciadas ni entregadas a un cielo inmaculado.
                           
Sumerjo la vida en el río del tránsito donde Caronte acuña las almas en una moneda lanzada al abismo de los gritos tórridos que revisten la arena del desierto que todos atravesamos en la soledad del tiempo y de la noche.
                           
Un alivio es un vaso límpido y transparente donde el agua deje el rastro silencioso en una gota que vibre entre los cristales oblicuos al horizonte y refleje en el eco de un salmo la bienaventuranza de haber vivido.
                             
©  José Luis

Partículas de la noche

20070910030106-particulasnoche.jpg

Un ojo mira y otro retiene en la retina
la composición de la imagen.
                           
Un brazo sobre otro se apoya en el regazo
mientras el ojo mira.
                    
Pasan en el reloj las horas del día
más allá de las nubes de la tarde
y encuentro la oscuridad de la noche
hasta un tanto enigmática y atractiva.
                      
Ululan luces a lo lejos, en la montaña,
donde el sonido se esconde en las cavernas
y busca salida por el cielo de las grutas,
por el ojo que mira las estrellas.
                          
La sombra sobre la sombra yace
en la espesura de la anochecida
donde los sueños pugnan por salir
de la retina ciega de los coches
que deambulan con sus conductores
por la travesía de la inconsciencia.
                     
Un paso hunde las tinieblas en el barro
como greda silvestre que huye del ruido
lóbrego de los árboles y las sombras
que de los árboles nacen.
                   
Distingo en el horizonte una línea anaranjada
donde se eleva la luz de la ciudad que duerme
y giran las estrellas del firmamento
las danzas de la fiesta y sus atracciones.
                     
Átomos de piel disfrazan la noche
de beso que busca su bella durmiente…
                         
©  José Luis

Alunizajes

20070907162840-alunizajes.jpg

Rilan los ojos en las órbitas desnudas del tiempo
cuando en las noches las bacantes buscaban la inmortalidad
y los hombres sacudían sus penachos tenaces
de los augurios de la sombra.
                   
El seno de la luna es un panal de estrellas
que recoge la miel de tus labios
y en forma de lluvia la deposita en las marismas
de un mar encadenado y perpetuo
a las corrientes vespertinas del horizonte
en los cañones ululantes del abismo
mientras las nubes de mi pensamiento
mudas se esconden
en las dunas de la locura.
                              
El reloj
retiene las horas en el halo de la noche
y sus agujas circundan  el vello de tu cuerpo
como un amante atrevido
que escala en los rayos de Diana el deseo
no satisfecho.
                             
Son las doce
y el día se pierde en la inconsciencia
tras la puerta que se rompe
y trae sinuosas las montañas
que manan de la tierra preñada
de hombres y secretos.
                   
Es tu boca la gruta de los misterios
donde se ocultan las palabras
en el paladar que se sujeta al cielo
impenetrable y a los cometas
que recorren junto a mis labios los desvelos.
                         
Retengo entre mis dedos
el reflejo de la vida
y la muerte
que se multiplica en cada burbuja
de espuma y desasosiego
como cuando los brazos cansados de nadar
dejan al cuerpo hundido
en el inmenso mar del silencio.
                            
En la espesura de la noche abandono
la luz de la luna…
                        
©  José Luis

Líneas convergentes

20070907010136-lineasconvergentes.jpgNadie camina por la calle donde las sombras persiguen el olor oscuro del mar y las nubes son cometas volátiles que aparecen y desaparecen en los azulejos de la cocina.
                     
Miro las líneas polvorientas que maceran los pensamientos con los recuerdos de los días y veo lejana la lluvia blanca de halitos que atraviesan mi razón con luces fugaces entre los crepúsculos de un cielo eterno e infatigablemente mutante donde los sueños se abren como ojales vacíos entre la bruma que oculta en silencio los rayos solsticiales de la luna negra.
                            
Blancos azulejos cubren mis ojos de líneas que convergen en los puntos de una red imperceptible de caballos salvajes que trotan en las praderas universales de constelaciones y vacíos mientras chubascos de efluvios calan mis pituitarias de imágenes y tinieblas donde un jardín es solo el olor de una rosa y nítidas espinas impregnan de sangre la piel de la noche.
                        
Resuenan compases de música en la caja aterciopelada de las dudas y bailan las armaduras ancestrales las batallas ocultas en la historia de un libro cuyas líneas convergen en el jeroglífico de la vida y la muerte…
                            
©  José Luis

Olvido de sí

20070903234044-olvidodesi.jpg

Un vaso con agua encima de la mesa,

entre los dientes el frío inerte de la noche

cuando la soledad marca las tres de la mañana

y la cama es un cajetín vacío de polvo agolpado.

                         

La vida  perdía por las venas el tiempo

de la juventud y el pozo de las lágrimas

era un cenagal de fuego negro y moribundo

que retorcía sus llamas en la boca del silencio.

                    

Hubo un jardín donde los recuerdos paseaba

las tardes de lluvia bajo el paraguas abierto

donde desplegaba a sus hijos en los juegos

bulliciosos por la casa, ahora vacía y desterrada.

                                  

Pocas son las cosas que retiene su cabeza

que sólo se ilumina por un sonido perdido

o una imagen descosida en la pantalla

como una sonrisa cercana y borrosa en el aire.

                            

©  José Luis

Tiempo para escribir

20070902052224-tiempoescribir.jpgEl día irrumpe el amanecer entre los girasoles que mantienen su cara en la línea del sol mientras el campo se peina con las yerbas y ramilletes rorados en la soledad de la noche.
               
Es la noche el momento en el que las palabras nacen a una nueva vida entre los pensamientos y juegan como los niños en los toboganes del tiempo y retozan en las cavidades de las sienes espumando los recovecos escondidos del delicado mecanismo de las imágenes entre los mundos infinitos y sus arcos iris tras la bóveda añil de los mares inexplorados
                
Cada palabra paladea el sabor de las olas que llegan mansas o tormentosas a las playas del silencio y una barcarola a lo lejos iluminada por el faro de la inconsciencia deja un surco impenetrable en las rocas labradas por el misterio de la vida como el nacimiento de un niño lo deja en el alma invisible del mundo
                          
Una gaviota sobrevuela la inmensidad de la tarde y los rayos irisados del sol que se acuesta acarician mis pupilas con las tonalidades del deseo y aguardaré a la madrugada para encontrar de nuevo en las hojas de papel escrito mi tiempo…
                      
©  José Luis

Espejismo

20070827230118-espejismo.jpg

Apenas en un roce cabe un sentimiento

cuando el día no despierta de su letargo

y el sopor mezcla los bálsamos del jardín

con los nácares por el ojoso mar cimbrados.

                      

Recuerdo de tus labios fue ese beso

de insomnio, desocupada eternidad ciega

y sin latido, en una mejilla extraña

donde los pliegues quemaban la piel

de los ojos y de las vidas pendientes.

                           

El aire está demasiado encendido

para respirar la luz de la alborada

y derraman las hojas en un abanico

desmañado el sudor intacto de la frente.

                        

Unas sombras bajan del techo

cuchilladas de luz,

hendiduras de noche y de silencio

entre los pestañeos de los párpados

y los parpadeos de las pestañas.

                      

Sueña el mar con mis pensamientos

en los iceberg ocultos en la montaña,

virginales en su frescor y belleza azulina,

en los torrentes de cantos y sirenas

tras los oídos ladinos de todo desvarío

por el desierto del sol y de sus rayos.

                         

©  José Luis

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Puente de paso

20070824052047-puentedepaso.jpg

El camino por el bosque se extendía

más allá de la vista y de los árboles

en un escondite de paz y mansedumbre.

                         

Advierto en mi interior una música de pájaros

rebullendo entre las copas de los álamos

y un violín arrulla las olas que chocan murmurantes

contra el espejo de las alusiones intangibles

donde una sirena alisa su pelo en el canto rítmico

de los delfines subiendo y bajando el límite del agua

y cielo como cometas sin cuerda, libres en sus vuelos...

                                

Mis pasos me llevan por la vereda perdido

entre las impresiones de la luz de la tarde

y atravieso ambarinas las sombras de las hojas

en el reflejo del crepúsculo con las montañas

quebrando el horizonte en finas partículas

de tranquilidad y sosiego.

                      

No hay tierra bajo mis pies errantes,

me lo indica el agua rumorosa del venero,

que me encuentro entre dos vertientes

flotando en un puente camino del firmamento...

                        

©  José Luis

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Detrás o delante

20070820114238-detrasdelante.jpg

Suena un teléfono en el interior del jardín,

su sonido hace vibrar los pétalos

que se adormecían entre las hojas de un libro

donde las palabras arrullaban los cantos

de los árboles al viento y al rumor de la hierba.

                     

Lejana la voz resuena en el eco de la noche,

los sueños se desbocan de la grupa de Morfeo

y una niña requiere su vaso de agua y apego

entre los corderitos que cuentan historias

de lobos y enigmas de carillones y fuentes.

                      

Sentadas en la cama se mecen los cuerpos

de hija y madre en unísono movimiento

mientras recorren las polillas la esfera

de luz, posesas, sin descanso, pretendiendo

desacelerar palpitante el tiempo de la vida.

                            

Es la noche un caballo que galopa sin miedo

entre las marismas umbrosas de la madrugada

donde allende, en alguna otra parte, un niño

por detrás de la herrumbrosa escultura tienta

la suerte del lidiador, y por ende, la de su sueño.

                   

©  José Luis

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El sonar de la armónica

20070817042840-sonar.jpg

Resecos los labios

suavemente se humedecen

al contacto con la lengua

mientras seguía la mente

tarareando la melodía

que improvisara esa misma mañana.

                    

La calle era su auditorio acostumbrado

donde escudriñaba aquellas monedas

que le dieran resuello para seguir inspirando

las vibrantes notas de su armónica.

                    

Buscaba adentrarse en ese mundo

en el que las avecillas remontan el vuelo

y travesiean libremente por el aire

sintiendo la confusión de las corrientes

en el cañón y barbas de las plumas

como cuando pilotaba su descapotable.

                   

Esa sensación de velocidad e ingravidez

surcando paralelo a las espumas del mar

y las sirenas arrullando las lengüetas

adormecidas de la armónica en su funda

mientras abandonaba su cuerpo en un banco...

                                         

©  José Luis

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El día de ayer

20070815035435-ayerdia.jpg

Deambulo sin rumbo por la calle alejado

de mis propios pensamientos y realidades

mis ojos dejan en la retina cinceladas las caras

que pasan inmersas en sus gestos y devaneos

mientras busco en su interior la estrella

que irradia sus noches y compone sus vidas.

                          

Quisiera dejar en sus ojos el dorado de los atardeceres,

encendidos púrpura y toronja en la oquedad de sus silencios,

mientras recorren sus interioridades en el azur del cielo

depositar en sus bocas las arropes de la eternidad

y rozar sus caras con el resplandor último del sol.

                             

Somos aire y nube vaporosa que transitamos caminos,

caminos que se superponen en las inquietudes y deseos,

ellos son yo y yo soy ellos, viven en mí y vivo de ellos.

                        

No podemos regresar al paraíso sin formar una gran cadena

sin haber intercambiado las imperfecciones del corazón

o llevar en la mirada el reflejo del crepúsculo en su tarde.

                           

Vuelvo la vista al frente al sentir llegar mi nombre

ceñido a tu voz y sentí tus ojos meterse en los míos

como todas las cara que vi el día de ayer por la calle.

                             

©  José Luis

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El cuadro

20070810182015-cuadro.jpg

La tela va absorbiendo de un pintor

las impresiones cuando matiza las olas

de un océano donde la profundidad es oscura

y perpetua como arrecifes marmóreos

entre las costas de las islas lejanas e impenetrables

donde los barcos serpentean con sus esloras

las amarguras y los desasosiegos

de los espantos del universo.

                              

Se mezclan los colores

entrecruzando las sustancias pigmentadas

en las clepsidras misteriosas

donde remueven las magas

mágicas las fórmulas

y los efluvios retienen la memoria

en aquella culebreada manzana

que a la humanidad abrió los ojos

al conocimiento y concupiscencia.

                        

Su mano de una parte a otra del lienzo

va extendiendo el camino de las estrellas

que disemina la Vía Láctea en el espacio

y las sombras, esa zona huida de la luz,

no atienden al centelleo parpadeante

de Selene mientras habla con el mar

de amor, de Helios y la eternidad.

                              

Se adormecen ahora los pinceles

en el sueño de una noche, de un pintor

que susurra a su amada un verso

rasgueado en el silencio de un cuadro.

                         

©  José Luis

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Una bombilla de repuesto

20070807165954-bombillarepuesto.jpg

Los filamentos que ardían descansan

en una oscura luciérnaga

y la cavidad se llena con el humo

de las turbias tinieblas

que anegan los bosques de turbiedad

y ceguera.

                      

La luna admite invisible la negrura

de la noche entre los acantilados

que el mar silencia con sus golpes

mudos a las rocas perfiladas

con los fragores de parto y caos

de Gea al inicio de los tiempos.

                               

Ausente la luz de la bóveda

en la estratosfera las nubes

aturdidas echan lluvia esperanzada,

cálidas lágrimas nacientes del seno

de aquella primera alborada.

                         

Siente la tierra en sus grietas

la lava toronja y voraz,

creadora de una nueva estirpe

de espumante humanidad y amaneceres.

                                                    

©  José Luis

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Colosal armazón

20070803234829-colosalarmazon.jpg

No extraña por el campo la visión

de semejante coloso que escupe agua

y que recuerda a los dragones.

 

El verano, el sol y las altas temperaturas

piden a gritos un rato de refresco,

muy necesario para calmar las turgencias

y sofocos impropios.

 

Parece el verdor un pastizal entre las ocres tierras

que agrietadas por el calor buscan también un descanso,

que les desaloje de las polvaredas y de la piel reseca,

de los terrones rastrillados con el duro acero del yugo

y el sudor de botijo.

 

Son tierras de Castilla, tierras áridas,

de gentes con noble corazón e irregular historia.

Tierras levantiscas y regias,

donde las piedras cobijan el recogimiento

entre las sombras de catedrales e iglesias.

 

Me gusta entrar y mirar sus altos y penumbrosos muros

donde las vidrieras son vivos colores

que cruzan las bóvedas y naves

inundando de regocijo e irisada calma

las piedras, las figuras, fantasía y plegarias.

 

Aún sigue la tradición

de pedir al santo agua,

para la tierra alivio

y para la tarde bullicio y fiesta...

 

©  José Luis

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A un coche adherido

20070802165032-cocheadherido.jpg

A través del horizonte

una hormiga cruza el mundo

con una pipa a su espalda,

y el mar la contempla

y adosa su ritmo

de flujos y crestas

a la pipa

y la espalda.

                            

La vuelta al mundo

alrededor de una carga

de pipas, hormigas,

olas y samba.

                                      

Un marinero en la borda silba

y canta a su quimera

mientras hace los nudos

entretejiendo sirenas

y amores de puerto,

mira a la aurora

y le manda un beso

que recoge la hormiga

en su vuelta.

                              

Rugen palabras en el aire

las cometas que vuelan

a la estela de un faro

que alumbra cantos de arrebato

y el torrero que soñaba despierta

con las voces y el alma inquieta

de nubes y tormentas en la bóveda

azul de la azotea.

                          

Entre los algodones de plata

un coche flota y juega

al pilla pilla con las cometas,

ay, luna bonita

ay, luna lunera

esta noche saborearás el sol

montada en la bicicleta

que antes era calabaza

y pipa de hormiga

y ola de samba...

tentarás el amor

a un coche adherido.

                                 

©  José Luis



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