Un domingo cualquiera...
Tu risa mece la sombra
de los árboles en la aurora
y anidan en ella los pájaros
que afinan en el alféizar
de la primavera las flores.
Es la mañana clara
de un domingo de Enero
y luces en la melena
el requiebro de la luna
llena de finas perlas.
Y salen de tus labios
el aguamiel de las praderas,
esmeralda, grana y gualda,
rumores de arbóreas crestas
en los pétalos mimados.
Volveremos a pasear
entre las blancas corolas
que perfumaban de jazmín
nuestras yemas inquietas
entre atardeceres y roces...
© FreeWolf
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