Morder a la vida a cachitos
Las llamas iluminan la estancia.
Flamígeras lenguas suben y bajan
mientras tenues las pavesas bailan
en las sombras carmesí de la fogata.
El aire se ha ensimismado
y los pensamientos recorren las miradas
al compás de los murmullos y la letra
de la canción prendida a las brasas
y al humo que se eleva delicado y rumoroso.
Se asemeja el crepitar de las ascuas
a los embates del mar en las rocas
ancladas en la profundidad de la arena,
brazos que se aferran con energía
a la vivificante y erosiva espuma.
También se aferran mis brazos
a la inmortalidad de la vida,
al recuerdo y a los sueños,
a los cachitos de felicidad
y a los rayos de luna.
La existencia
como las manzanas
incitan los mordiscos
saboreados y chiquitos
prietos contra el paladar,
con su jugo resbalando
por los malecones del placer,
del mar onduloso
y mis brazos apasionados.
© José Luis
Flamígeras lenguas suben y bajan
mientras tenues las pavesas bailan
en las sombras carmesí de la fogata.
El aire se ha ensimismado
y los pensamientos recorren las miradas
al compás de los murmullos y la letra
de la canción prendida a las brasas
y al humo que se eleva delicado y rumoroso.
Se asemeja el crepitar de las ascuas
a los embates del mar en las rocas
ancladas en la profundidad de la arena,
brazos que se aferran con energía
a la vivificante y erosiva espuma.
También se aferran mis brazos
a la inmortalidad de la vida,
al recuerdo y a los sueños,
a los cachitos de felicidad
y a los rayos de luna.
La existencia
como las manzanas
incitan los mordiscos
saboreados y chiquitos
prietos contra el paladar,
con su jugo resbalando
por los malecones del placer,
del mar onduloso
y mis brazos apasionados.
© José Luis
4 comentarios
José Luis -
;)
buho -
José Luis -
Brisa -
Un abrazo