Teléfono de papel
Sale el sonido del auricular, el pensamiento por un cráter
de olas y vibraciones en torrentes que inundan los abismos
impronunciables y perdidos en el fronterizo subconsciente
entre los arreboles matizados de un sol crepuscular de julio
y las profundidades oscuras e impenetrables del mar otoñal,
fecundo en sus algas y espumas, tras los cantos marineros
cosidos a las tardes trenzadas en la orilla, junto a sus redes.
Desconozco la voz que se esculpe en el papel de los recuerdos
cuando las palabras se incrustan en mis sentidos y siento tibio
el aire que lleva aromoso el olor de las rosas inmarcesibles
que habitan mis silencios de pétalos y terciopelos desnudados
en los libros que acompañan mis noches en tu piel y tu cuerpo.
Una tarde a la semana mi tiempo dejo junto al teléfono,
junto a esas sombras que olvidarán mi voz y hasta las rosas
que en todo jardín florecen con su fragancia y espinas,
quizá durante el sueño naveguen por los mares temperados
enarbolando sus alas de libélula en la bóveda de la dicha.
© José Luis
4 comentarios
José Luis -
gobina -
José Luis -
¡¡¡Maríaaaaaaaaaaaa!
;-)
gobina -
Es un mundo de imagenes increibles,el que percibes a traves de las palabras de desconocidos...
Sin duda el teléfono tiene su magia...su encanto...Marcas un número y esperas escuchar una voz...Lo que a mi me transmite esa voz y lo que la mía transmita al llamado,seguro son cosas diferentes,pero es un mundo,de percepción,para cada uno...
me llamas? o te llamo?;-)