Con el frescor de la noche
Los días abandonan su pesadez en la sombra del sol
cuando los rayos se recogen en la urna azul
donde suspiran las olas de un mar reverberante
con espumas y rumores desde la cola de un cometa
que atravesó el cielo una noche calurosa de agosto.
Los ojos veían más allá de la oscuridad
un cúmulo de opacidades y estrellas
entre los silencios interrumpidos de la calle
por el rilar de las farolas y los motores
que traen de vuelta la multitud a casa.
De vez en cuando se despierta un pájaro
del sueño del árbol y emite el sonido de queja,
de abandono entre las hojas que lo cobijan
de la noche y de mi mirada quieta.
El campo, negro entre las negruras, rezuma
el sudor de la tarde y del fuego de la mañana
entre sus poros y tolera que se eleve un olor
salvaje de fertilidad y muerte en los recuerdos
de sus vueltas al sol y a las simientes inmóviles...
Es la noche un descanso para el cuerpo y la consciencia
pero una inquietud para las palabras y los pensamientos.
© José Luis
3 comentarios
gobina -
José Luis -
gobina -
Que tengas bonitos sueños,no pienses no hables...sólo duerme...