La ropa sobre la ventana
Largo el día en su ajetreo y avatares
encamina su fin en los atuendos de la prisa
y las ocupaciones que quedan sobre una silla
cuando orienta la noche mis pasos hacia casa.
Me gusta sentir el aire fresco sobre la piel
cuando pausadamente me acaricias con la mirada
y en secreto la habitación de nuevo aguarda
ese olor a tarde de manos juntas y pláticas
entre los caminos del jardín en un mar perdido.
Mansas las olas acompasaban nuestros besos
con su rumor inmutable, plácido y misterioso,
susurro inalterable en la eternidad dilatado,
pasión del alma integrada en dos cuerpos
en el intangible olvido de la existencia.
Retengo entre mis brazos el recuerdo
de tantas y tantas madrugadas
con tu cara sonriente y dichosa
mientras dejabas puesta la ropa
distraída sobre la ventana.
© José Luis
5 comentarios
José Luis -
Gracias por tu presencia
Los ojos de tus ojos descansan en las manos de tus manos acercando las palabras a tus palabras por los caminos del silencio... entrelazando la noche y el sueño con la vida y sus días...
Besos Gobina
gobina -
Entre dos:
Los ojos, son el primer idioma,las manos el segundo ,las palabras el tercero y,el silencio el cuarto ,pero juntos entrelazadas las manos...
Buenas noches.,que descanses...
marcos -
saludos, al menos que sepas que, aunque no te comente casi nunca, te sigo leyendo.
José Luis -
Besos
buho -