Líneas convergentes
Nadie camina por la calle donde las sombras persiguen el olor oscuro del mar y las nubes son cometas volátiles que aparecen y desaparecen en los azulejos de la cocina.
Miro las líneas polvorientas que maceran los pensamientos con los recuerdos de los días y veo lejana la lluvia blanca de halitos que atraviesan mi razón con luces fugaces entre los crepúsculos de un cielo eterno e infatigablemente mutante donde los sueños se abren como ojales vacíos entre la bruma que oculta en silencio los rayos solsticiales de la luna negra.
Blancos azulejos cubren mis ojos de líneas que convergen en los puntos de una red imperceptible de caballos salvajes que trotan en las praderas universales de constelaciones y vacíos mientras chubascos de efluvios calan mis pituitarias de imágenes y tinieblas donde un jardín es solo el olor de una rosa y nítidas espinas impregnan de sangre la piel de la noche.
Resuenan compases de música en la caja aterciopelada de las dudas y bailan las armaduras ancestrales las batallas ocultas en la historia de un libro cuyas líneas convergen en el jeroglífico de la vida y la muerte…
© José Luis
Miro las líneas polvorientas que maceran los pensamientos con los recuerdos de los días y veo lejana la lluvia blanca de halitos que atraviesan mi razón con luces fugaces entre los crepúsculos de un cielo eterno e infatigablemente mutante donde los sueños se abren como ojales vacíos entre la bruma que oculta en silencio los rayos solsticiales de la luna negra.
Blancos azulejos cubren mis ojos de líneas que convergen en los puntos de una red imperceptible de caballos salvajes que trotan en las praderas universales de constelaciones y vacíos mientras chubascos de efluvios calan mis pituitarias de imágenes y tinieblas donde un jardín es solo el olor de una rosa y nítidas espinas impregnan de sangre la piel de la noche.
Resuenan compases de música en la caja aterciopelada de las dudas y bailan las armaduras ancestrales las batallas ocultas en la historia de un libro cuyas líneas convergen en el jeroglífico de la vida y la muerte…
© José Luis
3 comentarios
gobina -
esa es la respuesta al tercer enigma...
No has acertado.,asi que agradece que yo no sea turandot,porque sino estarías muerto¡¡jejejej
buenas noches un beso,mañana te leeré tranquilamente...
José Luis -
La esperanza, la sangre y el último, el hielo que enciende tu llama...
gobina -
Especialmente hoy,que ha muerto,el más importante Tenor...Para mí...
Nessum dorma...Que nadie duerma ...¡Dispate oh noche¡ ,tramontad,estrellas..
al alba ,"renacerá pavarotti"
Buenas noches,averigua los tres enigmas de turandot y tendrás la mano de la princesa...:-)