En el interior de las alas
Lejana en su surtidor una fuente sujeta
al ave que no consiguió aletear en el cielo
lluvioso una tarde oscura de noviembre
y recortada se yergue broncínea la silueta.
Ha pasado ya tiempo desde ese día
en una plaza nocturna de Copenhague
donde yo también me encontraba sujeto
a la inmovilidad de las alas y a su destino.
Allí estaba con la soledad desnuda
en una ciudad cegada y desconocida
bajo el ala de una grulla atrapado
entre la espuma sorda del agua.
© José Luis
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