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Rastro de FreeWolf

Día de justa

Día de justa

Los libros se hojean a sí mismos
y las letras danzan en los ojos,
son diablillos que reconocen los vestigios
que la tinta dejó en las huellas
articuladas de un viejo piano
mientras las manos componían los signos
que resonarían después en los oídos,
el tiempo y las fotos de nuestro antiguo álbum.
   
Una de las estrellas, tan sólo una de ellas
detuvo su ulular en la fachada de una casa
donde los niños dormían en el silencio
de la noche que es cuando se duerme
y al cerebro se deja libre para elevarse,
para pretender cometas y sueños.
  
Has recogido los enseres de la mesa
y uno de ellos te llamó la atención
un antiguo marcador de páginas
con un grabado casi imperceptible
de una inverosímil e inaudita armadura
que emitía en las cuerdas de un piano
susurrante los latidos de la justa
que envolvió a los hombres remotos
en la inextricable lucha de la supervivencia
desde que fuera el cierre un pañuelo
de la curiosidad irremediable de Pandora.
  
©  José Luis

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