La luz que vino de dentro
Hace ya un tiempo tuve un amigo
que me acercaba con su mirada las estrellas
y las ponía para mí de plata en un papel
para que las tocara con mis yemas.
Se expandían los haces de luz entre mis venas
como veneros límpidos nacientes de las montañas
donde el agua fresca y transparente corría
en la sensación placentera de un espasmo.
Perfilados son los recuerdos en la memoria
cuando en su derivar inmanente se abstraen
en el mar de la experiencia que sueña
que irreductibles los milagros son posibles.
© José Luis
que me acercaba con su mirada las estrellas
y las ponía para mí de plata en un papel
para que las tocara con mis yemas.
Se expandían los haces de luz entre mis venas
como veneros límpidos nacientes de las montañas
donde el agua fresca y transparente corría
en la sensación placentera de un espasmo.
Perfilados son los recuerdos en la memoria
cuando en su derivar inmanente se abstraen
en el mar de la experiencia que sueña
que irreductibles los milagros son posibles.
© José Luis
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