Cuando el sol se va
Muchas tardes frente a la ventana admiro el cielo
en el que se diluye el sol en su inextinguible viaje
por las luces y las sombras de los días y las estaciones
tras los que veo en mi piel las arrugas enredadas
de cientos y cientos de palpitantes hombres y alientos
que antecedieron cada inagotable noche y amanecer
como gotas salientes de un río a su intermitente paso
por laderas inquebrantables y resistentes de la vida.
De los ojos parten los sueños hacia el horizonte
mientras de la mirada escapan mis pupilas como rayos
tenaces que sobrevuelan la espesura porosa del aire
y se adentran en grutas que enlazan mundos subterráneos
con el florecer de límpidos diamantes y hermosos alhelíes
donde la fragancia de la noche pone el velo de la inconsciencia
y Selene, su entretejido manto blanco de almas fugaces.
Se hunde el firmamento en la concavidad de las manos
y las arrugas y líneas serpentean áureas entre mis dedos
para que aceleren el curso de la madrugada y los sueños
hasta que la aurora deje en mis labios el sabor de su presencia.
© José Luis
en el que se diluye el sol en su inextinguible viaje
por las luces y las sombras de los días y las estaciones
tras los que veo en mi piel las arrugas enredadas
de cientos y cientos de palpitantes hombres y alientos
que antecedieron cada inagotable noche y amanecer
como gotas salientes de un río a su intermitente paso
por laderas inquebrantables y resistentes de la vida.
De los ojos parten los sueños hacia el horizonte
mientras de la mirada escapan mis pupilas como rayos
tenaces que sobrevuelan la espesura porosa del aire
y se adentran en grutas que enlazan mundos subterráneos
con el florecer de límpidos diamantes y hermosos alhelíes
donde la fragancia de la noche pone el velo de la inconsciencia
y Selene, su entretejido manto blanco de almas fugaces.
Se hunde el firmamento en la concavidad de las manos
y las arrugas y líneas serpentean áureas entre mis dedos
para que aceleren el curso de la madrugada y los sueños
hasta que la aurora deje en mis labios el sabor de su presencia.
© José Luis
1 comentario
gobina -
Qué bonita foto¡¡
un beso.