Labio encalado
Blancas las acanaladuras de tu labio
por la ventana reflejan la luz que entra
en las cristalinas vertientes del olvido
como un brebaje que aletargara mis venas
Suaves son las melodías del recuerdo
cuando se aclaran remotas las sombras
en un arco iris perfecto de voces sonoras
tras las inclinadas líneas del alejamiento.
Los ecos de la noche brillan con la luna,
se posan como murmullos en el tiempo
y manan versos salpicados de corazones
mientras las campanas tañen en el silencio.
En la soledad de las tinieblas sólo una cala
hipnotiza mi sueño y la nada, la aurora
desprevenida no alcanza a decir palabra,
la mudez la vistió púrpura y áurea.
© José Luis
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