La licorera
Cercena la claridad su silueta
enjaezada brillante en la sombra
del acero acristalado en la copa
olorosa y rutilante tras el líquido
dorado en el paladar del silencio.
La ventana resplandece en un punto
estrellado en la bola que vela
el vacío pleno de un instante
que fue fuego en la garganta
y sonrisa en un beso.
La arena se esconde en la trasparencia
del tiempo o de una gota que resbala
por las láminas de un verso o por mi boca
mientras el sol en el ocaso se proclama
dador de vida, heredero de la esperanza
que toda noche fragua en el crisol
suspendido de la aurora y de la luna.
Proyecta su sombra la licorera
alargada en la orilla del riachuelo
de aguas ondulantes en la frente
como un pensamiento que extraña
el origen de los sueños…
© José Luis
0 comentarios