Ventana de pesadilla
El barco fantasma
extingue sus días en la mar
confusa de los desvelos
tras las estelas que se borran
cuando se hunde un deseo
en la naciente carne del olvido.
Espectral se levanta una figura
entre los albores del sueño
y las dicciones malignas
que se ahondan en las cicatrices
como el clamor sordo e imprevisto
de una multitud impenetrable.
Es la ventana un reflejo
esperpéntico de los temores
que rondan los alrededores
injustificados del tiempo.
La sed un niño enjuaga
en el vaso de las pesadillas
y en los amorosos brazos
de su bucanera madrina.
© José Luis
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