Textura de parabrisas
Cerca de la felicidad perdida se urden los sueños
de los árboles, las raíces auscultan en la tierra
permanentes las lágrimas de Eva y su estirpe
en las muertes clandestinas, se deshojan impasibles
las maldiciones de aquellos que cada día sucumben.
Nada fue tan duradero como el grito de la ausencia
ni a su vez tan instintivo que no se contuviera en el lago
donde nace purificante la alborada de los inmortales,
con las llagas confusas de los hombres que esperan
y confían, en la prodigiosa supervivencia del alma.
Se aglutina la escarcha en la envoltura del cielo
y se arquean las ramas anhelantes del invierno
mientras se deposita en mi retina esa luz soterrada
de las sombras que han embargado al miedo
los crepúsculos prendidos a un paraíso de albedrío.
© José Luis
1 comentario
gobina -
un beso